Venecia aprueba tarifa para "daytrippers" a partir de 2024

Venecia, una ciudad inundada por el turismo, aprobó el martes las directrices para poner a prueba una nueva tasa para los turistas de un día o daytrippers durante los fines de semana de máxima afluencia el próximo año.
El ayuntamiento dio luz verde a las directrices, modificando los planes anteriores para una tasa que se anunció hace un año. La aprobación definitiva del plan se someterá a consideración el 12 de septiembre.
La tasa, inicialmente de 5 euros (5,50 dólares) por viajero de un día, "no es un instrumento para hacer caja", afirma el ayuntamiento en un comunicado. En su lugar, la estrategia pretende mejorar la calidad de vida del menguante número de residentes a tiempo completo de Venecia, así como de los visitantes que pernoctan, que ya pagan un impuesto de hospedaje y, por tanto, estarán exentos de la tasa.
La prueba durará unos 30 días y tendrá lugar en 2024 los fines de semana de primavera que abarcan las fiestas nacionales italianas y los fines de semana de verano. La ciudad fijará los días exactos de la prueba en las próximas semanas.
"El objetivo es desincentivar el turismo diario en determinados periodos, en consonancia con la fragilidad y singularidad de la ciudad", señala el comunicado.
Entre las personas exentas de la tasa figuran las que se desplazan a trabajar a Venecia o a las islas menores, los estudiantes, los residentes en la región del Véneto, que incluye la ciudad, y los que pagan impuestos sobre la propiedad local. La tasa se aplicará a los turistas mayores de 14 años.
Aproximadamente cuatro quintas partes de todos los turistas vienen a Venecia solo por un día. En 2019, el último año completo de turismo antes de la pandemia del COVID-19, unos 19 millones de turistas de un día visitaron Venecia y proporcionaron sólo una fracción de los ingresos de los que se quedaron al menos una noche.
Con sólo unas pocas horas para pasar en Venecia, los turistas de un día tienden a acudir en masa a la Plaza de San Marcos y a otros lugares de visita obligada, lo que se suma al tráfico peatonal que hace que caminar por las estrechas calles de la ciudad o por algunos de sus puentes sea una lenta caminata.
La estrategia de las tasas se debatió hace unos años, pero quedó en suspenso durante la pandemia. Las restricciones a los viajes durante gran parte de la epidemia hicieron que el turismo en Venecia casi desapareciera, y que los venecianos tuvieran su ciudad prácticamente para ellos solos por primera vez en décadas.
El turismo masivo comenzó a mediados de los años sesenta, y el número de visitantes no ha dejado de aumentar. Mientras tanto, el número de venecianos que viven en la ciudad ha disminuido constantemente debido a la congestión, el alto coste del transporte de alimentos y otros productos en una Venecia sin coches, y las frecuentes inundaciones que dañan hogares y negocios.
En 1970, el centro histórico de Venecia -excluidos los habitantes de las pequeñas y pintorescas islas venecianas de Murano y Burano- tenía una población de 110.000 habitantes. El año pasado, esa cifra se había reducido a apenas 50.000.