Estados Unidos: Derrame petrolero en el Golfo crea temores en industrias turística y pesquera
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Estados Unidos. Empresas de los sectores turístico y pesquero en el noreste de la costa estadounidense del Golfo de México temen que el derrame de petróleo en la zona, ocasionado por una plataforma marina de perforación que estalló y se hundió, afecte sus negocios. El derrame, que según una actualización del jueves arroja más de 5.000 litros barriles diarios, podría llegar a la costa de Luisiana el fin de semana, amenazando a valiosos ecosistemas y el hábitat de más de 400 especies de fauna y flora acuática. También estarían en riesgo zonas costeras de Mississippi, Alabama y el noroeste de Florida.
El desastre ha unido a la industria del turismo, los pescadores y ecologistas estadounidenses, que piden que el gobierno se prepare para la llegada del crudo a la costa, que se encuentra a 32 kilómetros de zonas ecológicamente sensibles y de las granjas de ostras.
La Alianza Sur de Camarones recordó que precisamente en esta época del año las poblaciones de la especie salen al mar desde estuarios terrestres donde desovan. La industria teme que un viento sur pueda mantener el petróleo frente a la costa y los camarones lleguen a la mancha, comentó Deborah Long, portavoz de la alianza comercial sin fines de lucro.
Los desembarques estadounidenses de camarones fueron valorados en 442 millones de dólares en 2008, 2% por encima que en el año anterior, según el Servicio Nacional de Pesqueras Marinas.
El jueves, en rueda de prensa, la almirante de la Guardia Costera estadounidense Mary Landry, anunció que la petrolera británica BP PLC, propietaria del pozo y económicamente encargada de limpiar el derrame, notificó a las autoridades de Estados Unidos el descubrimiento de una nueva fuga a una profundidad de 1.525 metros en el mar frente a la costa de Luisiana.
La mancha de petróleo abarca actualmente una circunferencia de 965 kilómetros, unos 74.100 kilómetros cuadrados. La empresa británica, que aceptó la ayuda del ejército estadounidense, informó que en la zona del desastre están trabajando 49 barcos especializados para separar y recoger el petróleo que ya está en el agua.
Intentando frenar lo que ya se teme será uno de los mayores desastres ecológicos en la región, las autoridades estadounidenses iniciaron una quema controlada del petróleo que se derrama desde la semana pasada. La técnica consiste en rodear la mancha con barreras especiales de confinamiento para luego quemarla.
Expertos advierten que la quema controlada puede tener un impacto negativo en la atmósfera. Antes, el martes, habían fallado los intentos de sellar sin éxito dos fugas del oleoducto conectado a la plataforma, ubicado a 1.500 metros bajo el agua, con cuatro robots submarinos.
Otra de las iniciativas es la construcción de una bóveda que se colocaría directamente sobre las fugas para atrapar el crudo y enviarlo a la superficie, donde sería recogido por embarcaciones, pero especialistas recordaron que hasta ahora sólo se ha realizado una operación así en aguas poco profundas y que tomaría cuatro semanas para ponerla en funcionamiento.
BP también planea realizar una perforación "de socorro" para interceptar las fugas originales, pero la medida también es experimental y podrían pasar meses antes de que se pueda detener el derrame.
Ya pasó una semana del accidente (aún se desconocen las causas del siniestro). El pasado día 20, la plataforma de BP se incendió y explotó, para posteriormente hundirse el día 22 a 64 kilómetros de la desembocadura del río Mississippi. Once trabajadores fallecieron.
La plataforma Deepwater Horizon contenía 2,6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1,27 millones de litros por día.