Chile: Los polémicos escáneres corporales de aeropuertos se exhiben en FIDAE 2010

Chile. Los escáneres corporales que en los últimos meses levantaron polémica en varios países europeos, que incluso están valorando si los instalan o no en sus aeropuertos, están expuestos esta semana en la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE), que se celebra en Santiago hasta el próximo domingo.
Estos sistemas "son una herramienta fundamental para mejorar la seguridad y frustrar así potenciales amenazas terroristas", destacaron los fabricantes de Eqo y Body Scaner, las marcas con las que se comercializan los aparatos, según refiere un despacho de EFE.
El Eqo es un escáner corporal que ofrece imágenes en tiempo real, en vez de fotografías instantáneas. La resolución y la velocidad de inspección se basan en ondas milimétricas que son inocuas para el ser humano, explicó a EFE Eduardo Parodi, ejecutivo de Smiths Detection, la empresa fabricante.
En tanto, el Body Scaner, que emite bajas dosis de rayos X, está diseñado para inspecciones en zonas sensibles del cuerpo. "El sistema puede detectar cualquier tipo de material explosivo, armamento y narcóticos, incluso dentro de las personas", explicó Parodi.
En todo caso, los fabricantes advierten de que estos sistemas no constituyen una "solución cien por ciento" al problema de la inseguridad aeroportuaria, sino que más bien son una herramienta que complementa el trabajo de la inteligencia policial, los perros y los detectores de metales.
Los escáneres corporales ya comenzaron a utilizarse de forma experimental en el aeropuerto parisino Charles de Gaulle, con carácter voluntario para los pasajeros con destino a Estados Unidos, a la espera de la entrada en vigencia de una ley que regule su uso.
En tanto, los aeropuertos británicos de Heathrow (oeste de Londres) y Manchester también empezaron a usar estos avanzados aparatos que permiten ver qué llevan los pasajeros bajo la ropa con el fin de reforzar la seguridad aérea.
La implementación de estos artilugios ha sido criticada por organizaciones defensoras de las libertades civiles, que consideran que estos escáneres invaden la intimidad de los viajeros.
"No se trata de atentar contra la dignidad de la persona, sino de salvaguardar su seguridad", apuntó Parodi.
Para minimizar la invasión de la privacidad los operadores de los escáneres no están cerca de las personas que son inspeccionadas, de manera que no hay "contacto visual" entre ellos, explicaron los fabricantes.
Salvo que exista un requerimiento judicial, las imágenes son eliminadas cada cierto tiempo, para evitar su posterior manipulación con otros fines, aseguraron las fuentes entrevistadas por EFE.
En la actualidad ya hay medio centenar de estos aparatos funcionando en puestos fronterizos, aeropuertos y prisiones de todo el mundo.