Argentina: Pocos planes y muchas promesas para Aerolíneas Argentinas en manos del Estado

05 de Enero de 2009 11:18pm
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Por: Marcelo Pellegrini/Código Aéreo

Argentina. Ha pasado una semana de la renacionalización de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas, y más de cinco meses desde que están en control directo del Estado Nacional. Sin embargo, recién para dentro de seis meses se promete la elaboración de un plan de negocios para las dos nuevas aerolíneas en manos del Poder Ejecutivo.

La dilatación de los plazos del gobierno por diseñar el futuro comercial de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas, cuando ambas están subcapitalizadas, con problemas de estructura técnica, servicios en decadencia, cuantiosas pérdidas operativas diarias y confusas estructuras de mando internas, hacen temer sobre el efecto que tendrá la renacionalización de las empresas.

Desde que Julio Alak se hizo cargo de las compañías lo único que se ha visto es: inyección de dinero por parte del Estado (lo que permitió arreglar algunos aviones que estaban en tierra), cesar las quejas de algunos proveedores y una paz social lograda a cambio de entregar la gestión de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas a un grupo de gremios combativos.

Es cierto que el secretario de Transporte Ricardo Jaime sostuvo que las pérdidas operativas de las empresas están en baja -ayudado por la caída del precio de combustible y el aumento de frecuencias diarias- pero eso no explica cómo harán Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas para crecer a nivel local y regional y recuperar niveles de calidad previos a la crisis con el Grupo Marsans.

Hoy, cuando se sube a un vuelo de cualquiera de las dos empresas, el servicio de catering es tan limitado como hace seis meses, las vestimentas de los empleados son las mismas desde hace años, muebles y comodidades de las salas de la empresa tienen 30 años de antigüedad y los aviones siguen mostrando las huellas del paso del tiempo.

Se promete traer 20 nuevos aviones, para los cuales el personal no está entrenado y son modelos que hacen más a una empresa de cabotaje o regional más que a una aerolínea de bandera a nivel internacional. Los precios de compra o alquiler no se conocen y los plazos de entrega, menos.

Después de un envió inicial que permitió sumar una docena de aviones a la flota operativa, nos enteramos que vienen tres aviones alquilados. ¿Quién es el leasor? ¿Cuánto el costo de alquiler? ¿Qué pasó con los otros aviones que aún están en tierra? Nadie responde las dudas.
Nos dicen que el Estado inyectó $700 millones en las dos aerolíneas, luego que fueron $1.200 millones, ahora son sólo $900 millones. Con el Grupo Marsans no conocíamos los balances. ¿Tampoco los conoceremos con el Estado a cargo de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas?

Dicen los sindicalistas, verdaderos dueños de las empresas, que el objetivo es "recuperar la calidad y renombre que tuvo en el pasado Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas". Cuando eso pasaba, un vuelo de cabotaje costaba US$1.000 y US$3.000 la clase turista para Miami. ¿Volverán esas tarifas?

No sabemos si Aerolíneas Argentinas buscará parecerse a LAN o Pluna, no sabemos si Austral Líneas Aéreas será como Gol Línhas Aéreas o como TAM Airlines. ¿Se articularán sus servicios con LADE? ¿Volverá la fantasía de querer crear una American Falcon para hacer vuelos de distribución dentro de algunas provincias? Nadie lo sabe.

En la secretaría de Transporte -y en Ricardo Jaime en particular- tenían mucho apuro en sacarse al Grupo Marsans de encima, lo mismo ocurría con varios sindicalistas. Sin embargo, nunca se pensó en el "día después" y, por eso, se improvisa pensando en recurrir a la Universidad de Buenos Aires para salvar las papas.

Es cierto que en la UBA forman ingenieros especializados en aviones, administradores de empresas, licenciados en marketing y contadores, pero no hay un solo lugar que se especialice en mercado aerocomercial en particular. No hay un centro de estudios, no hay un grupo de investigaciones, no hay una fundación que sepa sobre el diseño y administración de una aerolínea, de crear el plan de negocios de una compañía aérea.

Como argumento de la renacionalización se sostuvo que el Grupo Marsans no tenía la experiencia, el conocimiento para conducir una empresa grande como es Aerolíneas Argentinas. ¿En la UBA sí? Entonces, ¿porqué recurrir a ella? ¿No es mejor buscar un especialista internacional?

El pasado de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas fue triste y caótico, el final del Grupo Marsans fue el peor posible, su renacionalización fue traumática y el público fue el más dañado por todo el proceso de acoso, desgaste y despido. El futuro debería ser venturoso. Sin embargo, la improvisación puede dominar el panorama.

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