El turista que llegó del frío
España. La ola de calor que estos días azota a Rusia no es más que la excepción que confirma la regla de un clima inhóspito que buena parte del año se presenta con cifras precedidas de un signo negativo en aquel país. Es por eso que, en cuanto tienen la oportunidad de disfrutar de un periodo de vacaciones, los rusos tratan de curar el "síndrome del bajo cero" viajando a destinos de sol y playa.
Así, introduciendo una pequeña variación en el título de uno los clásicos de la literatura policiaca, escrito por John Le Carré, el visitante de la Federación Rusa y el resto de ex repúblicas soviéticas se podría calificar como "el turista que llegó del frío".
Esta premisa, unida a las condiciones naturales de Tenerife, su infraestructura hotelera, su amplia oferta complementaria, así como el elemento de exotismo que aún supone para los viajeros rusos, ha hecho que, en estos momentos, la Isla sea uno de los principales focos de atracción para los que se decantan por España, y, a su vez, ocupa un lugar de privilegio dentro del Archipiélago, donde copa el 99% de los turistas de esas latitudes que llegan a Canarias.
Según los datos que maneja Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), en 2009 arribaron a Tenerife un total de 39.489 rusos, mientras que en el primer semestre de este año se alcanzaron los 17.931 (12.719 en vuelos regulares y 5.212 en charter).
No obstante, en base a los cálculos del Cabildo sobre turistas alojados, esta cantidad aumentó hasta los 67.987 durante el ejercicio pasado y al cierre de junio de este año, la cantidad ha crecido un 2,28% con respecto al mismo periodo de 2009 y se eleva a 34.244. Esta diferencia se explica, según el responsable de los Países del Este de Turismo de Tenerife, Jaime Hecht, en que el gestor aeronáutico sólo computa como rusos a los pasajeros de los vuelos directos desde este país, por lo que habría que añadirle los que acceden a la Isla vía Barcelona o Madrid y que, sin embargo, estadísticamente figuran como viajeros nacionales.
Hecht apunta que son muchos los que se desplazan primero a la Península a través de los vuelos que a diario realiza Iberia o la aerolínea de bandera rusa, Aeroflot, entre Moscú y algunas de las principales ciudades españolas y, desde allí, se embarcan hacia Tenerife.
Igualmente, destaca que hay otro grupo que contrata un paquete combinado de varios días de turismo cultural en Madrid, Barcelona e incluso, en alguna ocasión, con Sevilla, que completan con una semana en la Isla, en este caso, bajo el reclamo casi exclusivo del sol y la playa.
La especial predilección por Tenerife es una baza para la industria turística local, que hay que aprovechar por las grandes posibilidades que representa este país, con una población que supera los 140 millones de habitantes. El consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño, José Manuel Bermúdez, recalca que "además de que consideramos que tenemos muchas opciones para crecer en volumen de visitantes por tratarse de un mercado tan amplio, nos interesa porque es un turista al que le gusta salir del hotel, recorrer la Isla, conocer su gastronomía, hacer compras, etcétera".
Segmento de lujo
A modo de ejemplo, Hecht señala que "es el típico turista que cuando sale a comer fuera pide el plato más caro de la carta", y esto es así porque "mientras que los británicos, los alemanes o los originarios del resto de mercados tradicionales llevan toda la vida viajando, los rusos estaban hasta lo década de los 90 inmersos en el régimen soviético". Esta condición de "nuevos turistas" es la que explica su "ansia" por conocer lugares fuera de sus fronteras y no escatimar en gastos, un factor que les circunscribe dentro del segmento del lujo, como uno de sus principales "clientes objetivo". Prueba de ello es que cerca del 50% de los hoteles de Tenerife que aparecen en los catálogos de las agencias de viajes son de cinco estrellas.
Bermúdez subraya que la clave del excelente posicionamiento de Tenerife es que "hace más de una década empezamos a trabajar por abrirnos un hueco en este mercado en el que muy pocos confiaban".
El presidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viajes de Santa Cruz de Tenerife (APAV), José Ignacio Alonso, precisa que esta apuesta se remonta prácticamente al momento en que desapareció la URSS. Recuerda que fueron tres los touroperadores los comenzaron a explotar el negocio turístico con la Isla, entre los que figuraba Inturis, que entonces era la agencia oficial rusa.
Con el tiempo, algunos han desaparecido, pero fueron surgiendo una amplia gama de ellos, y alrededor de una quincena trabajan ya con Tenerife.
Los que mayor volumen de visitantes rusos aportan son Tez Tour y especialmente VAM Tour (conocido en España como Viajes Arturo) y Natalie Tour. Tal es el éxito cosechado por este último que en noviembre tiene previsto abrir su propia red de agencias por diversos puntos de España, bajo la denominación social de NT Incoming entre los que estará Tenerife.
Los frutos que se sembraron en aquella época se están recogiendo ahora también en forma de conexiones aéreas, ya que, hoy en día, el aeropuerto de Reina Sofía dispone de una media de seis vuelos directos a la semana con Moscú y otro cada quince días con San Petersburgo, que en la temporada de invierno cobra una frecuencia semanal. No en vano, "Tenerife está mejor posicionado en esta época del año, en la que desaparecen otros competidores como Andalucía o Baleares y prácticamente se queda como el único destino europeo de sol y playa", enfatiza Hecht.
Por contra, en los meses de verano, recobran protagonismo en este segmento otras zonas turísticas españolas como Cataluña que en los meses de bajas temperaturas reorienta su oferta para este mercado hacia el esquí con paquetes mixtos con Andorra. De este modo, logra contabilizar una media de 200.000 a 250.000 rusos al año.
A escala internacional, los destinos que más turismo ruso captan son Turquía, que cada año recibe un millón y medio de visitantes de este país. Egipto puja por el segundo entre las preferencias de los rusos y progresivamente han entrado en escena Marruecos y Túnez, así como "Tailandia, que está a una distancia de 8 horas de vuelo de Moscú, sólo una más que hasta Canarias y, últimamente, se está postulando Dubai, cuya oferta es similar a la de Tenerife y les queda a 6 horas", destaca el técnico de Turismo de Tenerife
Además, la ventaja de los destinos extracomunitarios es que no se les exige visado, mientras que para viajar a Tenerife, como territorio de la Unión Europea, es imprescindible.
Afortunadamente, después de mucha insistencia, la tramitación de este documento se ha agilizado, en incluso se ha creado un visado con una vigencia de seis meses (Visatur) que permite a su propietario viajar en varias ocasiones.
Con todo, los gastos que conlleva expedirlo rondan los 60 euros, lo que supone un nuevo obstáculo cuando en otros destinos competidores la entrada es libre.
Aunque hace apenas un año, "el porcentaje de visados denegados para los rusos podría superar el 20%, aún siguen dándose casos, ya que a la más mínima sospecha se les impide la entrada", sostiene Olga Shuvalova, que además de dirigir una agencia de viajes en el sur de Tenerife, está al frente de una oficina de gestiones consulares para los rusos. Al respecto, Shuvalova ironiza con que "hubo una época en la que parecía que el Ministerio de Turismo y el de Asuntos Exteriores eran de diferentes países, porque mientras que uno se esforzaba en promocionar el turismo el otro daba la sensación de que cuantos menos visados diera, mejor".
En otro contexto, resalta que "los rusos que pasan sus vacaciones en Tenerife quedan encantados con su clima y la amabilidad de su población, que no encuentran en otros destinos competidores". No obstante, esgrime que comienzan a producirse quejas de puntuales sobre algunos comercios que, bajo el reclamo del alto poder adquisitivo, están aprovechando para cobrarle precios abusivos.
Otra pega son los robos de los que están siendo víctima parte de los visitantes rusos, sobre todo en mercadillos, playas y el aeropuerto. No en vano, asegura que "cada semana hay alguien que regresa a Rusia sin su pasaporte". Por eso, aboga por reforzar la seguridad en las zonas turísticas de la Isla, dado que "forjase la fama de un destino seguro como ahora tiene Tenerife es complicado, pero si persisten este tipo de sucesos, se puede perder en un momento".
Por su parte, el presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro (Ashotel), José Fernando Cabrera, insiste en que "teniendo en cuenta que se estima que los rusos efectúan alrededor de 20 millones de viajes al año el margen para aumentar nuestra cuota es todavía enorme".
Sin embargo, asevera que "todavía somos muy poco conocidos en este mercado", un hecho que, a su modo de ver, obliga a establecer más enlaces aéreos y a ampliar la frecuencia de los que ya existen, además de mejorar en el capítulo de la promoción.
En esta línea, Cabrera considera la partida de 316.000 euros que se ha reservado este año en Turismo de Tenerife para el conjunto de acciones para captar visitantes rusos es ínfimo, ya que "con eso prácticamente sólo da para contratar unas cuantas vallas y poco más". Cree que sería necesario invertir dos millones para hacer campañas más potentes.
Tanto él como Bermúdez demandan más respaldo económico de la Consejería autonómica de Turismo. El consejero del Cabildo tinerfeño afirma que "el Gobierno de Canarias no está apostando como debiera por este mercado, cuando es el que más debe insistir e invertir porque es quien tiene las mayores bolsas de dinero". Alega que esta "errática" forma de actuar puede deberse a que es sólo una isla la que concentra a la inmensa mayoría de los turistas rusos. Así, ambos aclaran que "no se trata de que se venda la imagen de Tenerife, sino la de Canarias en general ya que, con iniciativas de impacto, otras islas podrían beneficiarse de las posibilidades que tiene este mercado".