Rumanía pierde terreno en turismo internacional y recibe menos visitantes que en la era socialista

07 de Noviembre de 2025 4:48pm
Redacción Caribbean News Digital
Rumania

 

Rumanía atraviesa un retroceso preocupante en su industria turística. Según la Asociación Nacional de Agencias de Viajes (ANAT), el país recibe hoy menos turistas internacionales que durante el período socialista, siendo el único país de Europa en esta situación. En 1980, Rumanía registró más de 3,4 millones de turistas extranjeros, mientras que actualmente apenas supera los 2 millones. Tras la Revolución de 1989, la cifra se acercó nuevamente a los 3,2 millones, impulsada por la curiosidad de los visitantes ante un país recién abierto, pero ese impulso se desvaneció sin una estrategia de largo plazo.

ANAT sostiene que, tras décadas de democracia e integración en la Unión Europea, la falta de inversión, visión y políticas coherentes ha impedido consolidar a Rumanía como un destino competitivo. La entidad critica que, pese a existir incentivos legales para fomentar el turismo receptivo, como bonos para agencias que traen visitantes extranjeros, las autoridades no los han puesto en práctica. Además, el presupuesto de promoción internacional asciende apenas a 2 millones de euros anuales, la mayor parte destinada a ferias y no a campañas estratégicas.

El contraste con países vecinos es contundente. ANAT advierte que Albania recibe casi seis veces más turistas que Rumanía; Hungría, también seis veces más, pese a tener menor población; y Bulgaria triplica la llegada de visitantes. La diferencia se vuelve abismal en comparación con destinos líderes como Francia (101 millones), España (94 millones) y Grecia (más de 40 millones). Para ANAT, este es “el único indicador macroeconómico en el que Rumanía rinde peor que antes de 1989”.

Aunque en 2023 se registraron 14,78 millones de entradas de extranjeros en la frontera, solo entre 1,5 y 2,2 millones correspondieron a turistas reales que pernoctaron en alojamientos. La mayoría fueron simplemente viajeros en tránsito. ANAT subraya que lo que realmente genera impacto económico son las pernoctaciones, el gasto local y la experiencia que el visitante se lleva, porque eso influye en la reputación del destino.

La organización atribuye la crisis al “cambio crónico de políticas”. Cada nuevo gobierno modifica estructuras, prioridades, campañas y marcas, lo que impide construir una identidad turística consistente. Sin estrategias plurianuales ni financiación estable, Rumanía no logra posicionarse con claridad en el mercado global, pese a contar con fortalezas como naturaleza intacta, patrimonio cultural y ciudades medievales únicas.

ANAT advierte que mantener el actual rumbo podría costar al país miles de millones de euros en ingresos y la pérdida de decenas de miles de empleos en sectores como hotelería, transporte, cultura y comercio. Por ello, pide que el turismo receptivo sea tratado como un sector estratégico, con políticas previsibles, alianzas público–privadas y una visión de largo plazo que convierta al turismo en una verdadera exportación de servicios.

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