Francia: Escasez de agua afectará a más de mil millones de personas en el futuro cercano, según UNESCO
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Francia. Más de 1.000 millones de personas sufrirán por falta de agua en el futuro cercano como consecuencia de la contaminación, la superpoblación y las manifestaciones del cambio climático, que afectan las fuentes de este recurso vital y aumentan la importancia de los acuíferos, indicó Alice Aureli, especialista de la División de Ciencias Hídricas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
De acuerdo con la experta, citada por IPS, “la competencia por los recursos compartidos aumentará y será una fuente de conflicto”.
La situación obliga a gobiernos y comunidades a incrementar su compromiso con la gestión sustentable del agua subterránea, porque es “importante para el desarrollo humano y un ambiente natural”, según Aureli, quien presidió una conferencia de tres días sobre el tema en la sede de la Unesco en París.
Más de 400 científicos, abogados y políticos de todo el mundo participaron en “Transboundary Aquifers: Challenges and New Directions” (“Acuíferos trasfronterizos: desafíos y nuevas direcciones”), que antecede a futuras negociaciones para redactar una norma internacional sobre estos recursos geológicos que almacenan y dan agua a pozos y manantiales.
Se prevé que en la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas de 2011, los gobiernos adopten una convención acerca de los acuíferos trasfronterizos que fije pautas sobre cooperación y gestión, entre otras cosas.
Los recursos hídricos subterráneos representan casi 96% del agua dulce del planeta, según los hidrogeólogos. En las regiones áridas y semiáridas, como Arabia Saudita y Malta, suelen ser una de las pocas fuentes disponibles, de acuerdo con la Unesco.
El Programa Hidrológico Internacional de la agencia publicó en 2008 el primer mapa detallado de acuíferos trasnacionales. Se identificaron más de 270, de los cuales 73 están en América, 38 en África, 65 en Europa oriental, 90 en Europa occidental y 12 en Asia.
“El gran problema es que es agua y todo el mundo la necesita”, subrayó Cletus Springer, director del Departamento de Desarrollo Sustentable de la Organización de Estados Americanos (OEA), y que “muchas de nuestras industrias (de América Latina y el Caribe) dependen de este recurso: el turismo, el sector de bebidas y la agricultura”, al tiempo que varios países padecen la escasez.
Varios estados caribeños tienen sequías desde 2009 y carecen de suficiente agua para la cocina, el saneamiento y los campos. Los pozos secos también afectan al turismo porque la situación obliga, por ejemplo, a llevar el vital líquido a los hoteles en camiones cisterna.
Al utilizar los recursos subterráneos, las reservas se agotan en algunas áreas y los acuíferos quedan propensos a la invasión de agua salada. Precisamente, uno de los principales problemas que afectan a estos recursos en los pequeños países insulares es la salinidad, propiciada por el aumento del nivel del mar, explicó Springer, originario de Santa Lucía.
“La acidificación y la salinidad son dos de los principales problemas derivados del cambio climático”, indicó y agregó que algunos acuíferos son naturalmente salobres, lo que obliga a tratar el líquido antes de consumirlo.
En África, donde conseguir agua puede llegar a ser una verdadera lucha cotidiana, la gestión de los acuíferos compartidos es un asunto urgente, destacó Charles Ngangoué, presidente del Consejo de Ministros Africanos encargados del Agua.
“El agua circula de un país a otro sin pasaporte ni visa”, señaló y añadió que “son muchos los desafíos por resolver, pero pocos los medios y recursos”.
Por su parte, el representante de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de Yibuti, Maina Karaba, dijo a IPS que uno de los retos en África es “informar a la población de lo que hay abajo” para que los ciudadanos sean conscientes del “recurso oculto”.
Los desechos de medicamentos sin usar, de teléfonos celulares, de partes de productos electrónicos que llegan a África procedentes del resto del mundo, entre otros materiales, contribuyen a la contaminación del agua subterránea, coincidieron varios delegados en la conferencia de París.
Otro problema es la distribución del agua, en especial en el cuerno africano. Según Karaba, “a veces hay mucha agua y a veces no”. El representante de Yibuti añadió que los acuíferos serán esenciales para mejorar el suministro en la región y que muchas comunidades rurales ya dependen de ellos.
En América del Sur, las autoridades se preocupan por el estado del acuífero Guaraní, uno de los mayores del mundo, que abarca partes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. La colaboración entre los países que lo comparten llevó a una mejor comprensión de su funcionamiento, destacó la Unesco, y señaló que esta experiencia puede servir de ejemplo para el futuro.