El Caribe debe atraer mayor inversión extranjera para afrontar un mercado internacional cada vez más competitivo
El único camino que tiene el Caribe para avanzar ante la creciente competencia internacional que enfrentará es atraer más inversión extranjera directa y nacional, dijeron líderes políticos y empresariales de la región. El asunto se trató en la conferencia "El siguiente paso hacia la mejora del clima de inversión en la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS)", auspiciada por la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés).
George Guy Mayers, Ministro de Comercio de Santa Lucía, resaltó que la reunión se realizó en momentos en que la OECS está inmersa en negociaciones para liberar el acceso a los mercados de los países que tradicionalmente dependen de ingresos provenientes de los aranceles de las importaciones.
"Esa liberación del mercado significará una gran competencia para los productores nacionales de bienes y servicios, y causará que las firmas poco eficientes deban transformarse en competitivas", pronosticó el funcionario.
Observó que un análisis de la situación reveló que la falta de eficiencia y las rigideces del sistema productivo deben ser corregidas para que las compañías nacionales logren tener competitividad.
El ministro dijo que se han dado algunos pasos para mejorar la situación como la creación de un ambiente a largo plazo para conducir los negocios en el mercado de la OECS.
"Ha habido un sustancial y significativo nivel de inversión en la capacitación y entrenamiento de las personas de la subregión. Este es el recurso más abundante y uno de los principales para apoyar el desplazamiento de flujo de inversión hacia el Caribe", precisó.
Ese esfuerzo se ha dirigido hacia el sector turismo, de telecomunicaciones y financiero y por ello los gobiernos y las agencias donantes deben prestar atención a los planes de desarrollo de los recursos humanos de la zona.
Otra de las estrategias para atraer la inversión es propiciar un marco de transparencia para los negocios e incentivos.
James Goggin, representante de la USAID, resaltó que la exitosa participación de los países miembros de la OECSe en la economía global demanda poner en vigor acciones inmediatas para mejorar el clima de negocios para poder promover las inversiones y el desarrollo del sector privado.
"Una manera de alcanzar esto es a través de la estrecha colaboración y cooperación entre los países miembros para aprovechar las sinergias y aprender e implementar reformas de prácticas internacionales en materia de inversión", recomendó.
Por otra parte, los ministros de Comercio de las nueves naciones de la OECS analizaron la situación entre Antigua y Barbuda y Estados Unidos en torno a las apuestas por Internet.
Los ministros instaron a Estados Unidos a comprometerse a dialogar con Antigua y Barbuda y cumplir con una regulación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre el tema.
La OMC dictaminó a favor de Antigua y Barbuda tras decidir que las restricciones impuestas por Estados Unidos contra las apuestas son ilegales.
Los ministros expresaron solidaridad con la nación caribeña en esta disputa.
"Nosotros declaramos solidaridad con la solicitud de Antigua y Barbuda de un tratamiento satisfactorio por parte de Estados Unidos en su petición de proveer servicios de juegos de azar por Internet", dijeron los funcionarios.
Estados Unidos ordenó a los bancos estadounidenses y compañías de tarjetas de crédito a rechazar los pagos a empresas de apuestas por Internet en el exterior.
A la nación caribeña las apuestas por Internet le reportaban significativos ingresos antes de la prohibición estadounidense, medida que también afectó a las empresas de ese sector de otros países caribeños.
Los ministros enfatizaron que aunque Antigua y Barbuda ha ganado el caso contra Estados Unidos en un panel de disputas de la OMC, Washington todavía mantiene su "medida ofensiva" que puede "dañar significativamente a la economía" de la nación caribeña.
La OECS está integrada por Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadina, Anguila y las islas Vírgenes Británicas.