España: Cumbre UE-América Latina abogará por estrechar colaboración entre estas regiones
España. La Cumbre UE-América Latina y Caribe, del próximo 18 de mayo en Madrid, se anuncia como necesaria tribuna para hablar de una alianza estratégica frente a desafíos globales, como la regulación financiera, la reforma de los principales organismos de la ONU, paz y seguridad o el cambio climático.
La coyuntura mundial favorece este acercamiento entre ambas regiones, que suman 60 países con más de mil millones de habitantes, un 25 por ciento del PIB mundial y un tercio de los estados de la ONU.
El secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de La Iglesia, ha destacado la importancia de que la Unión Europea y América Latina dejen de ser "socios biregionales" para convertirse en "socios estratégicos en el escenario global".
La "Declaración de Madrid", según el proyecto que analizarán los presidentes, hace hincapié en ese sentido en reforzar la voz de los países en desarrollo en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), reformar los principales organismos de la ONU para que sean más representativos y eficaces, mejorar los mecanismos de regulación financiera, rechazar el proteccionismo e impulsar la cooperación contra el terrorismo, crimen organizado y narcotráfico.
También contempla la creación de un fondo europeo para favorecer la integración regional y la cohesión social, el desarrollo de infraestructuras y un plan de acción para los dos próximos años con varias áreas prioritarias como migración, seguridad o energía.
Latinoamérica aboga por una participación mucho más activa de los países emergentes en un nuevo orden político y económico mundial.
Brasil, la economía más grande de Sudamérica, reclama desde hace años un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y quiere el respaldo de la UE.
Los jefes de estado y de gobierno de 27 países europeos y 33 de América Latina y el Caribe celebrarán su cumbre bianual en un escenario convulso en el viejo continente.
La crisis griega obligó a la UE a aprobar este lunes el mecanismo de rescate económico más importante de su historia para evitar el contagio y asegurar la estabilidad financiera de Europa.
El desempleo, el abultado déficit público y las tensiones en los mercados traban la recuperación de la eurozona que apenas crecerá un 1 por ciento este año.
Sin embargo, al otro lado del Atlántico y desde la cumbre biregional en Río en Janeiro en 1999, es ésta la primera vez que América Latina se presenta como uno de los motores del relanzamiento económico global con un crecimiento estimado por el FMI del 4 por ciento para este año y el próximo, aunque con marcados contrastes en la región.
Brasil, Chile, Colombia, México y Perú son los que crecerán con más vigor gracias al alza de los precios de las materias primas que exportan, mientras que los países de Centroamérica y Caribe, más dependientes de las importaciones, el turismo y las remesas de sus emigrantes tendrán un avance más débil.
La crisis internacional sorprendió a América Latina y el Caribe en un período histórico de bonanza y progreso que no se apreciaba en la región desde hacía más de 40 años, según un reciente informe de la CEPAL, que recomendó fortalecer el ámbito multilateral.
La Cumbre será el escenario de la firma de un Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Perú y Colombia, mientras que se intenta concluir a contrareloj el que se negocia con Centroamérica desde 2007, pese a las dificultades en el acceso de los lácteos europeos al mercado de la región o las reglas de origen de los textiles centroamericanos.
Por su parte, las negociaciones con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) siguen estancadas desde 2004, por la resistencia de algunos países europeos, como Francia, a abrir sus mercados a los productos agrícolas suramericanos y condicionan el acuerdo a la conclusión de las negociaciones en el seno de la OMC.
Varios organismos regionales han advertido que China y otros países asiáticos podrían desplazar en 2012 a la UE como segundo socio comercial de Latinoamérica, si no se concluyen esos acuerdos de libre comercio.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, cuyo país preside este semestre la UE, lamentó en vísperas de la Cumbre que "los europeos, aparte de Portugal, España y un poco Italia han estado en los últimos años ignorando a América Latina", al centrar su atención en otras zonas del mundo, y deseó que este encuentro marque un punto de inflexión en la relación.
La UE es el primer inversor y el primer donante de ayuda al desarrollo en Latinoamérica y el segundo socio comercial, por detrás de Estados Unidos.