Aeropuerto Juan Santamaría, clave en estrategia turística de Costa Rica
El incremento hasta en siete veces del turismo en Costa Rica durante los últimos 25 años ha implicado el reto de mejorar la infraestructura y la capacidad del país de recibir adecuadamente el creciente flujo de visitantes, en lo cual han tenido un papel importante las transformaciones en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, principal puerta de entrada al destino centroamericano.
A poco más de 15 kilómetros del centro de San José, el Juan Santamaría atiende a más del 78% del tráfico aéreo internacional en el país y a más del 52% de los 2,3 millones de turistas internacionales que llegan cada año.
En 2011, por segunda vez, fue calificado por el Consejo Internacional de Aeropuertos (Airports Council International) como el tercero mejor de Latinoamérica y el de mayor mejoría en su servicio al consumidor. Airports Council International es un grupo líder en la industria, con 580 miembros que operan unos 1.650 aeropuertos en el mundo.
El reconocimiento distinguió específicamente un proceso de tres años de reestructuración en el aeropuerto, completado en 2011 con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se asoció con el gobierno de Costa Rica, la US Overseas Private Investment Corporation (OPIC), y Aeris Holding Costa Rica, la firma que asumió la administración del aeropuerto en 2008 para relanzar las operaciones aeroportuarias, completar las obras pendientes como parte de la expansión y reestructurar la deuda existente.
Las mejoras incluyeron una expansión para acoger instalaciones de seguridad, inmigración y aduanas; renovación de los puentes de abordaje; construcción de salas adicionales de espera, así como áreas para buses y espacio adicional para aviones.
También se reconstruyó la plataforma y una de las pistas de taxeo, se levantaron nuevas áreas comerciales, se trabajó en la rehabilitación de la pista, en una planta de tratamiento de agua y en otros objetivos.
Como parte del proyecto, se aseguró el marco financiero que facilitará la ejecución de obras pendientes, para dotar al aeropuerto con capacidad para pasar desde los actuales 3,5 millones de pasajeros anuales a seis millones en 2016.