Argentina: Crisis de la aviación comercial no tiene para cuando acabar

06 de Noviembre de 2007 4:09am
godking

Argentina. Continuos retrasos y cancelaciones por huelgas, averías u obras de mantenimiento, cientos de pasajeros varados durante semanas, robos de equipajes, sobornos en las aduanas y mal funcionamiento de los radares son ya rutina en los aeropuertos de este país.

Aerolíneas Argentinas, controlada por el grupo español Marsans, normalizó a fines de la pasada semana sus frecuencias de vuelos domésticos, cancelados o aplazados a raíz de una protesta de los pilotos por el incumplimiento de sus licencias de descanso.

El aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires y el mayor del país, se sitúa a la cabeza de los hurtos a pasajeros, con uno por día, con lo que la demanda de embalaje de seguridad para los equipajes creció un 50 por ciento, según fuentes oficiales.

Al menos ocho personas, dos de ellas miembros de la Fuerza Aérea argentina, fueron detenidas en Ezeiza y en allanamientos a las afueras de Buenos Aires acusadas de presunto contrabando.

En lo que va del año, son más de nueve las huelgas, tanto de personal de vuelo como del de atención en tierra, que han castigado a argentinos y extranjeros con días de espera e interminables colas.

El incumplimiento de los acuerdos laborales por parte de las compañías aéreas, la exigencia de aumentos salariales y la denuncia de falta de personal llevó también a pilotos, técnicos y tripulantes de la chilena Lan Argentina, Aerolíneas Argentinas y su subsidiaria Austral a decretar huelgas indefinidas.

La situación de caos e incertidumbre ante la falta de información así como la frustración por ver trastornados sus planes de vuelo hizo que muchos pasajeros se lanzaran a una batalla campal contra el personal de tierra de los aeropuertos, que incluyó agresiones físicas, lo que motivó varias huelgas como protesta.

No obstante, la reprogramación o directamente la cancelación de los vuelos no solo estuvo provocada por la falta de acuerdo entre empresarios y sindicalistas sino que las aerolíneas también tuvieron que hacer frente a averías de sus aeronaves.

La mala gestión de las compañías que operan en Argentina no ha sido el único problema que ha afectado a los aeropuertos sino que también se han visto gravemente perjudicados por el mal funcionamiento de los radares, que se prolongó desde marzo, cuando un rayo impactó sobre el principal controlador de Ezeiza, el mayor aeropuerto del país, hasta mediados de julio.

Esta situación de inseguridad aérea provocó no solo que varios aviones estuvieran a punto de colisionar en el aire sino que la máxima entidad de aviación civil internacional denunciase que había un "vacío de autoridad y disciplina" y "falta de vigilancia" en el organismo controlador de vuelos de Argentina.

Además, Aeropuertos Argentina 2000, de capitales locales y concesionaria de una treintena de estaciones aéreas del país, decidió llevar a cabo obras en las infraestructuras que también motivaron numeroso retrasos y reubicación de vuelos.

Para colmo de males, las olas de frío polar y los temporales de lluvia y niebla que azotaron a Argentina este año también hicieron que los aeropuertos se vieran obligados a cerrar sus puertas en más de una ocasión.

A principios de octubre tres nuevos escándalos saltaron a la palestra: los robos en los equipajes, la desaparición de una bolsa con 80.000 dólares de la bodega de un avión y los sobornos en las aduanas.

Desde comienzos de año, en el aeropuerto de Ezeiza se han registrado 311 hurtos a pasajeros, además de otros 300 cometidos en el resto de las estaciones aéreas del país, según la Policía de Seguridad Aeroportuaria, lo que disparó la demanda de seguridad en los equipajes.

Todas estas situaciones que ponen de manifiesto una crisis más que palpable de la aviación han provocado reacciones como la del Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, que pidió la creación de una oficina de informes y quejas.

De acuerdo con el dicho "lo barato sale caro", Argentina se mantiene como el país con las tarifas domésticas aéreas más bajas de Latinoamérica, así como también entre las más económicas para vuelos internacionales con destino a EE.UU. y Europa, según un informe del American Express Bussiness Travel Monitor.

Al respecto, el portavoz de Aerolíneas Argentinas, Jorge Molina, aseguró a Efe que la crisis aeronáutica local no es algo nuevo y se debe a la falta de concordancia entre las bajas tarifas y los altos costos del combustible.

Las tarifas han aumentado un 30 por ciento en los últimos cinco años y son fijadas por el Estado, socio minoritario de la aerolínea.

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