La hazaña de Diana Nyad: un monumento a la perseverancia y la voluntad
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Perseverar por 35 años, durante cinco intentos, siguiendo el sueño de cruzar a nado y sin protección contra tiburones el Estrecho de la Florida, le ha valido a la estadounidense Diana Nyad no sólo el récord de la distancia cubierta y el cruce del peligroso Estrecho, sino además convertirse en un ejemplo de la capacidad humana, que sigue desafiando los límites.
“Nunca debes darte por vencido” y “nunca eres demasiado viejo para perseguir tus sueños", escribió en su Twitter Nyad, que asombró al mundo entero al lograr a los 64 años lo que nadie había logrado, tras llegar a la Florida luego de una dura travesía a nado de alrededor de 53 horas desde La Habana.
Un año atrás, en agosto de 2012, debió abandonar su cuarto intento, afectada por el cansancio y sobre todo por las picaduras de medusas. Las medusas fueron también la causa de que más recientemente abandonara la joven Chloe McCardel, campeona del cruce del Canal de la Mancha y que muchos veían como la futura vencedora del Estrecho de la Florida.
Un tweet de Obama rezaba: “Felicitaciones a Diana Nyad. Nunca renuncies a tus sueños”. Hillary Clinton, entretanto, escribió en su cuenta de Tweeter: “Volar a 112 países es mucho hasta que consideras nadar entre dos. Se siente como si yo estuviera nadando con tiburones, pero tú realmente lo hiciste. Felicidades!”
Nyad dijo en Cuba el día antes de lanzarse al mar abierto que esta vez estaba preparada para protegerse de las medusas con un traje confeccionado con tejido especial, guantes, gorro, una máscara y además una vacuna y una crema para contrarrestar los efectos de sus picaduras.
En el equipo de más de 30 personas que le acompañó había navegantes, médicos y otros profesionales, algunos con barras eléctricas para alejar a los tiburones.
Campeona de larga data, Nyad se convirtió en la mejor nadadora de larga distancia del mundo y tiene en su haber varias marcas, entre ellas la de siete horas y 57 minutos alrededor de la isla neoyorquina de Manhattan, cuando tenía 50 años.