Mundo Chachapoyas: la joya ancestral del norte peruano
Por Maria Carrasco Lloria
En el corazón de la región Amazonas, Chachapoyas emerge como uno de los destinos con mayor proyección del Perú. Su nombre proviene del quechua Chachapuya, que significa “hombre de las nubes”, y esa misma imagen mística parece envolver a este enclave norperuano que deslumbra por su historia, su riqueza natural y su propuesta turística integral.
En el contexto de Perú Travel Mart 2025, Chachapoyas se presenta como símbolo del proceso de descentralización del turismo peruano, que apuesta por diversificar su oferta más allá de los clásicos Lima y Cusco. Aquí, el turismo cultural, vivencial, arqueológico y de naturaleza conviven armónicamente, generando un atractivo sin igual.
Caribbean News Digital conversó con José Llaja Soplin, gerente general del touroperador Turismo Explorer, con sede en Chachapoyas, quien destaca el compromiso de los operadores locales por posicionar este destino preincaico en los principales escaparates internacionales:
“Estamos trabajando duro. Esta es una zona remota del Perú y todavía muchos no conocen qué es Chachapoyas. Por eso estamos aquí, en Perú Travel Mart”, afirma Llaja, quien además subraya el trabajo conjunto con el Gobierno Regional del Amazonas para impulsar la marca Mundo Chachapoyas en otras ferias internacionales como Fitur en Madrid o ITB en Berlín.
“Chachapoyas no es un destino de paso”, entre naturaleza, historia y cultura viva
Entre sus principales atractivos, Kuélap brilla con luz propia. Este complejo arqueológico —tres veces más antiguo que Machu Picchu— es considerado “el Machu Picchu del norte”. Con 1500 años de historia, sus imponentes murallas y arquitectura en lo alto de la montaña ofrecen una experiencia única en el continente.
Otro icono natural es la catarata de Gocta, con 771 metros de altura y un microclima que alberga más de 200 especies de aves. Entre ellas, destacan el gallito de las rocas, ave nacional del Perú, y el endémico colibrí cola de espátula, considerado uno de los más bellos del mundo.
En el plano cultural y arqueológico, Chachapoyas alberga auténticos tesoros como los Sarcófagos de Carajía, un patrón funerario único en el mundo, y los mausoleos de Revash, además del Museo Leymebamba, que resguarda más de 200 momias en excelente estado de conservación. Para los más aventureros, existen rutas de trekking por los Caminos del Inca y las llamadas Ciudades Perdidas, con recorridos de 3 a 4 días.
“Chachapoyas no es un destino de paso. Es una experiencia completa que merece al menos 20 días para conocerla a fondo”, asegura el operador.
Un destino para el turismo familiar, privado y vivencial
El perfil de visitante que atrae Chachapoyas es principalmente familiar o de grupos privados que buscan una inmersión cultural auténtica. El objetivo no es solo mostrar paisajes, sino transmitir la idiosincrasia amazónica, desde su forma de vida hasta las técnicas ancestrales de elaboración de cerámica o textiles.
Aunque recibe viajeros de diversas nacionalidades, el turista argentino representa actualmente su principal mercado internacional. Las conexiones aéreas parten desde Lima, con vuelos de una hora y veinte minutos, y se proyecta una mejora significativa con la próxima apertura del aeropuerto de Jaén, que reducirá el trayecto terrestre a unas cuatro horas. También se puede acceder desde Tarapoto, Chiclayo o Cajamarca mediante rutas escénicas de 8 a 10 horas en coche.
Turismo místico: la espiritualidad como experiencia en el norte de Perú
Los antiguos pobladores de esta región fueron considerados chamanes y guardianes de saberes espirituales. Por ello, ha cobrado fuerza el turismo místico, especialmente en torno a Kuélap, considerado un sitio sagrado. “Lo organizamos en paquetes de 4 a 6 días, según el tiempo disponible del viajero. Es una especie de peregrinación moderna hacia la esencia de los Chachapoyas”, explica Llaja.
Con una oferta tan amplia como diversa, Mundo Chachapoyas se posiciona como un destino integral, preparado para recibir al visitante que busca autenticidad, historia y conexión profunda con la naturaleza y la cultura.