Ballena franca austral atrae a turistas a la Península de Valdés

21 de Junio de 2012 3:20am
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Días atrás fue abierta oficialmente la temporada de avistamiento de ballenas en la Argentina. Cada año, entre junio y diciembre, la provincia de Chubut recibe a la ballena franca austral, que llega para reproducirse en las costas de la Península de Valdés, lugar de mayor concentración mundial de la especie y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.

Hasta diciembre, el litoral recibe a cientos de ejemplares que llegan a esas aguas del Atlántico sur para aparearse, parir y cuidar de sus crías en los primeros meses de vida, y que de paso generan un intenso movimiento turístico en las localidades de Puerto Madryn, Puerto Pirámide y Trelew.

Al inaugurar oficialmente la temporada, el gobernador de la provincia de Chubut, Martín Buzzi, hizo hincapié en un enfoque de preservación y sostenibilidad y llamó a los sectores público y privado a “ser capaces de generar nuevos productos y de que esos productos se puedan mantener en el tiempo”.

Décadas atrás, las ballenas visitaban la costa de Chubut sólo en octubre y noviembre, pero fueron aumentando en número y tiempo de permanencia en ese litoral. Actualmente, se estima que la mitad de la población mundial de la especie llega a esas aguas cada año, con mayor presencia entre septiembre y octubre.

Dentro de la reserva Península de Valdés la única comunidad está asentada en la población de Puerto Pirámide. Desde allí zarpan las embarcaciones autorizadas para los avistamientos, iniciados en la década de 1970 y desarrollados hoy por seis empresas autorizadas.

Las sesiones de observación, en embarcaciones para unas 70 personas, duran como mínimo 1 hora y media, según las condiciones climáticas, la época del año y la cantidad de ballenas que haya en la zona. Quienes deciden no realizar excursiones marinas pueden observar a las ballenas desde varios puntos de la costa.

Las excursiones pueden ser contratadas en Puerto Pirámide, pero también en la mayoría de los establecimientos de alojamiento de Puerto Madryn.

Es frecuente ver también desde el paseo costero de Puerto Madryn a las ballenas, pero el mejor lugar para los avistamientos desde tierra es El Doradillo, un área costera protegida a 15 kilómetros al norte de la ciudad, que se extiende a lo largo de 25 kilómetros en los que abundan las bahías con playas de arena o de piedras, desde donde puede verse mejor a estos cetáceos que alcanzan los 15 metros de largo y 40 toneladas, ya que se acercan más a la orilla gracias a la pendiente más acentuada de la costa.
 

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