Estados Unidos: Empresarios y periodistas turísticos ratifican decrecimiento en los viajes hacia este país
Estados Unidos. Aún con el dólar francamente bajo en comparación con el euro, la libra y otras monedas, el turismo hacia este país no aumenta. Por el contrario, baja a niveles menores de los que tenía antes del 11 de septiembre del 2001. La razón, según dijeron empresarios y periodistas en una reciente conferencia del sector turístico, es que entrar a territorio estadounidense resulta cada día más complicado.
En la reunión internacional de la Travel Industry Association, celebrada en Anaheim, California, los funcionarios presentes fueron virtualmente asaltados por periodistas que contaban historias de horror sobre trámites de visas demorados y colas enormes en los controles de seguridad de aeropuertos.
Esos relatos no sorprenden a Jay Rasulo, que además de dirigir la Asociación es el presidente de Walt Disney Parks and Resorts. "Nuestro proceso no es ni amigable ni eficiente", dijo. "Estamos dejando un enorme vacío para que lo llenen otros destinos."
Y así sucede. Aun con el dólar en franca caída, muchos extranjeros están prefiriendo países como Australia, China y Turquía.
El turismo mundial viene aumentando desde 1992: entre ese año y el 2006, subió un 61%; pero en EE.UU. el número de visitantes extranjeros cayó: fueron 51,2 millones en el 2000 y 51 millones en el 2006.
En una reciente investigación, más de 2.000 viajeros internacionales calificaron el proceso de arribos a los aeropuertos de este país como "el peor del mundo", por el doble de votos que el segundo destino complicado en este sentido, el Medio Oriente.
El estudio, realizado por Discover America, una coalición de ejecutivos, constató que el 57% de los viajeros sentían que EE.UU. no deseaba sus viajes de negocios.
El empresariado turístico quiere que el gobierno facilite los viajes de los extranjeros sin comprometer la seguridad. Piden que el gobierno contrate más agentes aduaneros, elimine la visa para más países, procese las visas en 30 días y cree un programa internacional de viajeros registrados que aceleraría el paso a los viajeros frecuentes. (Fuente: Los Angeles Times)