Nepal: cuando la agitación política se cruza con el turismo

12 de Septiembre de 2025 2:24pm
Jorge Coromina
Nepal

 

La inestabilidad política que atraviesa Nepal amenaza con frenar uno de los motores más importantes de su economía: el turismo. En las últimas semanas, protestas masivas desatadas tras la controvertida prohibición de redes sociales degeneraron en violencia callejera, incendios en edificios públicos y privados, y la posterior dimisión del primer ministro K.P. Sharma Oli. La crisis no solo reconfigura el panorama político del país, sino que ya está repercutiendo en la llegada de visitantes internacionales.

Los disturbios más graves se han concentrado en Katmandú, donde se registraron enfrentamientos con la policía y la quema de varios inmuebles, incluidos hoteles de lujo. Estas imágenes han provocado que países como India, Reino Unido y Estados Unidos emitan advertencias de viaje, recomendando a sus ciudadanos evitar desplazamientos no esenciales al territorio nepalí. Las alertas, unidas a los toques de queda impuestos por el Ejército, impactan directamente en la percepción de seguridad del país.

El sector turístico, que aporta alrededor del 7% al PIB nepalí, ya comienza a sentir los efectos de la crisis. Operadores locales reportan cancelaciones masivas en reservas de hoteles, circuitos de montaña y actividades culturales. Agencias de viaje internacionales han suspendido la venta de paquetes hacia Nepal, mientras aerolíneas como IndiGo interrumpieron temporalmente vuelos hacia Katmandú para evaluar la situación.

Además de la caída inmediata en la llegada de visitantes, la crisis genera un efecto dominó en la economía nacional. Miles de familias dependen del turismo, desde guías de montaña y porteadores hasta artesanos y pequeños empresarios de hostelería. Con menos viajeros y más incertidumbre, muchos negocios enfrentan la perspectiva de cierres temporales o pérdidas significativas en plena temporada alta.

A corto plazo, la recuperación luce complicada. La infraestructura turística ha sufrido daños, la movilidad dentro del país está limitada y la imagen internacional de Nepal se ha visto seriamente deteriorada. 

Incluso si se logra un gobierno de transición estable, será necesario un esfuerzo coordinado para restablecer la confianza en el destino. Expertos señalan que la reactivación dependerá tanto de la seguridad en las calles como de un mensaje claro de apertura al exterior.

Conocido por sus paisajes del Himalaya, la espiritualidad de sus templos y su hospitalidad, Nepal ha sorteado crisis en el pasado, desde conflictos internos hasta el devastador terremoto de 2015. 

Sin embargo, el nuevo escenario político pone de relieve la fragilidad de una industria que depende de la estabilidad y la percepción internacional. Hoy, más que nunca, el futuro del turismo nepalí se juega no solo en los senderos de montaña, sino también en el terreno político.

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