CHTA insta a EE.UU. a considerar excepciones para el Caribe ante nuevas tarifas portuarias

La Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA) instó al gobierno de Estados Unidos a reconsiderar las propuestas de tarifas y cargos por servicios portuarios, advirtiendo sobre sus posibles repercusiones negativas en el comercio y el turismo bilateral. En una declaración emitida desde Miami, la organización subrayó la importancia de preservar y fortalecer los vínculos económicos y turísticos entre ambas regiones, en particular con el estado de Florida.
La CHTA, que representa los intereses del sector turístico privado en el Caribe, respondió a una convocatoria de comentarios de la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR) respecto a un nuevo cargo de hasta 1,5 millones de dólares por escala de buques fabricados o con bandera china. Según la asociación, esta medida, sumada a posibles aranceles, elevaría considerablemente los costos de importación, afectando tanto al turismo terrestre como al crucerismo, y desincentivando la llegada de visitantes y su gasto en destino.
Aunque la entidad reconoció el objetivo estadounidense de promover el uso de buques de carga construidos en EE.UU., advirtió sobre los efectos no deseados de dicha política, especialmente por su momento inoportuno, cuando la región apenas comienza a recuperarse de los efectos de la pandemia. La CHTA presentó datos contundentes que evidencian el valor del turismo de estancia y crucero para ambas regiones, así como los desafíos logísticos que enfrentan las navieras de EE.UU. y el Caribe ante una transición forzada.
El presidente de la CHTA, Sanovnik Destang, destacó los beneficios socioeconómicos del turismo, como la creación de empleos, oportunidades empresariales e ingresos fiscales. “La región apenas empezaba a ver la luz al final del túnel con la recuperación de muchos negocios turísticos tras el impacto de la pandemia”, señaló. “Sin embargo, seguimos siendo extremadamente vulnerables a los altos costos operativos, en especial de alimentos y bebidas, agravados por cinco años de inflación. Un tercio de nuestras empresas reportaron pérdidas netas en 2024”, añadió.
En su presentación ante la USTR, la CHTA se alineó con la Organización del Sector Privado de CARICOM (CPSO) y con intereses marítimos que prestan servicios al Caribe, solicitando exenciones para la región y la protección de pequeñas compañías navieras que operan a través de múltiples puertos de transbordo.
Entre los países y territorios caribeños propuestos para estas exenciones figuran: Anguila, Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Bonaire, Islas Vírgenes Británicas, Guyana, Islas Caimán, Curazao, Dominica, República Dominicana, Granada, Guadalupe, Haití, Jamaica, San Bartolomé, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Martín, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y las Islas Turcas y Caicos. Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. estarían incluidas como territorios estadounidenses.
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el turismo generó 91.200 millones de dólares en 2024 para las economías del Caribe y más de 2,9 millones de empleos. De los 68 millones de visitantes que recibió la región ese año, la mitad llegó en cruceros y la otra mitad se hospedó en hoteles y otros alojamientos, de acuerdo con la Organización de Turismo del Caribe (CTO).
Estados Unidos es el mayor proveedor de alimentos y bebidas del Caribe, rubros que constituyen los costos de insumo más altos en la industria. Entre el 70% y 80% de estos productos llegan a través de envíos marítimos desde EE.UU., según la CPSO.
El impacto sería especialmente significativo en Florida, desde donde zarpan la mayoría de los cruceros hacia el Caribe. Además, estos barcos son abastecidos por proveedores y embarcadores con sede en dicho estado, lo cual beneficia ampliamente a empresas, empleos y recaudación fiscal estadounidense.
La CPSO estima que cada turista de estancia en el Caribe contribuye con 944 dólares a las importaciones incrementales de EE.UU., lo que representa alrededor de 6.200 millones de dólares en exportaciones a países de CARICOM en 2023. En tanto, cada pasajero de crucero aportaría 23 dólares, lo que suma aproximadamente 300 millones de dólares en exportaciones a la región ese mismo año.
“Dadas las claras ventajas mutuas de una industria turística caribeña dinámica y en el espíritu de la colaboración, el libre comercio y la democracia, confiamos en que nuestras recomendaciones sean consideradas y adoptadas en beneficio de todos”, concluyó Destang.