Malas noticias para el turismo mundial, especialmente para Italia
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Por Massimo Terracina
Después del último "pequeño cierre" impuesto por un DPCM -un decreto del Primer Ministro, una especie de ley, pero no votada por el Parlamento, el número 22 de la presente temporada- emitido el 3 de noviembre de 2020, el mapa de prohibiciones y limitaciones para los ciudadanos sigue cambiando.
Antes, la región estaba dividida en tres colores: rojo, naranja y amarillo, oscilando desde lo más riesgoso a lo menos riesgoso en cuanto a la de propagación de la enfermedad.
Según las últimas cifras sobre la propagación del virus, cinco regiones italianas han pasado de la lista amarilla a la naranja, y la provincia de Bolzano (Sued Tirol) se convierte de repente en zona roja, mientras que Campania sigue bajo control, probablemente uniéndose a Lombardía y Piamonte en las próximas horas como zonas de alto riesgo, a pesar de que desde el gobierno local se ha informado que "el sistema sanitario está aguantando".
Después de tres días de remisión, tras el informe de la situación de la pandemia en algunas regiones, el Ministro de Sanidad firmó la orden de someter a las provincias de Abruzzo, Basilicata, Liguria, Toscana, Umbría y Bolzano a mayores restricciones que las que tenían la semana pasada.
A partir del 11 de noviembre, debido al empeoramiento de la situación -dice una declaración del Departamento de Prevención- se justifica la adopción de medidas más restrictivas, que estarán activas durante un período de dos semanas, pero con la perspectiva de declarar esos territorios como "zonas rojas".
En cuanto a las cinco regiones que pasaron a ser "naranjas", se prohibirá la entrada y salida de las mismas, así como cualquier movimiento entre municipios. Sólo se le dará permiso a los que vayan a trabajar, necesiten salir por razones de salud, vayan a estudiar o presenten casos de necesidades extremas.
Las escuelas permanecerán abiertas para la educación primaria (niños de 5 a 13 años).
Básicamente, todos los "gobernadores" de las regiones están de acuerdo con los términos, esperando nuevas acciones y dispuestos a aplicar medidas más restrictivas si es necesario, de acuerdo a cómo se comporte la propagación de la pandemia.
La provincia de Bolzano, una de las tierras altas de los Alpes que se añadió a la zona roja, ha quedado cerrada de forma inesperada.
La situación epidemiológica es bastante incierta: los ingresos hospitalarios muestran una tendencia creciente y, sobre todo, hay un aumento de los ingresos en cuidados intensivos, por lo que esta situación justifica la adopción de intervenciones más restrictivas, especialmente en las regiones más afectadas. Eso hace que las autoridades pidan a los ciudadanos que adopten un comportamiento prudente en todo momento.
Actualmente, existe una RT -la RT describe la tasa de contagio tras la aplicación de medidas para contener la propagación de la enfermedad- de alrededor de 1,7. Hay más de 500 casos por cada 100.000 habitantes y casi todas las regiones italianas están fuertemente afectadas.
La única certeza es que esto no ha terminado todavía.