Litoral argentino: una escapada para descubrir sus increíbles paisajes y su cultura

Sorprendente y cautivadora, la región Litoral argentina – ubicada al noreste del país – integra en su territorio todo tipo de atractivos turísticos. Conformada por las provincias de Formosa, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Misiones y Santa Fe, es principalmente conocida por su ingente capital natural, a lo que se suma su rica cultura. Un destino imprescindible para todo aquel que viaja a Argentina. Es por ello que proponemos un recorrido con algunas de las distintas opciones que te ofrece esta región.
Tradición y naturaleza en Santa Fe
La primera parada es la provincia de Santa Fe, caracterizada por reunir tanto atractivos culturales como naturales. Un ejemplo de ello es el enorme abanico de opciones en cuanto a turismo religioso del que se puede disfrutar en la provincia: los templos rurales, las iglesias y conventos del Culto Católico en la ciudad de Santa Fe, o la localidad de Moisés Ville, fundada por los primeros habitantes judíos en Argentina, y cuyo casco urbano está declarado Monumento Histórico Nacional.
Por su parte, la naturaleza es otro de los protagonistas de la provincia y un imperdible es el humedal Jaaukanigás, cuyo nombre significa gente del agua y remite al pueblo abipones, una etnia indígena originaria de la región, que dejó allí su huella en forma de costumbres. Este espacio, que sde encuentra sobre el río Paraná y tiene la designación de sitio RAMSAR, acoge una importante biodiversidad, y allí se pueden disfrutar actividades como senderismo, avistamiento de aves, safaris fotográficos o kayak.
Entre Ríos nunca defrauda
Como su propio nombre indica, la provincia de Entre Ríos fue así bautizada por encontrarse entre los ríos Uruguay, al este, y Paraná, al oeste. Y al igual que sus provincias vecinas, cuenta con un patrimonio natural incomparable, ya que tiene múltiples áreas protegidas, desde el Parque Nacional Pre-Delta y el Parque Nacional El Palmar hasta idílicos arroyos y lagunas. Así, tanto locales como foráneos disfrutan durante el año del turismo rural y de aventura que ofrece el destino.

De igual manera, la provincia es famosa por su oferta de termalismo, y no por casualidad fue declarada, en el año 2015, “Capital Nacional de los Circuitos Termales”. Hasta 16 complejos termales que reúnen a más de 125 piscinas conforman la propuesta termal de Entre Ríos, repartidos por localidades como Colón, Federación – primera en construir un pozo termal – Concepción del Uruguay o Villa Elisa. Todo un circuito que acoge a muchos turistas, principalmente durante el invierno, el otoño y la primavera.
Chaco, el encanto de lo natural
La provincia de Chaco es una de las joyas por descubrir en Argentina. Tanto el Parque Nacional El Impenetrable – cuyo nombre da cuenta de su majestuosidad – que acoge más de 128 mil hectáreas, como el Parque Nacional Chaco y otras áreas protegidas que se extienden por la provincia cuentan con una importante oferta para los amantes del senderismo, del avistamiento de aves y animales, y en definitiva, para aquellos que adoran integrar la naturaleza en sus planes vacacionales.
Es necesario, además, destacar a la Ciudad de las Esculturas, Resistencia, donde hay instaladas más de 650 obras en sus calles, y en la que se realiza cada dos años la Bienal Internacional de las Esculturas, un evento cultural modelo a nivel mundial.
Una “Corriente” de amor por la naturaleza
Hemos hecho referencia a diferentes parques, pero los espacios naturales que integran esta región turística de Argentina son muchos y muy variados. En la provincia de Corrientes, el mayor protagonismo se lo lleva un humedal, los Esteros del Iberá, que de hecho es especialmente conocido por ser uno de los humedales de agua dulce más importantes del mundo. Allí viven en armonía animales muy particulares, como los carpinchos, los yacarés, el ciervo de los pantanos y el mono aullador, los cuales se pueden avistar desde los diversos recorridos que atraviesan el Parque Provincial Iberá y el Parque Nacional Iberá.
Asimismo, el acervo cultural es también palpable en esta provincia, en donde el chamamé tiene un fuerte arraigo y en donde cada año, en enero, se realiza la Fiesta Nacional del Chamamé. Esta forma de expresión típica del Litoral incluye danza y música alegres, se baila en pareja y es acompañado por el “sapucay”, un grito alborozado a través del cual se expresan profundas emociones.
Es igualmente reseñable que, si bien en su origen las letras se cantaban en guaraní –lengua autóctona de la región-, actualmente se interpretan en dialecto yopará, una mezcla de español y guaraní. Todo esto le valió para ser reconocido Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2020.
Formosa también presume de humedales
No es casualidad que Formosa significa hermosa en castellano antiguo. Sus entornos naturales son realmente privilegiados, y, de hecho, este territorio también resguarda un importante humedal, el Bañado La Estrella – el segundo más grande de Argentina y uno de los más grandes de Sudamérica –, en cuyas 400.000 hectáreas de superficie se refugian animales exóticos como el ocelote, el jaguar o el lobito de río y una vegetación espectacular. ¿Cómo resistirse a un paseo en canoa por sus aguas con sus imponentes atardeceres de fondo?
En cuanto al aspecto cultural, una de las mejores opciones es visitar la capital de la provincia. Tras un paseo por el luminosa costanera “Vuelta Fermoza”, que recorre 6 kilómetros bordeando el río Paraguay, es posible visitar alguna de las instituciones culturales que se encuentran en la ciudad, como el Museo Histórico Juan Pablo Duffard, que guarda un importante testimonio de la historia de la provincia o La Casa de la Artesanía, donde se exhiben artesanías de las tres culturas originarias que habitan en Formosa: qom, wichí y pilagá.
Asimismo, la cultura también es protagonista en el Paseo Ferroviario, un novedoso y cosmopolita polo de la ciudad plagado de opciones gastronómicas y de espectáculos al aire libre, y custodiado por coloridos murales en la que fuera la antigua estación de trenes de la ciudad de Formosa.
Cataratas de turismo en Misiones
Corremos el riesgo de repetirnos, pero es que las Cataratas del Iguazú merecen mención sea cual sea el contexto. No por casualidad este lugar está considerado una de las 7 maravillas naturales del mundo, y es que los 275 saltos que componen este prodigio de la naturaleza dan cuenta del poderío de sus aguas.

Sin embargo, su ilimitada vegetación no impide que el paraje esté perfectamente adaptado para el turista, ya que son múltiples las pasarelas que se han construido alrededor de las cascadas, y desde las cuales se proporciona una visión inmejorable de estos impresionantes saltos de agua. Los más aventureros pueden, incluso, realizar un recorrido en bote, una experiencia que acerca aún más si cabe al viajero a la grandeza de este privilegiado escenario natural.
Algo menos ingentes, pero igualmente cautivadores son los Saltos del Moconá, ubicados a 300 kilómetros de las Cataratas del Iguazú, y que atraviesan de manera paralela el río Uruguay. De entre 2 y 4 metros de altitud, dependiendo de la época del año, estos saltos son uno de los principales atractivos turísticos del Parque Provincial Moconá. Al igual que ocurre en las Cataratas del Iguazú, es posible admirar su belleza por medio de los paseos náuticos que se realizan a lo largo del día.
Otro recorrido imperdible son las Ruinas de San Ignacio Miní, fiel testigo de la herencia que dejaron las misiones jesuíticas en el territorio guaraní durante los siglos XVII y XVIII. Curiosamente, durante varios siglos, estas ruinas se encontraron ocultas por la ingente selva tropical de la zona, y no fue hasta 1940 cuando empezó su reconstrucción. Hoy, las Ruinas de San Ignacio Miní forman parte del listado de sitios Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.