España: Los secretos guardados tras el proceso de compraventa de Iberia

12 de Junio de 2007 4:05pm
godking

España. Vista Capital, Ibersuizas y Quercus, las firmas de este país integradas en el consorcio constituido por TPG y British Airways para comprar Iberia, guardan intereses propios en el proceso, que se resumen en tres nombres: Viva Tours, Swiftair y Clickair.

A pesar de que su ambigua posición en el proceso de venta de Iberia ha originado un no disimulado malestar entre los restantes accionistas de la aerolínea española, en la que controla un 10% del capital, British Airways es, hasta la fecha, el único actor implicado que ha reconocido abiertamente sus intenciones. Inspirándose en El Gatopardo, la célebre novela del Príncipe de Lampedusa, la compañía aérea británica pretende que en Iberia cambie todo para que todo siga igual.

Su socia, Texas Pacific Group (TPG), la firma de capital riesgo con la que British Airways lidera el único consorcio que se ha aproximado formalmente al consejo de administración de Iberia, fue la primera interesada que se postuló como candidata para hacerse con la aerolínea.

Más allá de su vocación compradora, impresa en el ADN de toda firma de private equity, se desconocen, por el momento, sus objetivos respecto al rumbo industrial que imprimiría a su participada, al menos hasta que, llegado el momento de la desinversión, allá por el año 2011 ó 2012, decida transmitir sus acciones a British Airways.

La venta de las actividades no estratégicas de Iberia, desde la división del servicio de asistencia en tierra (handling) –un negocio que factura cerca de 600 millones de euros anuales–, hasta el mantenimiento de aeronaves, es una opción lógica para una firma de capital riesgo como TPG, que destinará esos recursos a la amortización de la deuda que generará la adquisición. Fuentes próximas apuntan a que la compra de Iberia se estructurará con un 30% de aportación de capital y un 70% de endeudamiento.

Se supone que Vista Capital, Ibersuizas y Quercus, las firmas españolas integradas en el consorcio liderado por TPG y British Airways y que asumirán el 51% de los derechos políticos de Iberia en caso de que prospere la opa, se han sumado al grupo espoleadas por las buenas perspectivas que genera, para una inversión financiera, el gradual proceso de liberalización que se cierne sobre la industria aérea internacional.

Los analistas apuntan a que los requisitos regulatorios que dificultan actualmente la adquisición de una aerolínea, y que terminan por disuadir a muchos compradores potenciales, fundamentalmente a compañías aéreas rivales de otra nacionalidad, desaparecerán en cuestión de pocos años, una vez fructifique la segunda ronda de negociaciones entre la Unión Europea y EEUU destinadas a dotar de mayor contenido al acuerdo de cielos abiertos entre las dos orillas del Atlántico.

Sin embargo, y al margen de que la entrada de Vista Capital (controlada por Santander y Royal Bank of Scotland) en el capital de Iberia pueda dejar en manos de Santander la financiación de una operación con una elevada dosis de deuda, se dan otras interesantes sinergias para los tres socios españoles, a las que son absolutamente ajenas British Airways y TPG, y que se resumen en tres nombres: Viva Tours, Swiftair y Clickair.

Con un 20% de los títulos en sus manos, Vista Capital es el segundo accionista del grupo turístico Orizona (antigua Iberojet), controlado en un 80% por la firma norteamericana de capital riesgo Carlyle. Orizonia cuenta con una extensa línea de touroperadores, entre los que destaca el grupo mayorista Viva Tours, vendido por Iberia a Iberojet en diciembre de 2003 por 18 millones de euros.

Desde esa fecha, Viva Tours mantiene una relación comercial preferencial con Iberia, que se concreta en un cupo de cerca de 100.000 plazas anuales en aviones de línea regular de Iberia para los trayectos explotados por Viva Tours, un negocio que reporta al touroperador unos ingresos cercanos a los 15 millones de euros. Esta relación comercial se extiende a Iberia.com, la web de la aerolínea, en la que el usuario puede adquirir productos combinados de avión y hotel ofrecidos en exclusiva por Viva Tours, cuya compra sirve, además, para sumar puntos en la tarjeta de fidelización Iberia Plus.

Como accionista tanto de Iberia como de Orizonia, Vista Capital podría promover fácilmente la ampliación del acuerdo comercial entre el touroperador y la compañía aérea. “Lo lógico es que con Vista Capital presente en el capital de Iberia, el cupo de plazas que tiene Viva Tours en la aerolínea se incremente sustancialmente”, explican fuentes del sector.

De este modo, Vista Capital podrá dotar de mayor valor añadido a una compañía, Orizonia, que, en principio, tiene prevista su salida a bolsa en 2009 ó 2010.

Luis Chicharro, presidente de Ibersuizas, forma parte del consejo de administración de la aerolínea Swiftair, especializada en operaciones de carga y de pasajeros en vuelos chárter y wet lease (alquiler de flota y tripulación) para otras compañías aéreas o touroperadores. El grupo tiene a Spanair como su cliente principal en el mercado nacional.

Con Ibersuizas en el consejo de administración de Iberia, Swiftair podría quedarse con el deseado negocio de subcontratación de flota y tripulantes de la compañía presidida por Fernando Conte, que actualmente está en manos de Gestair, a través de Audeli.
Estos contratos, que se concretan en varios vuelos realizados por Audeli para Iberia al continente latinoamericano con aviones Airbus A340, son acuerdos a corto plazo que pueden ser cancelados unilateralmente previo aviso de la empresa contratante, en este caso, Iberia.

La aerolínea tiene subcontratado hasta el 7% de su producción, gracias a una fórmula que dota de gran flexibilidad a su operativa, precisamente por su carácter fácilmente modificable. “Audeli podría ver peligrar sus acuerdos de wet lease con Iberia en beneficio de Swiftair”, señalan analistas consultados.

Clickair, la aerolínea de bajo coste impulsada por Iberia para competir en el mercado de vuelos baratos, está controlada a partes iguales por la propia Iberia, ACS, Iberostar, Nefinsa y la firma Quercus, que a la sazón es la tercera pata española en el consorcio de TPG y British Airways. Hasta la fecha, el protagonismo de Iberia en la dirección estratégica de Clickair ha sido proporcionalmente muy superior a su peso relativo en el capital, dejando al resto de accionistas en un segundo plano.

Con Quercus en el capital de Iberia, esta situación podría cambiar radicalmente, en la medida en que rompería el actual equilibrio en el capital de Clickair. La sociedad, cuyo principal inversor es la familia Carulla, se convertiría en el primer accionista de la low cost, ya que a su 20% se le sumaría una participación indirecta a través de Iberia, lo que le situaría en una posición de privilegio de cara a un momento clave en el futuro de Clickair: finales del año 2008.

En esa fecha, que coincide con el vencimiento del primer plan estratégico de Clickair, Iberia dispondrá de un derecho de compra para hacerse con el 80% que no controla en la aerolínea capitaneada por Alex Cruz, paso previo a la salida a bolsa. No obstante, y teniendo en cuenta que la nueva correlación interna de fuerzas beneficiaría a Quercus, ésta podría abanderar un nuevo ciclo en Clickair, que coincidirá, con toda probabilidad, con un escenario de reordenación en el mapa del bajo coste español.

En 2008, easyJet y Ryanair comienzan a recibir las primeras entregas de los mastodónticos pedidos de aviones firmados con Airbus y Boeing, respectivamente. Buena parte de esas aeronaves irán a parar al mercado español, convertido en la estrella fulgurante del low cost europeo. Con una asfixiante sobrecapacidad de vuelos baratos en España, un escenario de fusión entre Clickair y su competidora Vueling no es, ni mucho menos, descabellado.

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