República Dominicana capitaliza el desvío de turistas tras el impacto del huracán Melissa
La República Dominicana se prepara para absorber una oleada de turistas desviados desde Jamaica y otros destinos del Caribe, tras la devastación causada por el huracán Melissa, al autorizar 800 vuelos adicionales entre operaciones regulares y chárter en los próximos ocho meses.
Las autoridades explicaron que la medida busca responder al fuerte aumento de la demanda justo antes de la temporada alta de invierno, permitiendo al país reposicionarse como uno de los principales refugios turísticos de la región mientras otros destinos aún enfrentan daños en su infraestructura.
Según la Asociación de Hoteles y Turismo dominicana, los establecimientos tienen la capacidad suficiente para recibir este incremento de visitantes, con una ocupación media proyectada superior al 95% durante las fiestas de fin de año. Solo en octubre, la ocupación hotelera subió al 63%, frente al 58% registrado en septiembre.
Entre enero y octubre, el país ha recibido más de ocho millones de visitantes internacionales, consolidando su fortaleza como destino líder en el Caribe. En octubre, las llegadas alcanzaron más de 672.000 turistas, frente a los 575.600 del mes anterior, y las autoridades esperan un nuevo repunte en noviembre.
Mientras tanto, Jamaica continúa en fase de recuperación tras el paso del huracán, que tocó tierra el 28 de octubre como tormenta de categoría 5. El ministro de Turismo, Edmund Bartlett, confirmó múltiples cancelaciones de vuelos, así como el cierre prolongado de grandes hoteles, algunos de los cuales no reabrirán hasta mediados o finales de 2026.
Aunque los cruceros han vuelto parcialmente a Jamaica con unos 32.000 pasajeros desde el desastre, la infraestructura sigue seriamente afectada: solo el 76% de la red eléctrica y el 82% del suministro de agua han sido restablecidos. Las autoridades también confirmaron 45 fallecidos y 16 desaparecidos, además de brotes de leptospirosis con al menos 11 muertes.
Este escenario está permitiendo a la República Dominicana reposicionarse estratégicamente, captando una parte significativa del flujo turístico desviado y reforzando su papel como potencia turística regional, en un momento clave para el económico del Caribe.




