José Napoléon Duarte Durán, Ministro de Turismo de El Salvador
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A pocos meses de su toma de posesión como ministro de turismo, encontramos al señor Duarte Durán en la World Travel Market de Londres, presentando la estrategia que el nuevo gobierno de ese país ha definido para impulsar la industria turística: buscar nuevos mercados, una estrecha relación entre sector público y privado, y hacer hincapié en la generación de empleo y el desarrollo local y humano, aprovechando el talento de su gente y la riqueza de sus paisajes.
Señor ministro, el primer evento en que se ha visto involucrado ha sido la feria más importante de promoción de Centroamérica para los mercados europeos, CATM. ¿Cómo resultó esta convocatoria?
-CATM es la respuesta a la necesidad que tiene Centroamérica de recibir a ese mundo extraordinario que es el turismo. No es solamente El Salvador, ahí estaba Centroamérica representada en pleno. Contamos con la presencia de todos los ministros de la región y pudimos compartir experiencias e ideas novedosas para los próximos años. Casi todos somos nuevos, estamos recién ingresando a la cartera, algo que nos da la oportunidad de comenzar juntos y compartir aciertos y desaciertos.
CATM representa la plataforma inicial para el despegue del turismo en El Salvador. Vamos a invertir sobre esa plataforma. Y en los próximos años vamos a seguir trabajando para conquistar a esas fuerzas a nivel internacional para que vayan a El Salvador, para conquistar a los mercados europeos y latinoamericanos que no están llegando a Centroamérica. Hemos puesto mucha atención en mercados como España, Reino Unido, Brasil, Italia, Alemania, la República Checa… Queremos traer a su gente a El Salvador, que conozcan cosas interesantes de nuestra cultura e historia.
Después de los primeros 100 días de gobierno, hemos establecido varias prioridades. Una de ellas es el desarrollo local. En julio de 2009, como parte del programa de gobierno y teniendo en cuenta la relación del sector público y privado, lanzamos un proyecto de inversión con los alcaldes y comunidades turísticas. Le llamamos “Pueblos Vivos”, y determina una nueva versión de turismo interno.
Se trata de redistribuir la riqueza, el flujo de recursos, de inversión, sobre todo los flujos de caja que existen entre las áreas turísticas y las áreas de desarrollo.
Este turismo interno, ¿es solamente para los salvadoreños o también está basado en el turismo exterior? ¿Tiene que ver, digamos, con el turismo rural de España?
-Nos atrae mucho la experiencia del ecoturismo, el turismo de aventura, el montañismo. No podemos decir que nuestras aspiraciones a corto plazo son igualar los programas sumamente exitosos de Europa, especialmente de España o Italia; sin embargo, puedo decirle que aspiramos a colocar una base suficientemente atractiva para motivar a los inversionistas pequeños, medianos, y también a los grandes empresarios, para que utilicen, por ejemplo, las zonas de cafetales -porque el café es un orgullo nacional, pero además porque le rodea una naturaleza bellísima-, lo cual nos va a permitir estimular la inversión en sitios de gran riqueza natural.
Esperamos que en los próximos años podamos llevar allí a inversionistas que vayan uniendo este desarrollo doméstico al desarrollo del turismo internacional. Esa es la idea: combinar productos de sol y playa con naturaleza, con la Ruta de los Volcanes, y establecer no sólo rutas sino polos de desarrollo que nos conviertan en un verdadero destino turístico internacional.
¿Sería, por ejemplo, como el agroturismo que tiene Puerto Rico?
-Pues sería una mezcla de agroturismo y ecoturismo. Sobre toda la parte rural, que es muy rica. En El Salvador tenemos una ventaja en algunas regiones: nuestra gente es muy amable. Usted va a un pueblo desconocido, donde vive una pequeña comunidad, y no se muere de hambre, porque la gente es atenta, le da una tortilla con frijoles y queso y sal, le brinda una especie de cajuela o tazón que tiene y usted toma agua y café. El próximo año vamos a iniciar el programa “Amigos del Turista”, que se vincula a “Pueblos Vivos” y que nos permitirá desarrollar esa expresión de amistad del salvadoreño.
Ese programa nos va a posibilitar dar un salto de calidad, porque propiciará un acercamiento y la revalorización de nuestros valores culturales. Le pongo un ejemplo: Santa Leticia. Es un sitio con miles de años de historia, con monumentos históricos que no se conocían hasta hace unos años. En la zona se han extraído más de 5.000 piezas de gran importancia de las culturas lenca, Nahuatl, de nuestros ancestros. Hoy, parte de esas joyas están en el Museo Nacional.
Pero el dueño ha sabido cultivar esa historia, y hoy la propiedad es un hotel vinculado con ecoturismo, con el agro, con la aventura, y por supuesto con la excelente gastronomía internacional y nacional, y es muy exitoso. Como esa, tenemos otras inversiones que se desarrollan en la Ruta de las Flores, en la Ruta de los Naranjos, en el área de Sonsonate, donde hay una inversión española, el Decamerón, de 48 millones de dólares.
Es importante el monto, pero también hay empresarios con inversiones de menos de 10 millones de dólares, que buscan rescatar esos lugares preciosos de El Salvador. El Golfo de Fonseca, por ejemplo, que comparten Honduras, Nicaragua, El Salvador. El Salvador tiene la mejor tierra en el Golfo de Fonseca, un lugar paradisíaco que no está desarrollado. Entonces, en los próximos años iremos certificando estas inversiones, ya hay interesados y propuestas concretas para desarrollar esa zona.
¿Qué es lo que pretendemos allí? Tenemos alrededor una red de montañas, de volcanes, gran densidad de bosques y animales del trópico, pero a 15 o 20 minutos están las playas. Podemos aprovecharlo e integrarlo todo. Si logramos hacer prevalecer esta proyección en los próximos años, creo que podremos tener un verdadero desarrollo turístico, sin nada que envidiar a Cancún y a otros centros caribeños, donde los cruceristas llegan y disfrutan viendo las bellezas. Nosotros tenemos esas bellezas, sólo debemos construir la plataforma para que en los próximos 20 o 30 años los salvadoreños disfruten de toda esa riqueza que puede producir el turismo.
Si quiere invertir en El Salvador, usted debe saber que va a comenzar desde cero, porque la conceptualización del turismo en la agroindustria, el ecoturismo y la búsqueda de la naturaleza, es una novedad. Recién ahora estamos comenzando a promocionarla y a promover conciencia sobre esa modalidad.
La tendencia de su gobierno es mucho más socializadora que la del gobierno anterior. ¿Van a dar más participación al pueblo y más apoyos a pequeños empresarios y comunidades?
-Vamos a conducirnos sobre estos ejes estratégicos: unir al pueblo, a la gente, trabajar en conjunto para satisfacer nuestras necesidades, involucrar y buscar el crecimiento integral del ser humano. Estamos en una época de crisis, y las crisis hay que saberlas manejar: debemos pensar no sólo en políticas de gobierno, sino de Estado, y para ello se requiere una gran dosis de tolerancia, comprensión, diagnóstico, conocimiento de los problemas. En el caso del Ministerio de Turismo, hemos trabajado bajo esos principios.
El sector privado no se sentía partícipe de la gestión anterior, y no lo digo para golpear a la gestión anterior. Debimos entender por qué no hubo una relación muy positiva entre las autoridades de turismo y la empresa privada: eran muy parciales las relaciones. Hemos pensado, entonces, abrir las oportunidades. Por ejemplo, en la WTM de Londres: nosotros no estamos en la lógica de hacer negocios, sino en la lógica de abrir la brecha para que nuestros empresarios hagan negocios.
En la medida en que vengan a El Salvador los inversionistas y mayoristas y pacten con nuestros empresarios va a crecer una dinámica positiva de generación de empleo, de confianza, de trasladar valores agregados. Esta diferencia hace que haya un salto cualitativo en la relación del sector público y el privado, y hemos invitado a la Cámara de Turismo de El Salvador para que trabaje a la par con nosotros, en un esfuerzo común para abrir las oportunidades de las pymes.
Utilizando la experiencia que tuvimos en CATM, lanzamos en noviembre lo que llamamos “Catancito”, para que los municipios presentaran sus ofertas turísticas. Las ferias se trasladan a los municipios, para que el sector turismo entienda el compromiso del municipalismo y el desarrollo local, pero a la vez para que las autoridades locales muestren esa oferta en conjunto con la empresa privada, con la comunidad turística.
También prevemos un programa para las pymes, para establecer una relación crédito-oportunidades. Los empresarios turísticos se quejan de que nunca se les ha tomado en cuenta y no tienen acceso al crédito. Nosotros hicimos una investigación y determinamos que el microempresario turístico tiene esas dificultades, pero también las tiene en cuanto a capacitación, asistencia técnica, proyectos, planes de negocios. Vamos a profundizar en el tema a través de capacitaciones en el Ministerio, y lo vamos a acompañar con un esfuerzo de la banca de fomento nacional. Esto significa que podemos abrir inicialmente una línea de crédito de 5 millones de dólares, que nos permitirá establecer nuevos productos crediticios para la microempresa turística, para inversiones de pequeños y medianos empresarios.
Hay personas que no pueden concretar sus ideas porque no tienen financiamiento ni plazos, y estamos hablando de créditos de 25, 50 mil y hasta 100 mil dólares. Estamos buscando una combinación de plazos, intereses y comisiones que tengan cierto tipo de garantía con el fin de establecer condiciones adecuadas para lanzar el programa, y esperamos lograrlo en 2010.
Hay otro proyecto que aún no está en el mercado, que hemos llamado el “Cocinero Impresionante”, muy relacionado con el turismo internacional, con el adiestramiento y certificación de los cocineros del país. Nosotros tenemos excelentes cocineros, pero nos falta la cocina como un espectáculo, lograr que sea un trabajo de cara al turista.
¿Cuántas escuelas gastronómicas o cursos afines en universidades tienen?
-Hay 6 o 7 universidades que incluyen el turismo. Tenemos cursos especializados, certificaciones de capacitación junto con el gobierno de México, academias, y recientemente inauguramos una escuela vinculada con un proyecto español. Pero el Cocinero Impresionante no se trata de clases de cocina, sino de crear un equipo de chefs que vaya a los centros y polos de desarrollo turístico y enseñe a sus colegas, de primera mano, cómo mantener una cocina, cómo tratar y manipular los alimentos, cómo servir… Cosas sencillas, que una vez incorporadas pueden dar mucho valor agregado.
En cuanto a otras actividades, estamos desarrollando un esfuerzo con los parques. Tenemos alrededor de 20 parques en el país, y 14 son manejados por el Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU). Queremos renovar la conceptualización de parque y ligarla a Pueblos Vivos, vincular a las comunidades turísticas con los parques.
Ya renovamos el primero, en el occidente. La meta es de un parque por año, con una inversión promedio de 700.000 dólares. Estamos en un proceso de licitación para construir un malecón en uno de los parques más lindos que tenemos, y vamos a reconstruirlo con una inversión superior al promedio. Creo que será el modelo para este proceso de renovación.
Lo que nos interesa es dar fortalezas a aquellos sectores más vulnerables por la falta de generación de empleo. Debemos buscar alternativas que nos permitan mantener el empleo. A través del ISTU y de la renovación de los parques vamos a establecer condiciones para que los alcaldes y municipios y comunidades de desarrollo turístico puedan tener más acceso a estos espacios.
Hay proyectos como el Hotel de la Montaña, en Cerro Verde, donde los terremotos destruyeron el hotel en años anteriores. Ahí tenemos un proyecto interesante para el que buscamos inversionistas: montar un hotel, un club para deportes de montaña. Hay dos volcanes, un lago y una montaña alrededor. Además de rafting, canopy y otras prácticas de aventura, queremos incorporar un tren aéreo o teleférico con varias estaciones, y que en cada estación haya un atractivo para el turista.
¿Qué tiempo necesitarán para desarrollar estos proyectos?
-El gobierno es de 5 años, y debemos pensar en los próximos 20 años. Le he hablado de proyectos de corto, mediano y largo plazo. Este último es un proyecto de mediano plazo, una inversión de 10 millones de dólares como mínimo. Pero sí podemos lograr, en el corto plazo, proyectos de 1 a 5 millones de dólares, con muy buen impacto, sobre todo porque no serían de inversión pública sino privada, y a nosotros nos tocaría apoyarlos.
¿Prevén algunas acciones especiales para la promoción de la inversión extranjera directa? ¿En qué áreas estarían esas inversiones?
-Tenemos un plan estratégico. Hay condiciones extraordinarias, pero lo primero que se debe hacer es identificar los polos de desarrollo. Tenemos muy buenas carreteras, muy buena infraestructura de energía y enormes condiciones naturales. El inversionista puede tener confianza en nuestro gobierno, hay leyes, instituciones que estamos viendo que están funcionando, y cuando la institucionalidad funciona se genera confianza. La Ley de Turismo establece incentivos importantes para el inversionista extranjero. Esto, unido a la política del gobierno de la que ya hablamos, permitirá al inversionista aterrizar en El Salvador sabiendo que le vamos a recibir y dar las facilidades para incorporar sus proyectos e inquietudes y hacer los puentes necesarios con la empresa privada.
¿Hay posibilidad de otro aeropuerto?
-Dentro de los planes para el desarrollo del Golfo y del puerto La Unión hay algunas iniciativas, inclusive privadas, que plantean la posibilidad de construir un pequeño aeropuerto. Poner un aeropuerto internacional en La Unión será muy bueno para el tráfico a nivel centroamericano y mundial. Otro elemento importante son los cruceros: estamos trabajando para que en los próximos tres años el país reciba cruceros. Permitiría mostrar un mundo que hasta ahora El Salvador no ha mostrado.
¿Mantendrían las estrategias que avanzan en Centroamérica y el Caribe para que la industria de cruceros no pueda dañar las costas y no perjudique al turismo de tierra?
-Hemos hablado con líderes de la industria de cruceros y en nuestra agenda a nivel centroamericano tenemos pláticas con los ministros sobre el asunto. Cada país ha tenido experiencias distintas, unas buenas y otras no tan exitosas, pero el balance es positivo. Honduras tiene su desarrollo, al igual que Panamá y Costa Rica. Nicaragua y Guatemala tienen menos, y El Salvador ninguno. En el próximo Consejo Centroamericano de Turismo queremos proponer que haya una Ruta del Pacífico: que el crucero pueda hacer escala en distintos países para que sea más atractivo. Es un proyecto, una ilusión que todos los ministros compartimos de una u otra manera.
Si logramos impulsar la inversión y un negocio estratégico en el sector de cruceros, focalizando esfuerzos entre países y fortaleciendo la región centroamericana como un punto de encuentros; si propiciamos un fuerte lanzamiento del mundo maya, rescatando y preservando nuestra cultura a través de Pueblos Vivos, del Cocinero Impresionante; si acompañamos esos esfuerzos con recursos y asistencia para las pymes, pues yo espero que en algunos años El Salvador sea un país verdaderamente exitoso en el turismo.
Se ha referido a Centroamérica como grupo, y acaban de entrar a CATA. ¿Qué les ha propuesto CATA, qué esperan de esa entidad?
-En los primeros meses los contactos con CATA han sido iniciales. Pienso que es un esfuerzo que debe mantenerse. CATA es el promotor de Centroamérica en Europa, sobre todo en España, y España es un mercado muy importante para nosotros, uno de los mercados que hemos seleccionado para penetrar. Hay temas de conectividad, de promoción, de profesionalismo, asistencia técnica. CATA tiene ese reto, a partir de que todos los países centroamericanos buscan resultados.
Nuestra expectativa sobre CATA es que sea una oficina de los centroamericanos, para los centroamericanos y por los centroamericanos, y creemos que está muy bien comandada. Vamos a fortalecer las relaciones y esperamos que en los próximos dos años contribuya a que el plan estratégico se pueda llevar adelante.
Habló también de interés por varios mercados de Europa, ¿no han valorado el mercado ruso?
-Dentro del plan estratégico del Ministerio de Turismo y de las instituciones que trabajan en el sector hay identificados cuatro circuitos: el primero es Pueblos Vivos, que es el mercado interno. El segundo está ligado a Centroamérica y al ejercicio que estamos haciendo con SICA; ahí hay programas y recursos importantes para desarrollar estos mercados centroamericanos muy cercanos y que nos dan muy buena tributación en términos de flujos turísticos e ingresos. El tercer circuito, al que debemos ponerle mucha atención, es Estados Unidos, especialmente el mercado hispano y específicamente el de los salvadoreños en el exterior. El cuarto circuito son los mercados emergentes, muchos en Europa y que incluyen a países como Rusia.
Rusia es un mercado muy atractivo, y no lo hemos descartado, pero no podemos entrar a todos los países de una vez. Vamos a explorar estos mercados.
En Europa vamos a comenzar por España. Pero también están Brasil, Perú, Venezuela, Colombia… Los recursos son escasos y tenemos que ir calculando.
Respecto a España, ¿van a basar la campaña en CATA o será independiente?
-Creo que hay que hacer las cosas en conjunto. CATA tiene la experiencia. Nosotros no vamos a poner una agencia en España, o ir a abordar mercados sobre los que no tenemos especialización. CATA deberá ayudarnos, y creo que es parte de su responsabilidad, ayudarnos a establecer condiciones para hacer las promociones que necesitamos. El otro tema ligado a España es la conectividad. Tenemos que ir desarrollando conjuntamente con las aerolíneas un esfuerzo sistemático.
¿Qué modelo han tomado para este desarrollo? ¿Han incorporado ideas de otros países?
-Es un modelo propio que recoge experiencias nacionales e internacionales, que permite hacer una estrategia de mercadeo donde unimos oferta y demanda. Sobre los mercados diferenciados hemos definido los cuatro circuitos. Y sobre esa diferenciación estamos produciendo dos campañas, una nacional, que busca desarrollar la conciencia y los valores nacionales al turismo, convencer a los inversionistas nacionales de que el turismo es una buena apuesta, especialmente en el agro, y una internacional que aborda primeramente mercados regionales, específicamente Guatemala, algunos estados americanos (California, Washington, Nueva York y Houston, donde se concentran los inmigrantes salvadoreños), y luego otros mercados internacionales, que estamos comenzando por España.
Tengo cuatro retos como ministro: una visión de largo plazo, construyendo las políticas de Estado del sector; que el establecimiento y diseño de prioridades apunte a los sectores más vulnerables, y a construir nuevas oportunidades para la generación de empleo (que es el tercer reto) y, además, producir un esfuerzo importante para traer inversiones al país, que es el cuarto.
El encadenamiento con el sector privado, la inversión y la generación de empleo son parte de nuestros compromisos. Los presupuestos están presentados para, primero, poner en condiciones óptimas la oferta turística, y eso está ligado con la calidad, que es parte del primer reto. Estamos hablando de una relación interministerial: yo no voy a hacer una calle, pero voy a adelantar esfuerzos con el Ministerio de Obras Públicas para hacerla. Ahí estamos hablando de otro reto, mejorar las condiciones de cada población y que el turista pueda tener acceso a ellas.
En cuanto a la generación de empleo, que se hace a través de oportunidades, de confianzas y del sector privado y público, a mí como Ministerio me interesa que el sector privado maneje sus inversiones para precisamente generar empleo, estabilidad y crecimiento. Actualmente, tenemos 42.500 empleos directos en el sector turístico. Me gustaría que al finalizar este ejercicio de gobierno esa cifra haya crecido al menos en 25% y contemos con 65.000 a 70.000 empleos.
Como parte de su estrategia, ¿asistirán a las ferias locales de Centroamérica?
-A todas
Hay una feria nueva, sobre turismo de lujo, que se realizará por primera vez en Panamá en mayo del año próximo, TalTexpo.
-Hemos recibido una primera versión de carta. En 2010 tendremos también CATM en Guatemala. Si nuestros mercados son centroamericanos, nuestra prioridad estará ahí y nuestro presupuesto va a ir más enfocado a la parte regional. Podría haber, también, una relación novedosa con otros países, como Cuba.
¿Cómo El Salvador va a plantear su imagen con la apertura hacia los mercados de Europa, sabiendo que no puede descuidar el estadounidense? Coméntenos sobre las conexiones aéreas y la promoción.
-Tenemos ya el presupuesto aprobado por la Asamblea Legislativa para 2010, que asciende a 13,5 millones de dólares, de los cuales del 75 al 80% será dedicado al área de promoción. En ese contenido, el presupuesto es menor que en 2009, y la razón es que recibimos un país con un déficit fiscal de más o menos el 5% del PIB, lo cual significa que debemos trabajar con los recursos y maximizarlos. Para ello, hemos desarrollado una estrategia que se resume básicamente en tirar a donde están los patos, no tenemos muchas balas y debemos ponerlas donde podemos cazar.
Queremos mantener nuestros mercados naturales, Centroamérica y Estados Unidos, y aprovechar la conectividad. Después, y tomando en cuenta la relación de TACA con la conectividad en el sur, vamos a poder emprender nuevos proyectos en Colombia, Venezuela, Perú y Brasil, sobre todo porque TACA está llegando a esos lugares en vuelos directos, y acaba de abrir un vuelo a Orlando, Florida. También tenemos enlaces con American y Continental. Es decir, la conectividad no es un problema para El Salvador en términos de estos mercados.
Los mercados europeos son los mercados emergentes para nosotros. Por ahora vamos a puntualizar nuestras promociones en Reino Unido y España, vamos a buscar conectividades en estos mercados y trabajar con algunas aerolíneas.
Ahí estaremos para 2010. Si salen negocios emergentes, complementarios, con otros países, los haremos. Además de WTM y FITUR, estaremos en ITB Berlín y en Milán. Si vemos que las ferias son un mecanismo que nos da resultados, entonces profundizaremos en esa estrategia.