¿A qué precio la fiesta? Cómo pueden influir los precios de los boletos en la asistencia a los estadios y en el turismo durante el Mundial 2026
La decisión de la FIFA de emplear precios dinámicos y una amplia horquilla de tarifas —desde US$60 para entradas de fase de grupos hasta cifras que pueden superar los US$6.700 para la final— no solo ha encendido el debate sobre la accesibilidad del torneo: también condicionará quién asiste a los partidos y cuántos visitantes internacionales y nacionales viajarán a Estados Unidos, Canadá y México para la Copa.
En términos económicos básicos, la demanda de asistencia a eventos deportivos responde al precio, pero también a la importancia del partido y al ingreso disponible de los aficionados. Los economistas del deporte coinciden en que la elasticidad precio de la demanda varía: los partidos de alto impacto (finales o enfrentamientos entre grandes selecciones) son menos sensibles al precio, mientras que los encuentros de menor relevancia sufren caídas mayores en asistencia cuando las entradas suben. En otras palabras: subir mucho los precios afectará sobre todo a los partidos menos atractivos y al público casual.
Eso tiene efectos prácticos sobre la ocupación de los estadios en 2026. Con 48 selecciones y 104 partidos repartidos en 16 sedes, el torneo generará una mezcla de partidos de máxima atracción y otros con interés más local. Si la dinámica de precios eleva de forma sostenida el coste total de asistir (boleto + viaje + alojamiento), cabe esperar que:
- Los estadios mantengan alta ocupación en los partidos estrella.
- Los encuentros con selecciones pequeñas o en días laborables sean los más afectados por la falta de público de paso.
- Aumente la brecha socioeconómica entre quienes pueden permitirse paquetes completos y quienes quedan fuera.
En materia de turismo, las proyecciones apuntan a un impacto importante pero desigual entre países y ciudades sede. Se calcula una asistencia total de entre 5,5 y 6,5 millones de entradas ocupadas durante el torneo, con efectos significativos en la ocupación hotelera y el gasto turístico. Sin embargo, el número de turistas internacionales dependerá de factores adicionales: disponibilidad de boletos, tarifas aéreas, políticas de visado y la percepción de costos y seguridad en cada destino.
Desglosando por país:
- Estados Unidos: se espera que el turismo interno sostenga buena parte del flujo de asistentes. Aun así, el gasto de visitantes internacionales en 2025 mostró cierta desaceleración, por lo que la recuperación dependerá de precios competitivos en transporte y alojamiento. Si los boletos y los paquetes se encarecen demasiado, el país podría depender más de su propio mercado doméstico.
- México: las proyecciones estiman beneficios de hasta US$7.000 millones en impacto económico y una fuerte afluencia de aficionados latinoamericanos. La proximidad geográfica y la cultura futbolera jugarán a su favor, aunque los precios elevados seguirán excluyendo a muchos seguidores locales.
- Canadá: con menos sedes y un mercado turístico más limitado, dependerá del turismo nacional y de visitantes de Estados Unidos y Europa. Los costos de vuelos y visados pueden limitar la llegada de grandes contingentes si el precio total (boleto + viaje + alojamiento) se dispara.
Hay además un efecto multiplicador: si la reventa y la plataforma oficial permiten precios inflados, los paquetes de hospitalidad y los viajes organizados por operadores turísticos se volverán aún más demandados, desplazando parte del público hacia productos premium. Esto puede aumentar el gasto medio por turista (beneficioso para la economía local), pero reducir el número total de visitantes que puedan permitirse la experiencia.
Para mitigar los riesgos de menor afluencia, las ciudades sede y los gobiernos locales podrían:
- Crear fan zones gratuitas o de bajo costo con pantallas gigantes y actividades para quienes no consigan entradas.
- Promover paquetes accesibles que combinen transporte y entradas básicas.
- Asegurar ofertas hoteleras alternativas y precios transparentes para evitar abusos.
- Coordinar con FIFA y aerolíneas promociones que reduzcan el coste total del viaje para los turistas internacionales.
En resumen: los precios de los boletos serán un factor decisivo que moldeará la asistencia a los estadios y la composición del turismo en los tres países anfitriones. Un escenario de precios moderados y acceso amplio fomentará la participación masiva y la diversidad; en cambio, un modelo de precios altos y dinámicos priorizará los ingresos por asistente, pero podría reducir el alcance social y cultural del evento. Las políticas locales —fan zones, paquetes asequibles y transparencia en precios— serán claves para que la Copa del Mundo 2026 siga siendo, además de un negocio monumental, una fiesta popular y global.




