Visita a exposición de Kcho, primera actividad cultural de nuevo embajador panameño en Cuba

11 de Marzo de 2012 10:28pm
webmaster
Visita a exposición de Kcho, primera actividad cultural de nuevo embajador panameño en Cuba

El excelentísimo señor embajador y cónsul general de la República de Panamá en Cuba, Mario Rafael Gálvez Evers, visitó la exposición “Sacrificio en la encrucijada”, del artista Alexis Leyva Machado, Kcho, en su primera actividad cultural en la isla caribeña.

El diplomático contó con una exhaustiva explicación de Kcho mientras recorría la sala expositiva del Gran Teatro de La Habana, y CND aprovechó la ocasión para acceder a las impresiones del funcionario istmeño, así como a las consideraciones del creador cubano acerca de los presupuestos que rigen su obra.

El embajador panameño, quien dijo que desconocía la obra de Kcho antes de llegar a Cuba, hace poco más de un mes, apuntó que esta visita “es un incentivo” y constituye su primera aparición cultural en La Habana.

“Nunca había venido a un recorrido como este, donde él se ha tomado un tiempo y me ha explicado cada uno de sus sentimientos”, señaló, y agregó que “el mensaje es acerca de la unión de los pueblos, porque salimos de una misma costumbre, que él ha plasmado en diferentes etapas”.

A propósito de la muestra, el diplomático panameño comentó a CND que “cuando uno se ubica frente a cada una de las obras de Kcho, en ese contacto directo con ellas, aprecia todo el escenario de la magnífica inspiración de un artista cubano”.

Eso evidencia “lo maravilloso que es el arte, pues invita siempre a la libertad”, dijo, y añadió, en torno a la obra que da título a la exposición, “que ese muelle es la entrada y la salida de nuestros sentimientos, en todos sus sentidos, para seguir uniendo a nuestros pueblos”.

“Cada una de sus obras está relacionada con ese proceso de vida, recuerdo a Kcho explicándome sobre uno de sus paisajes más interesante, como lo es “El Carrusel”, que su mayor fuente inspiración fue el proceso de formación de la isla, y esto no es nada más que un aporte latente expresado en cada una de sus obras; además de proyectar al visitante la oportunidad de trasladarse a otros horizontes y plasmarlo en algún lugar conocido, como fue el caso de la obra “Mi casa es tu casa”, que me impresionó ya que me recordó el barrio de Curundú en Panamá”, acotó el embajador.

Tras disfrutar durante alrededor de media hora de la muestra, el diplomático panameño llamó la atención sobre el enfoque comercial de la obra del artista cubano.

“Cuba es un país marítimo, en algún momento fue muy importante en ese sentido. Hoy está renaciendo nuevamente, con la reestructuración del proyecto Mariel. Entonces creo que, indirectamente, tú estás aportando a eso también”, declaró.

Agregó que el mundo nos llama a ser competitivos, y que “el mundo marítimo es eso: evolución, calado, construir y mover contenedores”.

Por su parte, Kcho vaticinó que una vez que esté terminado el puerto de Mariel, Panamá y Cuba estarán más cerca, pues se trata de un punto intermedio para el movimiento de mercancías de todo el mundo.

“Cuba es una isla y siempre lo será. El día de mañana si sube el nivel del mar, será una isla más pequeña, pero nunca va a ser un continente. Es por eso que el mar es la puerta de la casa. Ya estamos haciendo un puerto con responsabilidad que nos permita interactuar con el mundo”, enfatizó el creador.

Antes de abandonar el salón expositivo, el cónsul panameño dejó escrito en el libro de firmas: “Para Don Kcho, de parte de Panamá. Eres una de las máximas inspiraciones para todos los latinos. Esta obra dicta un estrecho lazo con nuestros países latinoamericanos. Que Dios te bendiga”.

El propio libro de firmas es considerado por Kcho para una obra futura, pues su intención es siempre conectar con el espectador, por lo que, además de permitir el acceso a las piezas, cada día acude a intercambiar con las personas que visitan la exposición.

Esa búsqueda de interrelación con los públicos es uno de los signos de su estilo, que se inscribe dentro de la corriente contemporánea de la instalación, que supone precisamente la interacción de piezas (en este caso objetos comunes) con el espacio y las personas que lo recorren o habitan.

En los diálogos entre el diplomático istmeño y el artista cubano, este último facilitó al distinguido visitante la comprensión de sus creaciones sin limitarle su propia interpretación. Así sucedió cuando el invitado recordó una zona característica de su país nativo.

“En Panamá hay un barrio que se llama Curundú, y cuando vi esto me trasladé allá, donde las casas de madera son idénticas a la que estoy viendo. Si la ve un panameño te va a decir: ¡eh, esto me recuerda a Curundú!”, dijo emocionado el diplomático.

Se refería a la pieza “Mi casa es tu casa”, una vivienda precaria sostenida por remos, elementos que –junto a los barcos– constituyen iconos del trabajo de Kcho, quien ha elaborado un profundo discurso artístico acerca de la insularidad en permanente vínculo con el mar.

La muestra no es propiamente antológica, aunque permite un acercamiento abarcador a la creación de Kcho, ya que se compone en su mayoría de piezas nuevas, pero incluye otras muy conocidas como “Vive y deja vivir”, “La historia como un carrusel que aparece de la oscuridad” y “Núcleos del tiempo”.

Por primera vez pone al alcance de los visitantes la posibilidad de hojear sus cuadernos de dibujos, donde se muestra el nacimiento de las ideas y cómo estas se han convertido –o quizá se conviertan algún día– en realizaciones concretas del artista.

En el conjunto resalta la magnitud espacial de la instalación que le da título, “Sacrificio en la encrucijada”, un montaje de muelles, amarras y cordeles sobre superficie de cristal, en torno a la fragilidad de la existencia humana y la sensibilidad ante conflictos interiores o provocados por las circunstancias, donde una pequeña mariposa se erige como símbolo de la libertad.

También se pueden apreciar diferentes proyecciones del artista, entre ellas la capacidad para interpretar los clásicos desde su universo creativo, en este caso “El David”, o la turbadora quietud de “La conversación”.

Para el creador, “el arte existe cuando se enfrenta al público. Todas las tendencias van cada día más hacia lo social, hacia el exterior, pero a mí me gusta que el espectador interactúe con mi obra e incluso la convierta en algo más”.

“Una obra que tú no puedas tocar, de la que no puedas participar, es un poco ajena. Tengo esa necesidad también como espectador. No estamos hablando de una pintura sobre una tela, sino de un environment del que necesito que seas parte”, explicó.

Y añadió que es la presencia del público la que convierte el arte en algo más, pues cada persona tiene una experiencia determinada por su vida. “Siempre cada pieza genera un vínculo que a la gente le nace solo. Si no te provoca, no te voy a obligar a hacerlo (interactuar); si no lo sientes, la obra no funciona”, sentenció.
 
En otro momento del recorrido, Kcho señaló que “el arte es una puerta y es un muelle también, y no se puede nunca dejar de pasar por allí”, pues siempre estrecha los vínculos.
 
Las obras de Alexis Leyva Machado, Kcho, forman parte de colecciones en prestigiosos centros culturales como el MOMA de Nueva York, el MOCA de Los Ángeles, el Museo Reina Sofía en España y el Ludwig en Alemania.

En 2007, el artista cubano presentó en Panamá la exposición “El viaje” (“The journey”), con buena acogida del público y la prensa, donde reflejó la intención de incorporar el Canal y los barcos que transitan por esa vía interoceánica en su discurso creativo.

Back to top