México retrasa la implementación del impuesto de $42 para pasajeros de cruceros
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El gobierno mexicano ha decidido retrasar por seis meses la implementación del nuevo impuesto de $42 por cada pasajeros de cruceros, según se acordó en una reunión con miembros de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) a finales de la semana pasada.
A pesar de este aplazamiento, la FCCA advierte que la medida podría tener consecuencias devastadoras para el turismo de cruceros en México. “Agradecemos al gobierno mexicano por escuchar nuestras preocupaciones y proponer un retraso en la implementación del impuesto, que afectará principalmente a ciudadanos estadounidenses”, declaró Michele Paige, directora ejecutiva de la FCCA. “Sin embargo, la eliminación de la exención fiscal de tránsito, otorgada hace más de una década por razones válidas que aún aplican hoy, se realizó sin nuestra consulta previa y después de la aprobación de la legislación”.
Paige también señaló que estas acciones, y la falta de comunicación con la industria de cruceros, no reflejan un compromiso auténtico con la colaboración entre México y el sector. Este impuesto, conocido como "tarifa de inmigración", entrará en vigor el 1 de julio de 2025, según reportó Seatrade Cruise News, lo que brindará más tiempo a las líneas de cruceros para adaptarse.
Según la FCCA, este nuevo impuesto haría que visitar puertos de cruceros en México sea un 213% más caro que el promedio de otros destinos en el Caribe. Para una familia de cuatro personas, esto representaría un costo adicional de $168 en tarifas, suponiendo que el impuesto se cobre una sola vez y no por cada puerto visitado, un aspecto que aún no está claro.
La FCCA advirtió que esta carga económica podría disuadir a los turistas de cruceros, alterar los itinerarios de las embarcaciones y generar efectos económicos en comunidades mexicanas que dependen del turismo. “El impacto de este impuesto en los destinos turísticos mexicanos será desastroso”, declaró la Asociación Mexicana de Cruceros en un comunicado difundido por la FCCA. “Si se implementa, esperamos una caída progresiva en las llegadas de cruceros, lo que afectará significativamente el empleo de taxistas, guías turísticos, artesanos, meseros, restauranteros, dueños de tiendas de artesanías y farmacias, entre otros”.
Históricamente, las líneas de cruceros han reducido sus escalas en destinos donde se han implementado políticas desfavorables. Un ejemplo claro ocurrió en Alaska en 2010, cuando la industria redujo sus despliegues debido a altos impuestos por pasajero. En respuesta, el estado redujo esas tarifas en 2012 para recuperar la afluencia de barcos.
Un ejecutivo de cruceros comentó que México no es lo suficientemente indispensable como para no ser reemplazado por otros destinos en el Caribe. Según la FCCA, incluso una reducción del 15% en las llegadas podría contrarrestar los beneficios que México espera obtener con el impuesto, anulando o incluso superando los ingresos proyectados.
En un mensaje indirecto a México, Paige agradeció a “los numerosos socios de destinos en Centroamérica y el Caribe que ya han invitado a nuestras líneas miembro a reubicar itinerarios en sus jurisdicciones con los brazos abiertos”. La posibilidad de un desvío masivo de rutas amenaza con redibujar el mapa del turismo de cruceros en la región.