Nueva tarifa de visado en EE.UU. entrará en vigor en 2026
A partir de 2026, los solicitantes de visas no inmigrantes para ingresar a los Estados Unidos deberán enfrentar un nuevo cargo adicional, de acuerdo con lo establecido en el proyecto de ley federal de gasto denominado One Big Beautiful Bill Act. Esta medida, que introduce una "Visa Integrity Fee", podría tener un impacto negativo en los vínculos entre las Islas Vírgenes y el resto del Caribe, especialmente en el contexto de los viajes familiares y regionales.
La nueva tarifa mínima será de $250 dólares y se aplicará a todas las categorías de visas no inmigrantes, sumándose al actual cargo de $185 por procesamiento, lo que elevará el costo total de una solicitud aprobada a $435 dólares. El monto estará indexado a la inflación y se ajustará cada año fiscal. Además, no se permitirán exenciones de este cargo.
Según el texto de la ley, el reembolso de la tarifa sólo será posible si el titular demuestra haber cumplido con todas las condiciones de la visa y haber salido de Estados Unidos dentro de los cinco días posteriores a su expiración. Si no se cumple con este requisito, el dinero será transferido al fondo general del Tesoro estadounidense.
La medida preocupa a muchos residentes de las Islas Vírgenes, donde gran parte de la población ha emigrado desde otras partes del Caribe, creando fuertes vínculos familiares y comunitarios a través de la región. Si bien el nuevo cobro no afecta directamente al turismo dentro del territorio –que recibe principalmente visitantes del continente estadounidense–, podría poner en riesgo la movilidad regional y afectar los esfuerzos del gobierno local por fortalecer la conectividad intercaribeña.
Además del incremento en el costo de la visa, los solicitantes que residen en países sin embajada de EE.UU. también deberán asumir los gastos de viajes a otro país, boletos aéreos y alojamiento, lo que encarece aún más el proceso.
Desde la industria turística, las reacciones no se han hecho esperar. Según Geoff Freeman, presidente de la U.S. Travel Association, este nuevo cargo actúa como un arancel autoimpuesto sobre una de las principales exportaciones del país: el gasto en turismo internacional. “Estas tarifas no se reinvierten en mejorar la experiencia de viaje, sino que desincentivan la visita de extranjeros en un momento en que los viajeros ya están preocupados por los altos costos y la acogida”, afirmó Freeman.
Un reciente informe del World Travel & Tourism Council reveló que Estados Unidos será el único país, entre 184 analizados, que sufrirá una reducción en el gasto de visitantes internacionales en 2025, lo que refuerza las críticas hacia políticas que encarecen aún más el acceso al país.
A medida que se acerca la implementación de la Visa Integrity Fee, crecen las preocupaciones sobre cómo estas medidas afectarán la dinámica familiar, los lazos culturales y la integración regional entre las Islas Vírgenes y el Caribe insular, en un momento en que el fortalecimiento de dichas relaciones se considera clave para el desarrollo económico y social del área.




