Estados Unidos: United y Continental continúan la concentración en el sector aéreo
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Estados Unidos. La concentración del sector aéreo franqueó una nueva etapa el viernes pasado, con el visto bueno acordado por los accionistas a la fusión de las aerolíneas Continental y United, que se convertirán en el nuevo número uno en términos de tráfico.
Se trata técnicamente de una compra de Continental por parte de United, en una transacción enteramente realizada en acciones, por la cual los actuales accionistas de United detentarán cerca de 55% de la entidad fusionada.
"La votación significa un avance importante hacia la culminación de nuestra fusión con Continental, que permitirá la creación de la primera empresa mundial y en la mejor red del sector aéreo", afirmó Glenn Tilton, presidente ejecutivo de United.
Ambas compañías habían anunciado su fusión en mayo pasado. La operación fue luego aprobada por las autoridades europeas y estadounidenses antimonopolio y debería ser culminada hacia fin de mes.
El acuerdo de las autoridades antimonopolio toma en cuenta una virtud de la nueva entidad: el muy pequeño número de destinos en los que ambas empresas eran rivales hasta el presente.
Según Philip Baggaley, analista de la agencia de calificación financiera Standard and Poor's, esta gran complementación es el criterio que debe justificar una fusión: "se trata de saber si la entidad combinada permite un mejor sistema de destinos, es importante para la clientela de empresarios" que quieren tratar con un interlocutor único capaz de abarcar una red muy vasta.
Con esta fusión, que sucede a la realizada entre Delta y Northwest en 2008, Baggaley estima que culmina la concentración del sector en Estados Unidos, "al menos a corto plazo".
Con la integración, United y Continental esperan lograr "una sinergia de ingresos y también en menor medida, de costos", explicó Baggaley, estimando que "el riesgo más pesado, es el costo laboral".
Será necesario compatibilizar los contratos, dado que los empleados de United Airlines habían acordado importantes concesiones luego de que el grupo se amparara en la ley de quiebras en diciembre de 2002: antes de salir de la bancarrota el grupo debió suprimir 20.000 empleos y reducir sus costos en 7.000 millones de dólares anuales.
También deberán armonizar la categorización de los pilotos de ambas compañías, un proceso tradicionalmente complejo.
Mientras tando, Standard and Poor's continúa examinando la calidad del crédito de las aerolíneas, que debería culminar en una nota "B" o "B-" para la entidad fusionada, quedando clasificada en consecuencia entre las inversiones especulativas.
Ambas empresas registraron este verano boreal beneficios trimestrales, pero la situación del sector sigue siendo frágil y acumularon pérdidas colosales en los últimos años.
Según cifras de la Asociación internacional del transporte aéreo (IATA), el grupo tendrá más pasajeros kilómetros que American Airlines o Delta Air Lines Northwest.
Los aviones llevarán el nombre "United", con el logo de Continental.