México: Precios de los combustibles ahorcan a las aerolíneas
Fuente: El Universal (México)
México. La industria de la aviación atraviesa por momentos difíciles con la continua alza mundial en los precios de los combustibles, lo que presiona las tarifas de las aerolíneas, que se han encontrado en una guerra de precios. Ejecutivos de algunas aerolíneas de este país, así como directivos de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) enfrentan opiniones divididas con respecto a este asunto.
En el caso de Volaris, José Calderoni, director de Mercadotecnia y Relaciones Públicas, dice: “No existe certeza de que habrá aumentos este año en las tarifas. La estrategia de tarifas de Volaris responde a diversos factores. Nuestra estrategia de precios toma en cuenta diversas variables. El alza en el precio del combustible es sólo una de ellas”. Señala que, para determinar las tarifas, Volaris considera las temporadas, competencia y apertura de rutas, entre otros factores.
Manifiesta también Calderoni que generaría un efecto depredatorio si las aerolíneas mantuvieran los precios promocionales por largos períodos de tiempo.
Por su parte, José Luis Garza Álvarez, director general de Interjet, comenta que existe la presión para aumentar tarifas por el elevado precio de la turbosina, pero la competencia prevaleciente y la temporada baja no permiten que se eleven los precios.
“El reto más severo que enfrentamos los administradores de las aerolíneas en México y en el mundo es establecer estrategias para minimizar el efecto erosionante de la rentabilidad, enfrentando un insumo esencial (combustible) de elevado costo combinado con una baja generalizada de los precios”, apunta Garza.
No obstante, prevé que continúe una guerra de tarifas, por lo que sugiere que se denuncie ante la Comisión Federal de Competencia a las aerolíneas con prácticas desleales para que sean sancionadas. “En una industria no se debe sostener artificialmente a operadores ineficientes”, asevera.
En relación con las tarifas de Interjet, Garza asegura que este año la empresa hará cambios para “limpiar” sus tarifas, y eliminar prácticas usuales en otras aerolíneas competidoras, que es la de presentarle al público una tarifa gancho sumamente baja, pero esconderle en el rubro de los “impuestos” (desvirtuando así el cargo por impuestos atribuyéndole al gobierno una carga impositiva inexistente) un elevado cargo por combustible y otro por revisión de equipaje en aeropuertos, que realmente es parte de la tarifa que le cobra la aerolínea al pasajero”.
Para Javier Christlieb, presidente de la Canaero, en la medida en que aumenten los precios de los combustibles lo harán también las aerolíneas. De seguir al alza, esto podría frenar el crecimiento del sector, afectando los planes de compra de aviones y de atracción de financiamientos. “Más de 40% a 50% del componente tarifario es costo de turbosina”, añade.
En tales circunstancias, destaca, las empresas tendrán que recapacitar sobre la inconveniencia de esta guerra de tarifas, en especial si usan precios artificialmente bajos para atraer más clientes, y al mismo tiempo manejar cargos por combustibles mayores a la tarifa.
“Son situaciones que vivimos, que no han traído nada bueno. Las tarifas tendrán que encontrar niveles razonables para efectos de que sean lo suficientemente estables, que puedan responder por los costos reales de operación de las empresas, sobre todos seguridad y operación”, agrega el presidente de Canaero.
De acuerdo con Christlieb, las compañías aéreas tendrán el reto de buscar formas de eficientar sus procesos tanto a nivel administrativo como técnico y laboral.
En breve, la Canaero presentará un documento a las autoridades para revisar por qué Pemex maneja las tarifas con referencia internacional; pide transparentar los costos en el manejo y transporte de la turbosina y explorar alternativas para racionalizar los precios del combustible.
Jordi Centellas, vocero de la aerolínea Aviacsa, opina que cualquier incremento impacta directamente a los escasos márgenes de utilidad en los que las aerolíneas están operando. “Niveles de costo como los actuales, aunados a tarifas extraordinariamente bajas, hacen que muchas rutas no cuenten con la rentabilidad requerida, independientemente de lo lleno que pueda estar el vuelo”.
En lo general, y debido al entorno de sobreoferta en el mercado, Centellas refiere que las tarifas “se mantendrán por debajo de los niveles necesarios para hacer frente a los incrementos de los insumos operativos”, esto hará que las aerolíneas que han basado su expansión en el mercado con tarifas bajas las deban ajustar para evitar mayores impactos a sus flujos financieros.
Aunque no especificó si Aviacsa aumentará o no las tarifas en 2008, apunta algunos factores: el precio internacional de la turbosina, la competencia, el comportamiento de la economía en términos del poder adquisitivo de la población y de las tendencias de viaje por negocios o turismo.
Centellas reconoce que la guerra de tarifas no beneficia a ninguna compañía, “y sí está generando desgaste a todos los participantes”. Cuenta que las nuevas aerolíneas desde sus inicios han hecho una competencia con tarifas, en vez de innovar en sus productos, motivando que las ya existentes entraran en la misma dinámica. “Cualquier industria o sector económico se fundamenta en una competencia libre y equilibrada; de no cumplirse estas dos premisas el mercado tiende a distorsionarse, generando riesgos para el consumidor en términos de una menor competencia y por ende regresar a un mercado concentrado nuevamente sin competencia. De continuar esta dinámica posiblemente se repetirá el escenario posregulatorio vivido en Estados Unidos y Europa en los últimos siete años”.
En lo que todos están de acuerdo es que, gracias a la gran cantidad de opciones de aerolíneas y precios bajos, el ganador en todo esto siempre será el usuario.