México: Temporal financiero amenaza a la industria turística de Latinoamérica
México. El temor a la influenza H1N1 puso en terapia intensiva al turismo en este país, el más afectado de la región, pero es la pandemia financiera la que atormenta a una industria que mueve 42.000 millones de dólares en Latinoamérica, según operadores y analistas, que hablan de un panorama incierto que podría comenzar a aclarar en 2010.
Aunque la influenza que azotó México contagió a otros 14 países de América Latina y el Caribe, operadores en Argentina, Brasil y Perú insisten en que es la crisis financiera la que realmente amenaza a la industria en la región.
El turismo fue por años motor de crecimiento en la región, con ingresos por 42.000 millones de dólares en 2007, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), que prevé en la industria una contracción global de 2 a 3% en 2009. "La situación general en América Latina es tan incierta como en cualquier otro lado", opinó Geoffrey Lipman, director general adjunto de la OMT, una agencia de las Naciones Unidas.
"El sector del turismo se está comportando igual que el resto de la economía (...) En mi opinión, las cosas no mejorarán hasta el 2010", dijo Lipman en una entrevista.
El World Tourism and Travel Council, por su parte, pronosticó una contracción del 3% para este año en el turismo en América Latina, debido a una caída en los ingresos a nivel doméstico y una menor llegada de visitantes extranjeros.
América Latina muestra de hecho algunos de los pocos síntomas positivos del planeta. La llegada de turistas a Sudamérica creció en 3,9% en los primeros dos meses del año, lo que la OMT atribuye en parte al turismo regional.
"No hemos tenido cancelaciones, seguimos casi igual", dijo Mercedes Vásquez, de la agencia Viajes Golden Tours en Lima. "No hay asociación entre la gripe y Brasil. La posibilidad de que vengan más a Brasil es mayor porque México va a demorar en recuperarse al igual que América Central", dijo un ejecutivo de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles.
En Brasil, la devaluación favoreció a la industria y contribuyó a un alza del 8% en la llegada de turistas extranjeros en el primer trimestre del 2009, según John Auton, del grupo Tourism, Hospitality and Leisure de Deloitte.
"Turistas brasileños están viajando más en el país y para los extranjeros Brasil resultó de 20 a 30% más barato en el primer trimestre que en igual período del 2008", dijo.
Menos turistas significan menos divisas para las economías de América Latina y el Caribe, ya castigadas por una caída en las remesas y las exportaciones.
El Fondo Monetario Internacional espera que los ingresos por turismo en la región caigan sustancialmente este año. "Eso ejercerá presión sobre las posiciones fiscales de muchos países del Caribe y reducirá el flujo de intercambio de divisas", dijo en un estudio reciente.
También aumentará la presión sobre las reservas internacionales y monedas en países con tipos de cambio fijo. Despidos y menores márgenes de ganancia elevarán los problemas fiscales en un mundo afectado por la que ha sido catalogada la peor crisis financiera desde la década de 1930.
Aplicar políticas fiscales para fomentar el gasto ante la recesión es difícil en el Caribe por el elevado nivel de endeudamiento. Devaluar también, pues muchos tienen tipo de cambio fijo, opinó Rafael Romeu, experto en turismo del FMI. "La respuesta política lamentablemente es limitada", dijo.
La OMT dice que es crucial que los gobiernos ofrezcan paquetes de estímulo, suavicen regulaciones, eliminen burocracia y reduzcan impuestos. "Nada sugiere que cuando la economía global se recupere, el turismo, como es habitual, no vuelva a estar entre los líderes", dijo el director de la OMT, Lipman.