Doctor Jaime Awe, arqueólogo estrella de Belice

07 de Diciembre de 2010 2:24am
webmaster
Doctor Jaime Awe, arqueólogo estrella de Belice

Un Pasaporte Maya, un triatlón que se producirá en el circuito de las ruinas y cuevas mayas de Belice, y una visión novedosa para el mercadeo de los tesoros de ese país, son los puntos a resaltar de esta entrevista con el Dr. Awe, cabeza del Proyecto Maya en la nación centroamericana.

El Mundo Maya está ganando cada día más adeptos. Y es que además de abarcar trescientos mil kilómetros cuadrados de una diversidad natural en la destacan los bosques de tierra alta, selvas tropicales, nubliselva, tierras bajas,  vegetación de dunas costeras, palmeras, manglares y pantanos; cuenta también con extraordinarias cuevas, que son precisamente uno de los puntales de lanza en el mercadeo de las bondades mayas de Belice.

Este curioso país, enclavado al costado derecho de nuestra América central,  ubicado entre Guatemala y el Caribe mexicano, nos llamaba hace mucho tiempo. Gracias a la gentil invitación de su ministro de turismo, Manuel Heredia, y de su directora, Seleni Matus, a quienes entrevistamos  en Barbados el pasado mes de septiembre, en la Conferencia de Estrategia y Liderazgo llevada a cabo por la Organización de Turismo del Caribe (CT0), nuestro sueño se hizo realidad: fuimos por primera vez a Belice, y gozamos de un itinerario formidable diseñado por su agencia de relaciones públicas en los Estados Unidos, y como era de esperar el tema de las festividades mayas por el advenimiento del 2012 no podía quedar fuera.

Por ello, tuvimos la oportunidad de “robar” una hora y media del valioso tiempo del Dr. Jaime Awe, siempre requerido por medios de comunicación de alta factura, como son National Geographic, Discovery Channel, History Channel, Australian Broadcasting, entre otros, y quien ha sido el responsable de identificar los lugares de mayor interés histórico para desarrollar este producto, por el cual crece el interés a un ritmo vertiginoso en los últimos tiempos. Se acerca el 23 de diciembre del 2012, fecha en que acaba el ciclo del calendario maya, y nos interesaba también saber la opinión de Awe a este respecto.

El mismo dice que nadie lo llama para saludarlo. En su momento era el único PHD en Arqueología de su país, y por lo tanto sobre su cabeza recayó diseñar el plan de desarrollo de las áreas mayas. Hoy en día son ocho a las que se ha dedicado el esfuerzo, y dos de ellas son interesantísimas cuevas, museos vivientes en los que él y sus alumnos (en su mayoría estadounidenses), prefirieron dejar todo tal cual y como lo encontraron, por lo que hay esqueletos y escenarios para los sacrificios, con hallazgos para algunos realmente espeluznantes.

“Belice tiene miles de cuevas, y algunas pueden recorrerse en canoa, haciendo rafting o con los salvavidas inflables (tube caving), al menos en algunos trechos. La cueva de La Piedra del Sepulcro fue habilitada hace siete años y no hay una cueva comparable a esta en todo el territorio maya. Las cuevas eran para los mayas algo muy secreto, porque allí practicaban los ritos al dios de la fertilidad, implorando por las lluvias. Algunos de estos ritos consistían en sacrificios humanos, y nuestros guías están capacitados muy profesionalmente para hacer de estas expediciones vivencias inolvidables para quienes las sigan, pero de verdad que esta cueva es imperdible para los fanáticos del mundo maya”, refiere nuestro entrevistado.

¿Y cómo hacen para controlar el impacto ambiental, con la avalancha de turistas interesados en visitar las cuevas?

-Muy fácil, solo hay un determinado número de guías autorizados, y cada uno puede llevar grupos de no más de diez personas.

De abuelos inmigrantes, provenientes del Líbano y México, el Dr. Awe nació en San Ignacio, una pequeña y pintoresca ciudad  de unos diez mil habitantes ubicaba en la zona central del país,  de  una arquitectura muy peculiar que combina el estilo del viejo oeste norteamericano con el colorido de lo tropical. San Ignacio crece a lo largo de la carretera oeste, a unos ciento diez kilómetros de Belize City, y tradicionalmente ha sido favorita de norteamericanos retirados, cuerpos de paz y mochileros. Cuenta con un moderno y lujoso hotel que lleva su nombre, y antes de dejarnos allí para la entrevista con el Dr. Awe,  nuestro guía nos paseó orgulloso por el mercado rebosante de artesanías guatemaltecas y  productos agrícolas, donde tomamos una refrescante agua de coco y compramos miel silvestre.

Rodeados de un paisaje espectacular de montañas verdes y  nubladas, almorzamos con Awe en ésta, su ciudad, de la que es posible ir caminando a uno de estos asentamientos mayas: “Los mayas venían a San Ignacio para llegar a la costa, por eso es que los alrededores son tan interesantes para muchos arqueólogos y viajeros interesados en el tema, y aunque no tenemos estadísticas sobre el turismo educacional son muchísimos los  norteamericanos y canadienses que han venido como estudiantes a los campos escolares y universitarios, como biología marina, arqueología, carreras relacionadas con el medio ambiente, que vuelven con amigos o familia”.

Los comienzos del proyecto en sí se remontan al año 2000,  cuando el flamante Dr. Awe, PHD en arqueología, daba clases en la Universidad de New Hampshire. Fue llamado entonces por la autoridad máxima del turismo en Belice en esa época, para que desarrollara el producto: “Nosotros no quisimos poner todos los huevos en una misma cesta. Por ejemplo, Honduras tiene Copán, Guatemala Tikal, y claro que México está en este negocio hace muchísimo más tiempo, pero me atrevo a afirmar que  la marca del producto maya de Belice es única. La elección de nuestras cuevas y nuestras magníficas ruinas tomó tiempo y mucho estudio”.

¿Y cómo resolvió cuáles explotar turísticamente?

-Hubo que hacer sacrificios, no lo voy a negar, y pensar con la cabeza fría. Para estirar el dinero hubo que decidirse por las que estaban más cerca de las vías de comunicación, como es el caso de Caracol.

Pero habrá gente que no le importe estar varios días en la selva para llegar a una interesante ruina…

-No me lo digas, es así. Pero había que decidirse por las que pudieran formar parte de un circuito, y aquí viene lo novedoso del mercadeo del producto maya beliceño. No queremos divorciarlo del resto del país. Aunque sí estamos organizando un triatlón para el 2012, en el que será posible llegar caminando a una ruina, luego corriendo a otra, atravesar un lago, por canoa, rafting, tube caving, nado.., etc, también estamos enlazando este tipo de turismo con otras actividades ya tradicionales, como por ejemplo el Mes del Cacao en Toledo, que es en agosto, o la Feria de la Costa Maya en San Pedro. Debes saber que el cacao de Toledo se sigue cultivando de la misma forma que los mayas lo hacían, y que es uno de los cacaos más procurados del mundo, utilizado solo para chocolates de suprema calidad, y en el caso de la feria maya pues hay una cantidad de actividades, incluyendo la elección de la reina maya.

Qué idea tan extraordinaria! Pero, ¿qué me dice del 2012 y de la fecha en que acaba el calendario maya?

-Lógicamente ese día tendremos un evento multitudinario, con danzas, bailes, luces y comida típica en una de nuestras más impresionantes ruinas, la de Xunantunich. Pero no quisimos hacer un evento de un solo día. El 23 de diciembre del 2012 es un día como otro cualquiera, y si no lo crees  y piensas que el mundo se va a acabar, acepto que pongas todo a mi nombre (sonríe).

Para culminar con la entrevista nos suelta otra perla: el Pasaporte Maya saldrá a la luz para el 2012, y quienes lo adquieran y completen la visita de todas las ruinas y cuevas tendrán un descuento del 50%.

La invitación para la visita de la cueva de La Piedra del Sepulcro quedó en pie para más adelante, y después del postre Bill y yo  nos despedimos de nuestro interesante y amable entrevistado para visitar con un amable guía las ruinas de Xunantunich, un centro ceremonial que tiene como marco el Rio Mopán, y al que llegamos en un santiamén.  Su pirámide más alta, El Castillo, se eleva a 130 pies de la plaza mayor, y a 250  pies del valle, por lo que las vistas son de ensueño, pero esto lo reseñaremos en otra oportunidad. Lo que sí es seguro es que no olvidaremos el compromiso y engrosaremos la lista de los que procuran al Dr. Awe, quien se ofreció a llevarnos personalmente a esta memorable cueva, lo que sería un verdadero lujo.
 

Back to top