Bruselas: Tráfico aéreo europeo sigue restableciéndose este martes en zonas menos afectadas por nube de cenizas
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Bruselas. Luego de que el lunes despegara un tercio del total de aviones previstos, desde la mañana de este martes debe volar entre un 10 y un 15% más de aeronaves en Europa, elevando a entre el 40 y el 45% la cantidad de servicios. Por acuerdo de la Comisión Europea y los ministros de Transporte de la UE, se establecerán tres zonas de riesgo acordes con la concentración de cenizas provenientes del volcán islandés.
Entretanto, los 27 países de la UE pidieron a la Comisión Europea que "mientras no sea efectiva la apertura total del tráfico aéreo", el órgano ejecutivo elabore un plan "que permita la movilidad de los ciudadanos europeos por otros medios de transporte".
Asimismo, los 27 acordaron que "todos los Estados miembros garanticen el pleno funcionamiento de los otros medios de transporte".
En España, todos los aeropuertos estaban abiertos el lunes y el gobierno los propuso como plataforma para permitir que los pasajeros bloqueados en otros continentes puedan aterrizar en el continente europeo.
El lunes sólo despegaron 8.700 vuelos en la zona de responsabilidad de Eurocontrol, el 30% que despega en un lunes, unos 28.000. Sin embargo, el tráfico transatlántico estaba prácticamente normalizado: de los 300 vuelos que llegan habitualmente a la UE cada día, aterrizaron 219, mientras que pudieron despegar hacia el otro lado del Atlántico 233.
Según fuentes de la UE, en próximas horas las autoridades europeas definirán las tres zonas en que dividirán el espacio aéreo europeo "según el grado de afectación" por la nube de cenizas dejado por el volcán islandés.
Eurocontrol calculó que esa diferenciación podría abrir al tráfico el 30% del espacio que se ha cerrado y que para el próximo jueves, excepto haya algún cambio en las condiciones meteorológicas, el tráfico volverá a la normalidad.
La Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) dará a conocer la zona en que quedará prohibido volar hasta que descienda el nivel de concentración de ceniza volcánica en función del estado que muestren las imágenes de satélite, que se actualizan cada seis horas.
Aunque no se ha definido aún esta zona, se adelantó que equivaldrá a un tercio del área afectada en la que está prohibido volar en estos momentos y que posiblemente incluirá a Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y parte de Alemania.
Además de esa franja roja, se fijará un segundo espacio en el que la presencia de estas partículas es sensiblemente menor, por lo que los países pueden decidir autorizar la reanudación de los servicios aéreos.
De momento, la decisión seguirá dependiendo de las autoridades nacionales, aunque el nivel de coordinación entre países de la UE se verá reforzado con este nuevo planteamiento.
"Un país podrá decidir si se reanudan los servicios aéreos en esta segunda zona, pero tendrá que consultar con los demás estados miembros para garantizar una armonización de las medidas a escala europea", aclaró un directivo de Eurocontrol.
Entretanto, la tercera zona incluirá a los países en los que no se haya detectado riesgos de contaminación y donde, por tanto, no existan motivos para cerrar el espacio aéreo.
La limitación de las restricciones responde a las fuertes críticas que lanzó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) a los gobiernos europeos por su gestión de la crisis, al tiempo que pidió cambios en el proceso de toma de decisiones.
Preguntado sobre la tardanza en la toma de decisiones, Rederborn explicó que sólo se pudo comprobar el grado de peligrosidad de las cenizas en ciertas zonas ayer cuando 32 vuelos de prueba despegaron y regresaron a tierra sin daños.
El Ejecutivo comunitario, por su parte, anunció que estudiará las consecuencias económicas para determinar cómo puede apoyar al sector a hacer frente a las pérdidas de manera que se respeten las normas comunitarias de la competencia. Además, los eurodiputados celebrarán este martes un debate extraordinario con la CE y la Presidencia española para analizar las consecuencias de las restricciones en el tráfico aéreo.
Bruselas estimó que las pérdidas registradas hasta ahora por el cierre del espacio aéreo superan ya las que se produjeron tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Hasta este lunes, 18 países europeos habían cerrado su espacio aéreo desde el jueves, y se habían suspendido unos 60.000 vuelos.
"La magnitud de esta crisis es ya más importante que la del 11 de septiembre" para el transporte aéreo, afirmó en París el director de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Giovanni Bisignani, refiriéndose al caos y las pérdidas que causaron en ese sector los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
La Comisión Europea abrió la vía para que los Estados puedan compensar a las líneas aéreas, como ocurrió tras el 11-S por las pérdidas sufridas por el cierre indiscriminado del espacio aéreo. Entonces superaron los 7.000 millones de euros.
La IATA, que nuclea a 230 compañías aéreas que cubren el 93% del tráfico comercial internacional, estimó en más de 150 millones de euros las pérdidas que cada día ha costado la nube de cenizas a las aerolíneas. Una cifra que no incluye los gastos suplementarios por el desvío de los pasajeros a otros aeropuertos, su alojamiento o el mantenimiento de los aviones bloqueados lejos de su base.
Según Airports Council International (ACI), la mayor organización profesional aeroportuaria, los cierres de aeropuertos y las restricciones impuestas han bloqueado a unos 6.8 millones de pasajeros en 313 aeropuertos de todo el mundo.