Alemania: La OMT instó a los agentes del turismo a unirse para hacer frente a la crisis
Alemania. En el acto de inauguración esta semana de la Feria Internacional de Turismo ITB de Berlín, Taleb Rifai, Secretario General en funciones de la OMT, trató de los retos y las oportunidades que se presentan al sector del turismo en este momento de dificultades económicas mundiales.
El Sr. Rifai manifestó que “el turismo lleva consigo intercambios comerciales, empleos, desarrollo, sostenibilidad cultural, paz y cumplimiento de las aspiraciones humanas. Si alguna vez hubo un momento para difundir este mensaje en voz alta y clara, es ahora, cuando nos reunimos en circunstancias de abrumadora incertidumbre mundial, pero también de enormes posibilidades”.
El secretario General en funciones de la OMT instó a los dirigentes del G-20 a tomar buena nota de este mensaje, y a incorporar el turismo como un factor esencial de sus programas de estimulación económica y del nuevo pacto por una economía verde.
Gracias a la Sección de Medios de Comunicación de la Organización Mundial de Turismo, Caribbean News Digital reproduce a continuación, de manera íntegra, las observaciones del Sr. Taleb Rifai
Señor Ministro Federal de Economía y Tecnología, Señor Presidente del Bundestag de Alemania, Señor Primer Ministro de Renania del Norte-Westfalia, Señor Alcalde de Berlín, Señor Presidente de la Federación de Turismo de Alemania, Señor Presidente de la RUHU, Señor Presidente de la Feria de Berlín, Señoras y señores:
Es para mí un placer y un honor dirigirme a ustedes, en nombre de la OMT y del sector turístico mundial, para dar las gracias a la Feria de Berlín por volvernos a reunir este año con el fin de celebrar ese fenómeno mundial sin parangón al que llamamos turismo. Sabemos que el turismo lleva consigo intercambios comerciales, empleos, desarrollo, sostenibilidad cultural, paz y cumplimiento de las aspiraciones humanas. Si alguna vez hubo un momento para difundir este mensaje en voz alta y clara, es ahora. Nos reunimos esta vez en circunstancias de abrumadora incertidumbre mundial, pero también de enormes posibilidades.
Señoras y señores, los dirigentes mundiales nos dicen que nos enfrentamos hoy al mayor desafío que se nos ha planteado desde hace medio siglo:
- no se vislumbra el final de la crisis actual, caracterizada por la contracción del crédito, el desorden económico, el crecimiento del desempleo y una disminución de la confianza en los mercados creadora de recesión;
- esta crisis se une a los imperativos sistémicos a largo plazo de hacer frente al cambio climático, crear empleo y mitigar la pobreza;
- esta crisis somete a una presión inexorable a nuestros clientes, a nuestros empleados y a nuestros mercados, y nos conduce a modificar considerablemente nuestras políticas y nuestras prácticas actuales.
Cierto es que, en estos últimos decenios, nuestro sector ha sufrido varios retrocesos, y se ha enfrentado a crisis graves causadas por fenómenos naturales o por la acción del hombre. En todas las ocasiones, ha demostrado una capacidad de recuperación notable y ha salido adelante fortalecido y saneado. La capacidad de recuperación se ha vuelto sinónima de nuestro sector de actividad. Pero la coyuntura actual parece diferente. Esta crisis es realmente mundial y sus parámetros no están claros. Necesitamos otra forma de pensar.
Señoras y señores, la historia nos enseña que las mayores dificultades son también las que mayores oportunidades ofrecen. Los mismos líderes mundiales que en tantos asuntos discreparon en el pasado están ahora enfrascados en la batalla, trabajando juntos de formas que habrían sido impensables en cualquier otro momento, para coordinar sus actividades y colaborar en los campos de la economía, de la respuesta al cambio climático y de la acción en favor del desarrollo. Y nosotros, desde el sector del turismo, podemos y debemos cumplir nuestro papel. Para conseguirlo, necesitamos lo que llamaré una “Hoja de ruta para la recuperación”.
Primero: Tenemos que plantear la situación con realismo. Nuestros mercados empezaron a deteriorarse a mediados de 2008. Aunque las estadísticas de la OMT indiquen que las llegadas internacionales alcanzaron una cifra récord de 924 millones el año pasado, con un crecimiento anual de 2 %, el segundo semestre estuvo marcado, mes a mes, por la disminución de los rendimientos y de los pronósticos macroeconómicos. En los seis últimos meses de 2008 se registró un crecimiento negativo, de -1%. Lo mismo cabe decir de los ingresos internacionales: cotas récord hasta mediados de 2008, y rápida disminución en la segunda mitad del año. Esa es la indicación de la tendencia prevista para el año actual. Esta es la realidad.
Segundo: Hemos de tomar todas las medidas posibles para apuntalar nuestras defensas, de modo que podamos capear el temporal y salir a flote cuando vuelvan tiempos mejores, que con seguridad volverán. Hemos de mantener y de proteger en todo lo que podamos nuestras valiosas estructuras y nuestra bien cualificada mano de obra.
Tercero: También hemos de reconocer que las medidas que tenemos que adoptar hoy ?con urgencia, pero con precisión? serán inhabituales. La compleja naturaleza de esta crisis, de múltiples interconexiones y rápido desarrollo, es impredecible. Las pautas operativas de la economía mundial en el futuro serán muy distintas de las del pasado: la propia naturaleza del consumismo habrá cambiado, como habrán cambiado nuestros mercados y nuestras perspectivas. Es hora de replantearnos nuestras estructuras, nuestras políticas y nuestras prácticas actuales. Ha llegado el momento de una innovación audaz.
Cuarto: Al adoptar estas medidas, hemos de sacar partido del inmenso poder de la tecnología y de las comunicaciones modernas, incluida Internet, para reducir costes, operar con más eficiencia y gestionar riesgos en un entorno de incertidumbre y cambio constante.
Quinto: Podemos obtener una gran ventaja si nos apoyamos al máximo en el bien ensayado modelo de la asociación publico-privada para atravesar las turbulencias y seguir adelante después. Tenemos que definir los modelos económicos y operacionales de mejores prácticas y ayudar a que se apliquen en los mercados del mundo entero. Y hemos también de combatir las peores prácticas como la fiscalidad excesiva y las reglamentaciones complejas que aumentan nuestros costes y reducen el valor de nuestros productos. Es la hora de la solidaridad.
Sexto: (y asumo aquí un compromiso) la OMT asumirá un papel de liderazgo y también de apoyo:
- como catalizador de la colaboración sectorial y del intercambio publico-privado,
- como fuente de datos, análisis y estudios fiables,
- como mecanismo político, y
- como portavoz central del turismo en el sistema de las Naciones Unidas que es, cada vez más, el mecanismo de respuesta por defecto a los desafíos mundiales.
Señoras y señores, cuando fueron apuntando los problemas el año pasado, creamos un “Comité de Reactivación del Turismo” con el fin de ofrecer un marco para mejorar el análisis de los mercados, la colaboración en las mejores prácticas y la elaboración de políticas.
- Ese Comité se reunirá aquí, en la ITB, dentro de dos días, para evaluar las realidades a corto plazo, estudiar respuestas inmediatas y diseñar una estrategia. Será el punto de coordinación permanente de la respuesta a la crisis del sector turístico mundial.
- El Comité celebrará su reunión principal en nuestra propia Asamblea de Kazajstán, en octubre de 2009, momento en que tendremos mucha más perspectiva de la vía que hayamos de seguir y en que estarán presentes los ministros de turismo de todos los países y los representantes de todas las partes interesadas.
- Señoras y señores, quiero aprovechar esta ocasión para invitar públicamente a los principales dirigentes del sector privado y de las organizaciones del sector del turismo a que se unan a nosotros para ayudarnos a determinar la senda que haya de seguirse. Invito también a organizaciones como la OCDE, el Foro Económico Mundial, la CTO, la CET, la PATA, el WTTC, la IATA, y la IHRA, y sus homólogos en los planos regional y nacional. Según una célebre frase de Benjamin Franklin: “Si no nos hacemos fuertes juntos, fracasaremos por separado”.
Debemos reforzar la posición de nuestro sector como principal estímulo de la economía y creador de empleo, y volver a hacer llegar este mensaje con firmeza hasta los despachos de los ministros de economía y de los dirigentes mundiales.
Debemos estar en el centro de los paquetes de medidas de estimulación, porque los empleos y los movimientos comerciales que crea un sector turístico fuerte, así como la confianza de las empresas y de los consumidores en el turismo pueden desempeñar, y desempeñarán, un papel importante en la recuperación de esta recesión.
Debemos convencer a los dirigentes de que el gasto en promoción turística puede reportar ingentes beneficios a toda la economía nacional, porque los visitantes son exportaciones. Este no es en absoluto momento de retroceder ni de retraerse.
Debemos también estar en primera línea en la transformación de la economía en economía verde, contribuyendo con una actividad limpia de emisiones de carbono, empleos en gestión ambiental y construcciones de bajo consumo energético (a este respecto les recomiendo el extraordinario estudio publicado el mes pasado por mi colega Achim Steiner, Director Ejecutivo del PNUMA, en el que explica en detalle cómo puede funcionar este “Nuevo pacto económico”).
Por último, y más importante aun, debemos hacerlo de una forma que ayude a los países más pobres a desarrollar con más rapidez sus economías y a responder con seriedad al cambio climático, de conformidad con nuestro Proceso de la Declaración de Davos. Nuestro compromiso, el compromiso de las Naciones Unidas con África, debe mantenerse firme. Y debe mantenerse aumentando sus conexiones aéreas, sus ingresos, su tecnología, sus competencias y su financiación en un mundo que cada vez despliegue más esfuerzos en favor de la neutralidad climática. No es una opción... es un imperativo.
A ese propósito, quiero felicitar a la ITB de Berlín por su Convención sobre tendencias de los mercados e innovación. La importancia que concede a la responsabilidad social corporativa, con la convocatoria del primer día dedicado a la responsabilidad social de las empresas, llega en el momento justo y tiene una importancia crucial. Aciertan ustedes cuando afirman que la responsabilidad social corporativa no es sólo el tema de un día, sino la condición comercial del éxito y de la competitividad a largo plazo.
En conclusión, espero que compartan nuestro planteamiento sobre la oportunidad que nos ofrecen las adversidades actuales. Esta es la «Hoja de ruta para la recuperación» que he tratado de presentarles hoy. Instamos a todas las partes interesadas en el turismo a que se unan a nosotros. Todo esto no se logrará sin un liderazgo fuerte y una buena gestión: no una gestión de crisis, sino una gestión de oportunidades.
Muchas gracias.