México: Palacio de Bellas Artes abre esta semana exposición del surrealista Magritte

México. “El mundo invisible de René Magritte”, la exposición que se inaugurará el próximo jueves en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, permitirá al público apreciar más de 150 obras del pintor surrealista belga (1898-1967), entre ellas Delirio de grandeza, Golconda, El hijo del hombre y El beso.
En declaraciones a Efe, la comisaria de la muestra, Roxana Velásquez, lo consideró "un gran revolucionador del arte del siglo XX", capaz de cruzar distintos movimientos artísticos y de adelantarse al arte pop que abanderaría Andy Warhol (1928-1987).
"Es un artista muy especial, excepcional. Es un surrealista que se distingue del resto por su fineza, por su conocimiento del dibujo, su humanismo. Es un gran conocedor de la literatura, de la música, de la filosofía, de la semiótica, y de la utilización del lenguaje", señaló Velásquez en una rueda de prensa en el DF.
Entre las novedosas facetas que el público mexicano podrá ver en la exposición están sus partituras musicales decoradas.
La también directora del Museo del Palacio de Bellas Artes explicó que en esta primera gran exposición sobre Magritte en América Latina el público encontrará "un personaje que, si bien pareciera simple en sus imágenes, es de una gran complejidad".
"Hay grandes variantes en sus piezas, parecieran repeticiones en algunos casos, pero lo que nos está diciendo es 'acérquense a ver los objetos que tienen a diario enfrente de ustedes'", señaló.
El artista belga estudió en la Academia de Bellas Artes de Bruselas y pronto desarrolló un interés por el futurismo italiano y los temas metafísicos de la pintura de Giorgio de Chirico (1888-1978).
Se integró pronto en el grupo de surrealistas de su país y se dedicó a hacer carteles y anuncios hasta 1926, cuando consiguió un contrato con la galería Le Centaure y empezó a dedicarse de lleno a la pintura. Magritte vivió posteriormente cerca de París, donde conoció a André Bretón, Max Ernst, Jean Arp, Joan Miró y Salvador Dalí.
Con los años recibió varias influencias del anarquismo, del dadaísmo y el comunismo, lo que resultó en un arte cargado de paradojas visuales, irónico, donde hay un rechazo a todo tipo de convenciones.
Las obras proceden de nueve países y han sido cedidas por 34 instituciones entre las que están los museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, del de Arte Moderno de Nueva York, del museo Magritte de Bruselas, del de Bellas Artes de Charleroi, de la Galería Tate de Londres, del Centro Pompidou y del de Arte Moderno de París, y del museo de Arte de Israel, entre otros.
Hasta la clausura de la muestra el próximo 11 de julio en el Palacio de Bellas Artes habrá talleres y visitas guiadas, así como una sala lúdica donde niños y jóvenes podrán experimentar con tres conceptos clave en la vida de Magritte: el surrealismo y el absurdo, la imagen y la palabra, y la imaginación frente a la realidad y lo oculto. Los organizadores esperan unos 300.000 visitantes a la exposición.
Además, el 13 de abril está prevista la celebración de un coloquio sobre el artista en el que participarán diversos expertos, entre ellos Michel Draguet, director del museo dedicado a Magritte en Bruselas.