La giardiasis y los viajes
Los parásitos protozoarios como la Giardia lamblia pueden causar diarrea del viajero. También se les denomina como G. duodenalis. La diarrea del viajero es el problema de salud más frecuente en los viajes internacionales y en la mayoría de los casos se produce en la primera semana de viaje, si bien se puede producir en cualquier momento del viaje, e incluso, a veces, tras haber regresado a casa.
Cuando hace su aparición, esta depende en buena medida del agente infectante específico. En el caso de la giardiasis, el periodo de incubación tiene una media de unos catorce días y generalmente se produce en viajes de una de duración superior a 30 días.
La infección normalmente se produce por la ingestión de quistes de G. intestinalis presentes en agua principalmente por un fallo sanitario (incluida tanto el agua de bebida no filtrada como las aguas recreativas) o alimentos contaminados por heces de humanos o animales infectados.
El riesgo para los viajeros es significativo cuando se ponen en contacto con aguas recreativas utilizadas por animales salvajes o con aguas no filtradas en piscinas o con fuentes de agua contaminada de las que se proveen las localidades. Otro riesgo es la presencia de enfermedades de base, como por ejemplo en los inmunodeprimidos, o la imposibilidad de vacunación.
Muchas infecciones son asintomáticas. Cuando se producen síntomas, son principalmente intestinales, caracterizados por diarrea crónica, retortijones abdominales, meteorismo, fatiga y pérdida de peso.
Dentro de las precauciones a tener está evitar la ingestión de comidas no cocinadas (especialmente frutas y verduras crudas) o de cualquier tipo de agua de bebida o aguas recreativas potencialmente contaminadas (es decir, no filtradas).
En cuanto al consumo de líquidos, se recomienda agua potabilizada o bebidas embotelladas y no poner cubitos de hielo; no existe riesgo con bebidas calientes como café o té. Existen varios métodos de potabilizar el agua:
– Hervirla durante 1 minuto (3 minutos en altura superior a 2.000 metros).
– Potabilización química (requiere unos 20 minutos y no está recomendada en estancias largas).
– Yodo (activo frente a bacterias, virus y quistes de parásitos): 5-10 gotas de tintura de yodo al 2% por litro de agua.
– Cloro (no elimina los quistes de protozoos): 2-4 gotas de lejía por litro de agua.
– Filtrado: filtros cerámicos eficaces frente a bacterias y quistes de parásitos pero no frente a virus.
– Otros métodos: sales de plata, carbón activado, SODIS (basado en la exposición solar).
También está la solución casera recomendada por la OMS (1 litro de agua, 5 cucharadas de azúcar, 3/4 de cucharada de sal, 1/2 cucharada de bicarbonato y el zumo de 1/4 de limón).
Recientemente ha aparecido en el mercado un sistema de purificación del agua basada en los rayos ultravioleta (UV) que permite a la gente tratar rápida y cómodamente pequeñas cantidades de agua, incluyendo restaurantes.
El método de acción se basa en el bombardeo de luz UV que destruye los ácidos nucleicos timina pertenecientes a la molécula de ADN, destruyendo los microorganismos capaces de vivir o replicarse. La mayor ventaja (además de su conveniencia) es que la luz UV también mata a los virus mientras que la filtración no es capaz.
Muchos viajeros están optando por este método porque no añade sabor al agua, permite ser bebida fría, y es muy barato comparado con el costo de comprar agua embotellada. (Email: javalera@infomed.sld.cu y valerajo23@gmail.com)