Eugenio Vasiliev, director comercial de Tez Tour
Tez Tour es un grupo turístico formado por varias compañías (emisoras y receptivas), presente no sólo en Rusia sino también en las ex repúblicas soviéticas, incluidos los estados bálticos (Lituania, Letonia, Estonia), Ucrania, Bielorrusia, Kazajstán y Armenia, y en naciones del entorno como Rumanía y Bulgaria. Además de mantenerse fuerte en destinos como España y países mediterráneos, el Índico e islas del Caribe, comienza a apostar por México y Brasil, con grandes expectativas.
¿Cómo definiría el lugar actual de Tez Tour en esos mercados?
-En estos mercados hacemos de emisor hacia destinos donde tenemos nuestros receptivos, fundamentalmente en verano en Turquía, a donde mandamos más de un millón de pasajeros anualmente; el segundo destino es Egipto, que se ha convertido en una plaza cada vez más fuerte, sobre todo en invierno, con alrededor de 600.000 viajeros anuales; luego tenemos a Tailandia, España, los países del Caribe (como Cuba y República Dominicana), y en menor medida otros destinos como Maldivas o Sri Lanka. El grupo está integrado por receptivos en todos estos destinos, y además Tez Tour tiene una cadena hotelera en Turquía, que se llama Maran, con un estándar alto, y otro para clase media alta, que se llama Palma Arriba, que son cinco establecimientos más. Es un grupo que está en continua expansión: se están negociando gestiones de hoteles en Egipto, un nuevo hotel en Tailandia…
¿Tienen participación en compañías aéreas?
-Hace un año hemos iniciado una relación en una compañía aérea participada, que se llama Aisline, y que por ahora tiene cinco aviones. La solemos utilizar para operar desde las regiones de Rusia hacia Turquía en verano y Egipto en invierno.
¿Pudiera decirse que en España sois especialistas fundamentalmente en el mercado catalán?
-Cuando Rusia inició con fuerza el turismo emisor, a comienzos de los años ´90, los destinos extranjeros más populares eran Canarias y Baleares, porque eran los primeros que ofrecían los touroperadores españoles, que fueron pioneros aquí. A fines de los ´90 hubo problemas económicos, cambió un poco el tópico del turista ruso muy rico que no miraba el precio y salió a la luz un turista más económico. Fue cuando Cataluña aprovechó muy bien el momento, sobresalió con su promoción y con un producto muy adecuado para rusos, pues tiene un programa cultural muy amplio además de sol y playa y otras atracciones, y una gama muy variada de hoteles (incluidos los muy económicos). Actualmente recibe alrededor del 70% del turismo ruso que llega a España en viajes organizados, en paquetes. La mayoría se distribuye por las zonas costeras, porque es un turista cuyo objetivo principal es el sol y playa. Más de la mitad de los turistas rusos que van a Cataluña visitan la ciudad de Barcelona, ya sea en excursiones organizadas o por su cuenta. Hay en la zona muchas posibilidades de excursiones, que son un gran atractivo para el turismo ruso.
¿No cree que sea poco acertado para España venderse en el mercado ruso sólo como sol y playa y no con toda la oferta cultural e histórica que tiene?
-No considero que España esté posicionada en Rusia como sol y playa, y es una labor que debía hacer, pues España aún está lejos del mercado ruso, un mercado emergente. Creo que todavía la única opción que más puede desarrollar España en Rusia es el sol y playa, y de cierta forma empieza a aparecer un poco el tema de las escapadas, que entrarían en el segmento urbano. Hacia otros mercados europeos maduros, como Reino Unido o Alemania, España está promocionando el turismo de salud, enoturismo, turismo de negocios, religioso, rural… En Rusia todavía se está lejos de una demanda importante para esto, y creo que por ahora los destinos más fuertes en la competencia con España pueden ser los mediterráneos (Turquía, Grecia, Italia, Egipto) y tiene que mirarse en estos. Evidentemente, España tiene que incidir más en su potencial cultural, pero creo que lo más importante es el sol y playa, y, dentro de esto, un argumento que considero fundamental en España, que es la seguridad, la tranquilidad del turista.
Entidades como Madrid, con tan poco turismo ruso aún, ¿Cómo podrían aumentar los volúmenes?
-El problema de Madrid es la falta de mar, no se puede vender como otras zonas de sol y playa, por lo que es un tema que hay que trabajar aparte. Creo que Madrid, primeramente, tiene que irse posicionado poco a poco, a través de Turespaña y en colaboración con otras comunidades, distribuir flujos con otras zonas que se conocen poco como el litoral cantábrico, el litoral vasco, Galicia… Ello puede dar a Madrid el beneficio de que las primeras o las últimas noches de su viaje el cliente las pase en esa ciudad, y que poco a poco se vaya conociendo. Este verano, por primera vez, hemos hecho excursiones desde Cataluña a Madrid, haciendo noche en la capital, visitando Toledo, y han tenido buena aceptación. Eran grupos pequeños, pero es un primer paso importante para ir trabajando en las estancias cortas. Poco a poco puede ser también un destino para otros segmentos como negocios e ir pasando a estancias más largas.
Hay algo curioso también en estos temas de promoción y conocimiento, existe “Tenerife” pero no “Canarias”…
-Creo que sucede igual que en el caso de Cataluña. En su momento todas las islas pudieron tener su oportunidad, tanto Gran Canaria como Fuerteventura, Lanzarote y las demás, pero tenían un mercado escandinavo muy fuerte y en temporada de invierno nos les hacía falta el mercado ruso. En ese momento Tenerife se supo promocionar y entrar con más fuerza con el tema del time sharing, tiempo compartido –que ata al cliente a un destino-, en una proporción aproximada de 50% con la touroperación. Me consta que Gran Canaria está intentando abrirse paso, que está preparada, tiene que hacer más inversión para promocionarse; Lanzarote también buscó algún acuerdo especial con algún touroperador… Lanzarote es un caso más difícil: aunque la isla es única, hay que tener en cuenta que la estancia mínima del turista ruso es de una semana y por tanto requiere de una serie de complementos adicionales, quizá la posibilidad de salir de la isla. Es pequeña para una estancia larga. Un ruso, para visitar un destino y estar siete días en un hotel no va a España, sino a Turquía o a destinos exóticos como Tailandia y el Caribe…
El Caribe y Latinoamérica se han abierto en poco tiempo como destinos en este mercado con mucha fuerza, tomando medidas de incentivo como la exención de visados en algunos casos… Es una nueva oportunidad de largo recorrido para el turismo ruso, con precios similares a los del medio recorrido y una filosofía de “más por menos”… ¿Cómo lo ven ustedes?
-Para España la competencia directa no es el Caribe, puede quitarle algo pero no es su competencia directa. El Caribe es el concepto del Todo Incluido, que puede ser interesante para destinos donde la facilidad para salir del hotel es limitada o salir del hotel no es atractivo; puede funcionar para viajes de relajación, con niños, o para un cliente menos participativo. En España el cliente viaja sobre todo por la oferta extrahotelera, por el ocio, la gastronomía, que no ofrece el Caribe…
Países como Cuba o México lo pueden ofrecer…
-Lo pueden ofrecer, pero también hay que tener en cuenta que de momento, hasta dentro de unos años, el ruso es un turista con ciertos problemas de autonomía en destinos: básicamente la lengua, la lejanía cultural… Es un turista que en un país no europeo tiene temor y a veces le cuesta salir. En México, por ejemplo, con toda su riqueza complementaria, el grueso del volumen va a los hoteles Todo Incluido, contratando alguna excursión, pero mayormente está dentro del hotel. En España el objetivo no es estar dentro del hotel.
En cuanto al tema del precio, es una realidad, Europa no es Todo Incluido; con todos los extras, el turista siempre acaba pagando más de lo que pagaría con el Todo Incluido en el Caribe o Tailandia, incluso cuando el viaje es más largo y cuesta más. Pero son segmentos diferentes. España, en términos de competencia, tiene que mirarse más con destinos de más proximidad como Grecia, Italia, Francia… hay circuitos actualmente por París o el Loira con más gancho que los circuitos por España.
¿En qué situación aprecia actualmente el Caribe anglófono como destino del turismo ruso?
-Un poco difícil. Los flujos turísticos dependen mucho de los intereses de los touroperadores, y estos toman en cuenta garantías como las ofertas de excursiones, de servicios y atención en el idioma materno… No sólo estos destinos, sino otros como Argentina o Costa Rica, con potencial, necesitan convencer a los touroperadores, y mientras no se masifiquen ello será muy difícil, pues la masificación para por vuelos directos, por acuerdos especiales… Sin esto, el destino queda sujeto a la demanda natural hacia él: no es lo mismo estar en el catálogo del operador y que el operador incluso promocione el destino y lo ofrezca, a depender de que el cliente pida ese destino. El apoyo en el touroperador trae ventas más fuertes y promoción en ferias, seminarios, fidelización de agentes de viajes, con lo que a su vez los destinos crecen y toman volúmenes importantes.
¿Qué puede significar Panamá en este contexto para Tez Tour?
-Creo que a corto plazo es difícil que se desarrolle en el mercado ruso. Se conoce por cosas como el Canal, y porque es un país con conexiones por su ubicación geográfica, de paso para viajar entre las dos Américas, para estar unos días, un día, o una noche o unas horas. Turísticamente no se conoce. Necesita más promoción. Hay países que podrían usar más los recursos de los programas de TV o reportajes temáticos de viajes en combinación con touroperadores. El ruso gusta mucho de ver estos programas de destinos exóticos, le impresiona la naturaleza, funcionan bien. Y no es una inversión grande, porque al final siempre se consigue colaboración de las compañías aéreas y de otros actores. Igual son un canal importante las revistas de viajes.
¿Cómo funcionaría Nicaragua como destino si Aeroflot pudiera extender la línea Moscú-Habana con un Habana-Managua?
-Panamá se asocia más con los negocios, mientras que Nicaragua tiene más gancho, se asocia más con la naturaleza. Nicaragua, además, tiene al igual que Cuba un valor histórico para los rusos por las relaciones estrechas e históricas en la década de los ´80. El turista ruso está en una edad media de 45 años, lo que quiere decir que todavía tienen presente aquella época. Si Nicaragua sabe aprovechar esos valores naturales e históricos, puede ser un destino interesante para el mercado ruso.
En Estados Unidos existe la figura del Home Agent, que en Rusia vendría a ser el asesor de viajes. En Estados Unidos hay un control de esos agentes, ¿hay algo parecido en Rusia?
-Rusia está recorriendo en muy poco tiempo un camino que los países desarrollados han recorrido en varios años. Se necesita un poco más de tiempo para que todo se organice mejor. Ya hay problemas suficientes con las agencias de viajes pequeñas que cierran y van dejando a clientes colgados, y todavía al parecer no ha llegado el momento de pensar en estos freelance, que, claro, no tributan al Estado, pues las comisiones van en negro y es difícil el control. Ya vemos que está muy estructurado el tema de la touroperación; ahora nos consta que el sector privado y el Ministerio de Rusia van a encargarse de organizar el tema de las agencias de viajes: van a cambiar los sistemas de liquidación y de entrega de licencias; se van a pedir avales o depósitos de garantía, que hasta ahora no existían, lo cual hacía muy inestable el negocio. Creo que una vez resueltos estos temas, se encargarán de la cuestión de los agentes freelance o asistentes de viajes, que son subcontratados por las agencias de viajes.
¿Cuántas asociaciones de agencias de viajes hay en Rusia?
-Yo diría que has dos o tres agrupaciones fuertes… Creo que más que asociaciones en el sentido de actuar en nombre de las agencias de viajes, son como clubes de comunicación. Los agentes de viajes más importantes son los que en nombre de esa asociación o club intentan defender los intereses del grupo en conflictos con las líneas aéreas o en situaciones especiales como la nube de cenizas volcánicas en Europa este año o el brote de la gripe A en 2009.
¿Hay alguna escuela de turismo en Rusia?
-Algunas universidades tienen facultades de turismo, pero esto puede ser interesante en caso de que se quiera ir a trabajar al extranjero. En Rusia mayoritariamente la contratación no requiere tanta calificación sino más bien experiencia. Es ser competente, saber convencer, tener mucha información y dominar la atención y la comunicación con el cliente. Ahora mismo, para un ruso que quiera formarse y calificarse en turismo, lo más indicado sería ir al extranjero, pues los estudios aquí aún no dan los suficientes beneficios para hacerlos.
¿Qué destinos nuevos planea abrir Tez Tour? ¿Qué nuevos chárter va a establecer para Latinoamérica y el Caribe?
-Este invierno comenzamos México y Brasil. Ahora mismo, hacia México un touroperador ha bloqueado la entrada a los demás, con el vuelo directo, y de momento vamos a empezar con líneas regulares, lo cual obliga a hacer escalas y no es tan competitivo como el vuelo directo. Creo que nos va a ser difícil tener grandes resultados este año y vamos a poner las expectativas en 2011-2012. Ese monopolio se va a romper, pero además a corto plazo hay una gran oportunidad en este destino y veo a Riviera Maya más acorde con el turismo ruso que Cancún, por lo cual vemos con optimismo el nuevo aeropuerto que se abrirá en esa zona. Por ese aeropuerto pudiéramos entrar directamente. En México, además del sol y playa, venden mucho los circuitos culturales.
En Brasil tenemos muchas esperanzas, el año pasado ya probamos vendiendo Río de Janeiro en época de carnaval y nos fue bien, y aprovechando que Transaero va a poner un vuelo directo Moscú-Río vamos a tomar algunas plazas con riesgo e intentar que este destino funcione. Será para nosotros el primer país de habla portuguesa, pues no hacemos Portugal. Todavía los vendedores de Tez Tour aquí no dominan bien el producto, tendremos que hacer una inversión en formación. Creo que Brasil puede ser a la larga un destino interesante y abrirnos las puertas a Sudamérica, pues hasta ahora estamos concentrados en el Caribe.
Los destinos del noroeste de México, como Puerto Vallarta, Los Cabos… ¿Han pensado en abrirlos haciendo la ruta Moscú-Alaska-Canadá-Estados Unidos-México?
-No será este año ni el que viene, pero la gran ventaja de una ruta así es que se podría ir incorporando el oriente de Rusia, ciudades muy fuertes económicamente, donde la gente está deseosa de viajar pero tiene el Caribe muy lejos volando a través de Europa. Ahora mismo estamos muy centrados en el Índico: Mauricio, Seychelles, Maldivas, Tailandia… Si se abre esa posibilidad de volar a México a través de ese corredor podríamos incluso hacer un hub en Vladivostok y desde ahí cubrir todas esas ciudades del oriente. En un plazo de tres a cuatro años puede ser un paso interesante.