Protestas contra el turismo se intensifican en España, Portugal, Italia y Francia este verano

Los activistas anti-turismo han anunciado nuevas acciones de protesta este verano en algunos de los principales destinos vacacionales de Europa. Al menos 15 grupos de España, Portugal, Italia y Francia se reunirán el próximo mes en Barcelona para coordinar nuevas manifestaciones. La Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico afirmó que su objetivo es "fortalecer la red de los territorios del sur de Europa contra los turistas".
El mes pasado, la creciente frustración de los residentes en Ibiza llevó al bloqueo del mirador de Es Vedrà, un famoso punto de observación donde miles de visitantes se reúnen para ver la puesta de sol. Los propietarios del terreno colocaron enormes rocas para impedir el acceso, alegando que estaban hartos de las multitudes que invadían el lugar.
En Tenerife, la tensión escaló la semana pasada con un acto de sabotaje en el que un grupo de activistas incendió y destrozó varios coches de alquiler como forma de protesta. La creciente oposición al turismo en las islas responde a las quejas de que los turistas están disparando los precios de los alquileres y empeorando la crisis del costo de vida, lo que está forzando a muchos residentes a abandonar sus hogares.
El año pasado, manifestantes enfurecidos ya habían llevado sus protestas a las calles, señalando a los turistas como responsables de la crisis habitacional. Algunos activistas han llegado a amenazar con bloquear aeropuertos para hacer más visible su descontento.
En octubre, otra protesta masiva sacudió la playa de Troya, en Las Américas (Tenerife), cuando cientos de manifestantes sorprendieron a los turistas con pancartas y consignas como "Más turistas, más miseria" y "Las Islas Canarias no están en venta". La multitud recorrió la playa golpeando tambores y soplando silbatos, interrumpiendo a los veraneantes que disfrutaban del sol.
Con la llegada del verano, se espera que estas protestas se intensifiquen en diversos puntos turísticos de Europa, generando más tensiones entre residentes y visitantes.