Paso de buques de gran porte amenaza a especies marinas y turistas en litoral del Caribe mexicano

El tránsito de diferentes buques de gran calado por la zona de agregación de tiburón ballena y mantarraya en el Caribe mexicano, que involucra incluso a grandes buques-tanque de combustible y a cruceros, representa un peligro potencial para el ecosistema y sus visitantes, advirtió la organización Ch’ooj Ajauil AC (Reino Azul, en maya).
En un comunicado, la organización denunció que el pasado 20 de julio pudo documentar fotográficamente el paso cercano de un gran buque (Seaboard Ocean, de la compañía Estadounidense Seaboard) por la zona de agregación (avistamiento y nado) del tiburón ballena, a unas 15 millas náuticas al noreste de Isla Mujeres y aproximadamente a seis millas náuticas al este de Isla Contoy, Quintana Roo, procedente de Houston, Texas con la ruta (SON52) hacia el puerto de Santo Tomás de Castilla, Guatemala.
“Posteriormente, el 23 de agosto de 2013 obtuvimos imágenes y vídeo del buque Seaboard Caribe de la misma compañía, con ruta (SCA187) procedente de New Orleans, Louisiana, con destino al puerto de Santo Tomás de Castilla, Guatemala, debiendo pasar detrás de la Isla de Cozumel”, dijo el biólogo Rafael de la Parra Venegas, director ejecutivo de Ch’ooj Ajauil AC.
El activista subrayó que este último buque “venía en rumbo de colisión, directo hacia la zona de agregación, avistamiento y nado con tiburón ballena, virando ligeramente un par de millas náuticas antes de llegar hasta nosotros e incluso cruzando entre algunas embarcaciones que se alejaron máximo un kilómetro al norte”.
En carta a Seaboard, De la Parra Venegas recuerda que de junio a agosto, cada año entre 200 y 400 tiburones ballena se reúnen para alimentarse en aguas cercanas a Isla Mujeres, en el extremo de la Península de Yucatán. El espectáculo resultante atrae a miles de turistas, que dejan una importante contribución económica en la zona.
Advierte que “dos de sus barcos fueron fotografiados a una extrema cercanía de la zona de reunión de los tiburones ballena y de turistas. Los tiburones ballena no sólo se han convertido en un importante activo para el turismo en la zona, sino que además están protegidos en aguas del Atlántico de Estados Unidos y en aguas mexicanas, y listado entre las especies del Apéndice II de la Convención de Bern para la Conservación de Especies Migratorias y la Convención Internacional sobre Comercio de Especies en Peligro (Convention on International Trade in Endangered Species (CITES).
El riesgo para el ecosistema tiene implicaciones significativas si se considera que en esta zona se registra en invierno la agregación de pez vela, la cual involucra a la pesca deportiva y a observadores y nadadores, y más adelante en primavera se presentan grupos considerables de delfines moteados, de dientes rugosos, orcas falsas y una diversidad de peces pelágicos, señala el director ejecutivo de Ch’ooj Ajauil.
Más adelante, en el verano, arriban las tortugas marinas a zonas cercanas a la costa para reproducirse, y con ellas llegan las mantarrayas y un poco más tarde los tiburones ballena.
El aprovechamiento no extractivo del tiburón ballena y la mantarraya se ha establecido en esa zona desde hace unos cinco años, con las regulaciones de diferentes autoridades: la Secretaría de Comunicación y Transporte a través de las capitanías de Puerto; de turismo (mediante la acreditación de los guías y tripulaciones), y del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat (mediante la emisión de las autorizaciones para desarrollar el aprovechamiento no extractivo).
“La atracción del turismo hacia esta área, con miles de visitantes por temporada y con la considerable derrama anual superior a los 13 millones y medio de dólares, que beneficia a los prestadores de servicios turísticos de Isla Holbox, Chiquilá, Isla Mujeres, Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Cozumel principalmente, nos obliga a considerar que es tiempo de tomar medidas que prevengan un desastre”, advierte De la Parra Venegas.
Al respecto, enumera las acciones emprendidas por su organización, entre ellas el despliegue desde julio pasado de una antena de rastreo del sistema AIS o Sistema de Identificación Automática, que permite rastrear e identificar a los buques que transitan por el área.
Además, se incluye la notificación por escrito a las compañías de los buques que transitan por el área, solicitándoles desviar su curso al menos diez millas náuticas al este de Isla Contoy (idealmente 12 millas), pues hoy navegan en ocasiones hasta a menos de cinco millas náuticas de la punta norte de Isla Contoy.
El Parque Nacional Isla Contoy está localizado 30 kilómetros al norte de Isla Mujeres, donde las aguas del Mar Caribe se unen a las del Golfo de México. Isla Contoy es un área natural protegida desde 1961 y fue decretada Parque Nacional en 1998. Es una isla deshabitada y administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) dependiente de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Además de una gran riqueza biológica en tierra y de ser el más importante refugio de aves marinas del Caribe Mexicano, en las aguas circundantes la abundancia de nutrientes sirve de alimento al plancton que constituye la base alimenticia de más de 234 especies de peces, incluyendo los majestuosos tiburones ballena y mantarrayas.
Las actividades permitidas en Contoy son el eco turismo, monitoreo e investigación científica, y dos tipos de pesca comercial, todas ellas supervisadas y reguladas por la dirección del parque.
El tiburón ballena, el pez más grande del mundo (también llamado Dominó, Damero o Pez Dama) llega a medir 16 metros de largo y pesar hasta 25 toneladas. A nivel internacional se le considera una especie en alto riesgo de extinción.