Thomas Meller, director de Desarrollo y Operaciones para la Iniciativa de Turismo del Arrecife Mesoamericano (MesoAmerican Reef Tourism Initiative, MARTI)

13 de Abril de 2011 4:04am
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Thomas Meller, director de Desarrollo y Operaciones para la Iniciativa de Turismo del Arrecife Mesoamericano (MesoAmerican Reef Tourism Initiative, MARTI)

Prácticamente despoblado hace unas cuatro décadas, el corredor turístico Cancún-Riviera Maya cuenta hoy con más de 70.000 cuartos de hotel y recibe unos diez millones de turistas al año, mientras el puerto de cruceros de Cozumel es el segundo a nivel mundial. Frente a esas costas de Quintana Roo y hasta Honduras se extiende por más de 700 Km. el Arrecife Mesoamericano, segundo mayor del mundo y enorme reservorio ecológico. El proyecto MARTI busca orientar el crecimiento hotelero por vías amigables con el entorno, para que la región no pierda su mayor activo: la riqueza natural.

¿Cómo han sido estas jornadas de la duodécima Conferencia de Turismo Sostenible del Caribe (STC-12), celebrada en Bermudas?

-Me invitaron para exponer el caso de la Iniciativa de Turismo del Arrecife Mesoamericano (MesoAmerican Reef Tourism Initiative, MARTI), que trabaja con varios socios y aliados para lograr la aplicación de prácticas sustentables en varios sectores de la industria turística.

¿Cuándo comenzó este proyecto?

-El proyecto MARTI comenzó en octubre de 2006

¿Quiénes fueron sus fundadores y cómo se impulsa?

-La iniciativa es impulsada por tres socios fundadores: Conservation International, con sede en Washington; Coral Reef Alliance, una ONG con sede en San Francisco, California, y Amigos de Sian Ka'an, la tercera organización fundadora, una ONG que apoya proyectos ambientales en Quintana Roo, con la cual trabajo.

¿Cuáles son sus objetivos de trabajo?

-Empezamos a trabajar en varias líneas de acción, principalmente con el sector hotelero, apoyándolo en la implantación de buenas prácticas ambientales a través del establecimiento de sistemas de administración ambiental. También trabajamos con desarrolladores, arquitectos e inversionistas para que los próximos hoteles, resorts y otros desarrollos se construyan de una manera más amigable con el medio ambiente, empleando herramientas como la arquitectura bioclimática y una planeación más sustentable de los proyectos. A la vez, se incluyen otros temas, como la búsqueda de mayor seguridad en nuestra región para el inversionista y para su inversión.

¿Trabajan también con los programas para cruceros y servicios acuáticos?

-En otras líneas de nuestros socios, el caso de Coral Reef Alliance, se trabajan los servicios acuáticos, las empresas que operan lanchas y ofrecen tours de buceo y snorkel, también buscando implementar buenas prácticas medioambientales en esas operaciones. Hay otra línea de acción que abarca las compañías de cruceros. Cozumel, como es sabido, es el puerto de cruceros más grande del mundo, luego de Miami: llegan 2,5 millones de cruceristas cada año. Con el objetivo de lograr que este sector tenga un menor impacto en el medio ambiente, trabajamos con un grupo intersectorial, en el cual se incluyen empresarios de Cozumel. Buscamos que incorporen en su gestión y sus negocios lo que en inglés llamamos Destination Stewardship, gestión de destinos en la industria de cruceros.
No somos ni queremos ser autoridad. Nuestro ángulo es el de la voluntariedad y la asociación, de trabajo conjunto con los actores del sector turístico.

¿Qué considera que pudiera mejorarse de esta conferencia de desarrollo turístico sostenible que organiza la CTO?

-Antes que todo, hay que felicitar a CTO y los organizadores. La conferencia ha llegado a su duodécima edición y se celebra año tras año. El Caribe es muy diverso: muchas islas, muchas culturas, varios idiomas, pero al fin y al cabo la esencia de los retos en la industria del turismo es muy similar, a pesar de los matices de un país a otro. Entonces, contar con un foro donde se pueda conocer de otras experiencias y conceptos en el terreno de la sostenibilidad, y tomar esas experiencias e incluso replicar proyectos, me parece muy importante. Si fuera a señalar algo perfectible en la Conferencia STC, apuntaría a la necesidad de que participen más tomadores de decisiones en estos eventos, para lograr un compromiso verdaderamente efectivo. Que los mismos estados que integran la CTO se comprometan en traer a sus responsables, a sus ministros o directores de turismo, la gente que puede regresar con estas ideas a los países y están en posición de implementarlas allí.

¿Qué puede hacerse para comprometer efectivamente a los gobiernos en estas iniciativas de desarrollo sostenible?

-Bueno, el reto lo vemos en nuestro propio proyecto, y es traer a la iniciativa a todas las instituciones, a los representantes del gobierno y del sector privado; montar todos en el mismo barco para que podamos remar en una misma dirección. Es muy difícil. Y nuestra experiencia está en un solo país, así que si miramos al Caribe como región, a la serie de islas que lo integran y a su diversidad, es apreciable que el reto es mucho mayor.

Entiendo que en años anteriores ha habido en la conferencia STC una mayor presencia de los gobiernos. Tiene que asegurarse una asistencia sostenida, un compromiso. Cada país debiera asistir con al menos dos tomadores de decisiones en este campo del turismo y la sostenibilidad. Quizá pudiera pensarse en no celebrarla todos los años, sino en años alternos, para que no haya problemas de agenda o presupuesto en aquellos que no han podido asistir ahora.

En México, y concretamente en Riviera Maya, en pleno Caribe mexicano, ha habido excesos urbanísticos que han costado mucho en términos de medio ambiente. ¿Qué medidas están tomando el gobierno federal y los gobiernos estaduales y locales para mejorar la infraestructura en un sentido medioambiental?

-La región en que trabajamos, el norte de Quintana Roo, ha tenido un crecimiento hotelero y de infraestructura tremendo. Hubo momentos en estos años en que Playa del Carmen fue el sitio con el mayor crecimiento hotelero  porcentual en América Latina. A veces, por ejemplo, el sector privado que empuja los desarrollos está más adelantado que el sector público, que integra la infraestructura. En nuestra zona, en trabajos de infraestructura, suministro de agua potable, drenaje y tratamiento de agua, se ha hecho un trabajo tremendo en vista del desarrollo acelerado que ha tenido la hotelería, pero aún falta para llevar la cobertura a los niveles que se requiere.

A nivel estatal, también somos el único estado en México que tiene casi toda su costa regularizada a través de los planes de ordenamiento ecológico local (POEL). Hay en todo el estado una planeación de uso de suelo, de conservación, aunque quizá no ha sido suficiente para regular el desarrollo de una manera menos impactante que lo que estamos viendo. Ha habido avances: hoy, por ejemplo, por ley, tenemos una protección ciento por ciento del manglar, aunque haya algunos vacíos en la aplicación, y muchos desarrollos han debido rediseñarse para adaptar su gestión a la protección de ese ecosistema. Es un trabajo que sigue en curso, que no termina, pues los planes de crecimiento del turismo en México son muy ambiciosos. Creo que la conciencia medioambiental ha crecido en los últimos años, a nivel de gobierno, de sector empresarial y de ciudadanos.

Su organización, ¿cuenta con presupuesto privado o público?

-Empezamos principalmente con fondos filantrópicos, de fundaciones y otras instituciones, que buscamos para desarrollar nuestro proyecto sin fines de lucro. Sin embargo, estamos buscando una contribución mayor del propio sector privado. Por ejemplo, en MARTI están hoy 120 hoteles que administran más de 32 mil habitaciones, el 40 o 45% de la infraestructura hotelera del estado. Esos hoteles pagan una cuota simbólica, unos 1.000 dólares anuales. Es un inicio. También estamos diversificando nuestros patrocinadores, buscando fondos de otras instituciones, y en camino de aumentar la contribución del sector privado por los servicios que ofrecemos.

¿Hay algún grupo hotelero en particular que esté más concienciado con esta problemática?

-En la Riviera Maya hay mucha inversión española, y hemos encontrado muchas puertas abiertas en estos negocios, aunque no en todos. Pero estimamos que hay más apertura en esta área que en la de Cancún, donde el mercado es diferente. Catalonia, H10 Hotels y Fiesta Hotel Group serían algunos de los grupos más abiertos. Meliá ha sido muy activo desde antes, con algunas de sus propiedades en el programa de Green Globe antes de que llegara MARTI. En cuanto a Iberostar, el Iberostar Cozumel y otras propiedades han trabajado con nosotros, pero aún tenemos que avanzar. Hay otros grupos y cadenas con programas corporativos, como IHG o Marriott.

Nosotros empezamos en la Riviera Maya, y ahora estamos entrando en Cancún, donde encuentras más de estas cadenas, todavía nos falta ampliar nuestro trabajo con estos grupos, pero ya, por ejemplo, estamos trabajando activamente con AM Resorts; Palace Resorts también es parte de MARTI, estamos empezando con ellos una campaña de concientización del huésped que hemos desarrollado con Travel Foundation Holanda, y queremos explorar la posibilidad de establecer un área natural protegida dentro de una de sus propiedades.

¿Cuál es la meta de MARTI para los próximos tres años?

-Por el propio nombre, como se entiende, estamos concentrados en la región del arrecife mesoamericano. Como primera meta, buscamos que todos los hoteles de Quintana Roo, el Caribe mexicano, incorporen prácticas mas amigables con el medio ambiente, que ya hoy están en operación en algunos complejos; queremos que gran parte de los hoteles que se construyen apliquen técnicas de planeación, diseño y construcción ambiental, desde la ubicación de sus edificaciones y la arquitectura bioclimática hasta el mínimo impacto medioambiental durante la construcción y posteriormente en la operación, y queremos crecer más al sur, pues el arrecife sigue hacia Belice, Guatemala (que no tiene un gran desarrollo turístico en la costa) y Honduras… Queremos multiplicar en esos destinos nuestras experiencias en el Caribe mexicano. Ya hay actividades en Roatán. Ahorita hablé del trabajo con las líneas de cruceros en Cozumel, es algo que también queremos reactivar en Roatán. Igualmente, Belice es un importante puerto de cruceros.

Queremos también aumentar la contribución del sector privado a estos programas, y ampliar el trabajo con los touroperadores, que son muy importantes para los hoteleros pues pueden dar valor en su comercialización a la orientación ambiental de los hoteles. Hay touroperadores como TUI y  Kuoni o Travelife, que tienen programas medioambientales para clasificar los hoteles con que trabajan, y en el Reino Unido está el Sistema de Sostenibilidad Travelife (The Travelife Sustainability System), por el que los touroperadores británicos clasifican hoteles de todo el mundo. Tenemos también muy buenos contactos con el canadiense Transat. Sin embargo, tenemos que trabajar más con los touroperadores estadounidenses.

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