Portugal: Huelga de pilotos lusos deja en tierra a miles de viajeros y paraliza operaciones de TAP
Portugal. El primer día de huelga de los pilotos de este país dejó en tierra a miles de viajeros y paralizó las operaciones de la principal aerolínea lusa, TAP, que se vio obligada a cancelar decenas de vuelos nacionales y a Europa y Latinoamérica.
La convocatoria del Sindicato de Pilotos de Aviación Civil (SPAC) logró una respuesta masiva entre sus afiliados, que interrumpieron el trabajo durante 13 horas en el primero de seis días de paros.
Los pilotos protestan por la elevación en 5 años de la edad de jubilación, hasta los 65, y un recorte de sus pensiones.
El ministro de Transportes y Obras Públicas, Mario Lino, apeló al buen sentido de los huelguistas y mostró su disponibilidad para negociar una solución al conflicto, pero un portavoz de los pilotos dijo que no iban a suspender la protesta.
El SPAC ha convocado nuevos paros para el mes de noviembre, y se mostró decidido a mantener su actitud hasta que se atiendan las reivindicaciones salariales y sociales de los pilotos.
La huelga afectó a varias pequeñas compañías aéreas portuguesas y sobre todo a la aerolínea de bandera, Transportes Aéreos de Portugal (TAP), que tras absorber este año Portugalia, se ha quedado de hecho sin competencia nacional de importancia en el sector.
Portavoces de TAP reconocieron que tuvieron que cancelar más de 40 vuelos tanto a destinos nacionales como Oporto, Azores, Madeira y el Agarve como a ciudades europeas, entre ellas Madrid, Barcelona, Sevilla, París, Bruselas, Venecia y Londres, y americanas como Río de Janeiro, Sao Paulo y Caracas.
Antonio Monteiro, representante de la aerolínea, señaló que la huelga tuvo un alto seguimiento y obligó a la compañía estatal a fletar varios aparatos chárter para garantizar enlaces entre Lisboa, Brasil, Venezuela y el Reino Unido.
Según Monteiro la protesta afectó sobre todo a los vuelos nacionales y para paliar sus efectos se puso en marcha un servicio de autobuses entre Lisboa y los aeropuertos de Oporto, en el norte, y Faro, en el Algarve al sur del país.
Los archipiélagos de Azores y Madeira quedaron prácticamente aislados por vía aérea del continente y cientos de turistas, entre ellos españoles, se vieron obligados a permanecer en tierra en espera de que la situación se normalizara al final de la jornada.
El ministro Lino dijo que la huelga es “extremadamente perjudicial” para TAP y para toda la economía portuguesa, y consideró que la protesta persigue objetivos políticos más que laborales y fue convocada pese a las invitaciones previas a dialogar.
Aunque la aerolínea lusa había alertado sobre la huelga y trató de cambiar los vuelos de muchos de sus clientes, miles de personas se vieron afectadas y en los mostradores de TAP en los principales aeropuertos se vieron largas colas y escenas de nerviosismo entre los pasajeros.
Además de los paros de pilotos el personal de vuelo de la aviación civil portuguesa tiene previsto ir a la huelga entre el 29 y el 30 de este mes de octubre.
A los problemas que pueden causar estas huelgas se van a sumar también los paros intermitentes de trabajadores de servicios aeroportuarios de la empresa Groundforce, controlada por la española Globalia, previstos entre el 26 de este mes y el 31 de diciembre.