Estados Unidos: Sector aéreo de este país inicia carrera por su consolidación

15 de Febrero de 2008 7:46am
godking

Fuente: EFE

Estados Unidos. La posible fusión entre Delta y Northwest podría desencadenar grandes cambios en el panorama aéreo de este país, y también a nivel internacional, así como en los precios y rutas de una industria amenazada por los elevados costes del combustible y el peligro de recesión en la economía.

Según gana peso la posibilidad de que la semana próxima sellen su fusión Delta y Northwest (tercera y quinta mayores aerolíneas del mundo por pasajeros transportados), también se especula con que United y Continental (segunda y cuarta, respectivamente) estén negociando una operación similar que podrían presentar en breve.

Los expertos calculan que cualquiera de esas dos operaciones daría lugar a la mayor aerolínea del mundo, por delante de American Airlines, y en el caso de Delta-Northwest, con un ahorro anual de costes de 1.500 millones de dólares.

Desde hace años se habla del exceso de aerolíneas en Estados Unidos y de lo difícil que para algunas es sobrevivir en un sector cada vez más competitivo y con gran rivalidad en los precios, con el combustible más caro de la historia y la amenaza de una ralentización económica o una recesión.

Según la IATA, desde los atentados del 11 de septiembre las aerolíneas de todo el mundo han perdido 41.000 millones de dólares y, según Air Transport, sólo las estadounidenses han acumulado pérdidas de 35.000 millones en los últimos cinco años.

Desde los atentados, cuatro de las seis mayores empresas del sector en Estados Unidos han pasado por la bancarrota (American Airlines, United, Delta y Northwest), mientras que Continental ya vivió esa situación en dos ocasiones previas.

Se da la circunstancia de que, para salir de la bancarrota, un antiguo director ejecutivo de Northwest, Richard Anderson, tomó las riendas de Delta en el 2007 y ahora negocia la fusión con su antiguo colega y homólogo, Douglas Steenland.

The Wall Street Journal aseguraba recientemente que Delta quiere sellar una fusión la semana próxima, para iniciar cuanto antes los trámites de aprobación por las autoridades de defensa de la competencia.

Sin embargo, según la sociedad de análisis OAG Back Aviation, ninguna de las operaciones que se barajan supondría mayor problema de competencia.

"Es curioso comprobar que las grandes aerolíneas prácticamente no compiten entre sí de forma directa", señaló al respecto John Weber, directivo de esa consultora, que calcula que sólo el 2 por ciento de los asientos de Delta están en competencia directa con los de Northwest, mientras que entre United y Continental el porcentaje es del 3 por ciento.

A ello se suma que la unión Delta-Northwest controlaría el 21 por ciento del tráfico aéreo nacional y United-Continental tendría el 24, mientras que las aerolíneas de bajo coste acaparan el 30.

UBS calcula que ambas fusiones sólo reducirían la capacidad en el mercado interior un 6 por ciento, al tiempo que el acuerdo de cielos abiertos con Europa, que entrará en vigor en abril, implicará también más competencia en el tráfico internacional.

Aún así, el esperado proceso de consolidación de un sector que en todo el mundo mueve más de 450.000 millones de dólares anuales, podría hallar grandes obstáculos políticos, especialmente en año electoral, y sindicales, por posibles recortes de plantilla.
De momento, el personal de tierra de Northwest y United ha advertido que se opondrá a cualquier acuerdo que les perjudique, aunque los pilotos de Delta y los auxiliares de vuelo de Northwest han mostrado predisposición a negociar.

De sellar sus acuerdos, las aerolíneas tendrán luego que convencer a sindicatos, políticos y reguladores de que esas fusiones les harán más competitivas y permitirán reducir tarifas, mejorar servicios y, sobre todo, garantizar su supervivencia.

Las autoridades de defensa de la competencia de Estados Unidos ya se opusieron en 2001 a la unión de United y US Airlines y en 1998 a un intento de acercamiento entre Northwest y Continental.

Sin embargo, los expertos creen que bajo la saliente Administración Bush sería factible impulsar una consolidación del sector si ambas operaciones se presentan casi al mismo tiempo, lo que estaría forzando a que Continental y United acelerasen sus acercamientos.

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