Estados Unidos: Vuelve la esperanza hacia el plan anticrisis de los 700.000 millones
-El proyecto fue aprobado anoche finalmente por el Senado, para devolverlo con modificaciones a la Cámara de Representantes
Por: Ariel Terrero/ Mercados y Tendencias
Estados Unidos. Luego del tsunami financiero o lunes negro con que comenzó esta semana, las bolsas reaccionaron con fuerza el martes en este país y el resto del mundo, cerraron en alza y extendieron su influjo hacia el mercado cambiario internacional, donde el dólar cerró con ganancias generalizadas frente a los monedas rivales. A los inversores volvió la confianza de que el Congreso aprobaría el plan de 700.000 millones de dólares, propuesto por la Casa Blanca para salir de la actual crisis financiera.
El rechazo de la Cámara de Representantes a dicho paquete fue la causa de la mayor caída por puntos del índice líder Dow Jones en la historia de Wall Street. Pero el martes los inversores recuperaron el espíritu de riesgo especulativo, y se lanzaron a comprar acciones y activos como la divisa estadounidense, confiados en que probablemente el legislativo daría luz verde al programa con que la Administración Bush se propone apagar el fuego en que arde actualmente el sistema financiero estadounidense.
Favorecido por el avance de tales expectativas en la plaza neoyorquina, el dólar cerró en alza, para registrar su mejor desempeño trimestral frente al euro, la libra esterlina y el franco suizo desde 1992.
Otro factor que dio aliento al riesgo especulativo fue la noticia de que la Reserva Federal y otros importantes bancos centrales del mundo estaban dispuestos a emprender nuevas acciones urgentes para devolver liquidez al mercado financiero global. Esta voluntad hasta alentó rumores sobre una coordinada rebaja de tasas de interés entre las autoridades monetarias de las mayores economías, acción que se sumaría a las multimillonarias inyecciones de dólares con que los bancos centrales están enfrentando -aunque todavía sin resultados notables- la contracción del crédito interbancario y la consiguiente crisis de iliquidez.
Pero, en mi opinión, el factor que ha dado esta semana mayor fortaleza al dólar frente a las divisas europeas debe buscarse fuera de las fronteras de Estados Unidos. La racha de quiebras bancarias con que abrió la semana para Europa se unió a las reiteradas amenazas de recesión en las principales economías del Viejo Continente y levantó el temor al contagio global con la crisis financiera y el estancamiento económico de EEUU.
Gran Bretaña, por ejemplo, confirmó el martes la fuerte desaceleración de su economía, y esto acentuó la caída de la libra esterlina, tanto como han presionado al euro las bancarrotas financieras y otros tropiezos de Alemania, Francia e Italia, por mencionar las tres mayores economías de la zona euro.
Los riesgos de infección europea se han robado la atención de los inversores, al punto de que las oscilaciones récord de la bolsa neoyorquina no han tenido casi impacto esta semana en las cotizaciones del dólar en el mercado internacional de divisas.
En contraste, el dólar encontró apoyo en una sorpresiva mejoría de la confianza de los consumidores estadounidenses en su economía en septiembre. De acuerdo con el habitual informe de la entidad The Conference Board, ese índice subió a 59,8 puntos, contra los 58,5 puntos de agosto y los 55 puntos previstos por los economistas. Ese dato aminoró el efecto negativo de otros reportes macroeconómicos.
La actividad manufacturera en el área de Chicago experimentó un descenso moderado, mientras el precio de la vivienda en EEUU mantuvo el sostenido desplome. El valor medio de las viviendas unifamiliares en las diez mayores ciudades cayó un 17,5% en el último año, el mayor descenso en dos décadas, informó la agencia de calificación Standard & Poor's.
Pero ya las evidencias de la crisis inmobiliaria, por reiteradas y nada sorprendentes, parecen tener poco efecto en los mercados bursátiles, más atentos por otra parte a los dos principales problemas del momento: el contagio europeo con la crisis financiera estadounidense y el dilema que se enfrenta con el programa de socorro de la banca, cocinado por el Gobierno de EEUU, que fue aprobado finalmente anoche por el Senado, para devolverlo con algunas modificaciones a la Cámara de Representantes.