Trump considera ampliar el veto migratorio a 36 países más
La administración del expresidente Donald Trump, en su segundo mandato, está evaluando una ampliación significativa del veto migratorio impuesto a inicios de junio. Según un memorando interno del Departamento de Estado obtenido por Reuters, ciudadanos de hasta 36 nuevos países podrían enfrentar restricciones de entrada a Estados Unidos en los próximos meses.
Esta medida se sumaría a la proclamación ya vigente que prohíbe el ingreso de personas provenientes de 12 países, bajo el argumento de proteger al país de amenazas relacionadas con el terrorismo extranjero y vulnerabilidades en la seguridad nacional. El nuevo veto se enmarca dentro de una estrategia más amplia de endurecimiento migratorio, que también incluye deportaciones de venezolanos con supuestos vínculos criminales, restricciones a estudiantes extranjeros y medidas para acelerar expulsiones.
Un cable diplomático interno firmado por el secretario de Estado Marco Rubio advierte que los 36 países señalados deben cumplir con ciertos criterios de seguridad y cooperación migratoria en un plazo de 60 días o enfrentarán una suspensión total o parcial de entrada. Entre los problemas identificados están la falta de colaboración para aceptar deportados, débil seguridad en pasaportes, documentación poco confiable, sobreestadías de visas y casos de actitudes antisemitas o antiestadounidenses. No todos los países presentan todos los problemas citados, aclara el documento.
Los países bajo evaluación incluyen a Egipto, Ghana, Nigeria, Siria, Uganda, Zambia, entre otros, así como pequeñas naciones insulares como Antigua y Barbuda, Dominica, Tonga y Tuvalu. Muchos de ellos no tienen antecedentes recientes de tensiones diplomáticas con Estados Unidos, lo que ha generado sorpresa entre expertos en relaciones exteriores.
El actual veto migratorio ya afecta a ciudadanos de Afganistán, Irán, Somalia, Yemen y Sudán, entre otros. Además, otras siete naciones, incluyendo Cuba, Laos y Venezuela, enfrentan restricciones parciales. Estas políticas recuerdan al primer mandato de Trump, cuando impuso un veto a países musulmanes que fue finalmente avalado por la Corte Suprema en 2018.
Aunque un funcionario del Departamento de Estado evitó confirmar detalles, declaró que "Estados Unidos revisa constantemente sus políticas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos" y reafirmó el compromiso con "los más altos estándares de seguridad nacional y seguridad pública en los procesos de visado".




